Quiénes son las ganadoras del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO 2023

El rol de las mentes brillantes femeninas en el incesante avance de la ciencia se convirtió hoy, con la entrega del 17° Premio Nacional L’Oréal – UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”, realizado en colaboración con el CONICET (Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica), en el reconocimiento soñado para seis científicas argentinas que no sólo se enfrentan a los “techos de cristal” que impone la brecha de género, sino que pusieron todo su conocimiento para brindar una respuesta ante los hechos que aquejan al mundo entero.

Quienes obtuvieron los mayores galardones enfrentaron, con la ciencia como principal herramienta, la pandemia global que paralizó al mundo, y buscan brindar mejores terapéuticas ante el tumor que más muertes causa en las mujeres, el cáncer de mamá. Ella son Juliana Cassataro, ganadora en la categoría Premio y la primera científica en realizar una vacuna completamente argentina, y Mónica García, vencedora en la categoría Beca, por su proyecto “Nanomedicinas biomiméticas para quimio e inmunoterapia del cáncer de mama”, busca desarrollar alternativas terapéuticas prometedoras a través de nanomedicinas que permitan localizar el efecto terapéutico en el sitio de acción-tumor.

Junto a ellas, también fueron reconocidas con menciones la Dra. Ana María Laxalt, investigadora en el Instituto de Investigaciones Biológicas del CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata, por su proyecto “Fosfolipasa C en Estrés: Control de Enfermedades en Tomates mediante Edición Genética y Uso de Arabidopsis como Modelo Experimental”, y la Dra. Gabriela Salvador, investigadora del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca del CONICET y de la Universidad Nacional del Sur, por su trabajo “Mediadores lipídicos de pro-resolución: relevancia en procesos de injuria neuronal disparadores de neuroinflamación”.

Por su parte, en la categoría Beca fueron distinguidas la Dra. María Julia Lamberti, investigadora del Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud del CONICET y la Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba, por su proyecto “Desarrollo de vacuna a células dendríticas estas con lisados tumorales generados por terapia fotodinámica para el tratamiento del melanoma”, y la Dra. Melisa Olave, investigadora en el Instituto Argentino de Investigación de Zonas Áridas del CONICET, del Gobierno de Mendoza y la Universidad Nacional de Cuyo. Es distinguida por su trabajo “Bases científicas necesarias y urgentes para definir estrategias eficientes de conservación de la biodiversidad ante la sexta extinción masiva”.

Su justo reconocimiento, ante un auditorio colmado de admiración por sus avances y logros, se dio este miércoles en el C3 de la Ciudad de Buenos Aires, donde las 6 premiadas en la 17° edición argentina se convirtieron en la muestra del trabajo incansable que realizan por la sociedad las mujeres científicas, además de una fuente de inspiración para fomentar la participación y el liderazgo femenino en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

Juliana Cassataro, no es otra que la hacedora de la primera vacuna argentina. Ella lideró un equipo, que ahora totaliza 500 científicos, que logró un hito histórico para el país al convertirse en una parte de la solución ante la pandemia global provocada por el COVID-19. Su proyecto se convirtió en un hecho disruptivo y exitoso: la creación, investigación y producción de la vacuna contra COVID Arvac - Cecilia Grierson, junto al Laboratorio y la Fundación Pablo Cassará, que lidera Jorge Cassará.

Una vacuna recombinante adyuvada para refuerzos, que es posible adaptar a las nuevas variantes contra la COVID-19 y se conserva bajo temperaturas de entre 2° y 8 °C. Este nuevo desarrollo nació en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (Escuela de Bio y Nanotecnologías, Universidad Nacional de San Martín, IIBIO CONICET), y actualmente podrá aplicarse en los brazos de miles de argentinos y podría ser exportada a otros países.

Monica Cristina García, la vencedora en la categoría Beca, es una joven científica pujante y decidida que dedica su esfuerzo y conocimiento al estudio del cáncer de mama, una enfermedad que afecta a 2,3 millones de mujeres en el mundo anualmente, de las cuales unas mueren 685.000, según los últimos datos de la OMS. La Doctora en Ciencias Químicas por la Universidad busca potenciar mediante la nanomedicina los tratamientos que ya revolucionan a la medicina.

“Este es un premio que reconoce, desde hace años a mujeres que una admira. Y, aunque solo las mujeres nos podemos presentar, somos tantas que es más difícil ganar este premio. Por eso, es una alegría haber llegado hasta acá y que me pase lo mismo que he visto en otras investigadoras”, confesó a Infobae Cassataro días antes de recibir la distinción.

García completó: “El hecho de que sea evaluado por pares que reconocen lo que estamos haciendo es como un mimo al alma. Porque de cierta manera es un estímulo para seguir, dice que vas por un buen camino. Creo que este premio L’Oréal-UNESCO por las Mujeres en la Ciencia, aporta un aspecto diferencial: visibilizar el rol de las mujeres en la ciencia, que muchas veces se encuentra un poco desdibujado u opacado por los estereotipos que siguen presentes. Muchas veces, las mujeres con mucho esfuerzo buscan dejar su huella, por eso es una enorme emoción recibirlo”.

En esta decimoséptima edición del Premio L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”, se continuó bajo la campaña de comunicación: La ciencia cambia el mundo, ellas las reglas. Los proyectos que participaron estuvieron enmarcados en las Ciencias de la vida, específicamente en una o varias esferas de alguna de las siguientes áreas/disciplinas: Ciencias Médicas; Ciencias Biológicas; Ciencias Bioquímicas y Biología Molecular; Ciencias Veterinarias; Biotecnología y Fisiología.

Durante la entrega del galardón, el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus felicitó a L’Oréal “por haber sostenido durante 17 años este premio que destaca el papel de la ciencia y las mujeres. En Argentina tenemos una característica particular: hay más mujeres científicas que hombres. Sin embargo, cuando uno mira los distintos escalafones encuentra que las mujeres tienen muchas más dificultades para acceder, y el trabajo que L’Oréal y el CONICET llevan adelante a través de este premio, que tiene una doble reivindicación: la de las mujeres, pero también para que haya mujeres en la ciencia tiene que haber ciencia”.

En tanto, Jean-Noël Divet, Presidente y Director General de L’Oréal Argentina, afirmó: “Este año tiene una impronta especial, L’Oréal cumple 60 años de trayectoria en el país, y el Premio celebra sus 25 años a nivel internacional y 17 a nivel local, lo que refleja nuestro incansable labor y compromiso con la equidad de género, especialmente en relación a las oportunidades dentro del mercado laboral y, en particular, en el ámbito científico. Tener hoy 6 nuevas científicas argentinas reconocidas por sus trabajos nos llena de orgullo, y nos incentiva a seguir recuperando nombres de quienes son capaces de cambiar el mundo con sus hallazgos”.

Mientras que la presidenta del CONICET, Ana Franchi, felicitó a las premiadas y a todas las más de 160 que se presentaron, y expresó: “Este premio dice que la ciencia necesita de las mujeres y las mujeres de la ciencia, y las mujeres necesitamos que esa ciencia sea más inclusiva. Tenemos un poco más de 63% de mujeres en nuestros organismos y muy pocas en los lugares de toma de decisión. También quiero rescatar que las mujeres somos tercas, y para mí la terquedad es una virtud porque seguimos creyendo, hoy más que nunca, que la ciencia y la tecnología son el motor del desarrollo para un país inclusivo, y sabemos resistir y valorar”.

Como ambas ganadoras explicaron, y desde el propio Premio L’Oréal-UNESCO reafirmaron, es necesario revertir ciertos hechos e impulsar a las mujeres a involucrarse y a la sociedad a reconocer sus logros científicos. Las cifras hablan por si solas: a finales de la década de 1990, sólo había un 25% de mujeres científicas en todo el mundo. En 2014, este porcentaje pasó a ser del 30%, y en la actualidad, si bien sigue en aumento, ha alcanzado apenas el 33%, según un informe de la UNESCO.

El galardón L’Oréal-UNESCO, que en su última versión internacional reconoció a Katalin Karikó (que ahora es merecedora el Premio Nobel de Medicina) busca contrarrestar esta invisibilización ya que destaca la persistencia, confianza y paciencia que las mujeres científicas han mantenido, a pesar de las dificultades enfrentadas en su trayectoria.

Además, el galardón tiene por firme objetivo de rescatar el nombre de las científicas premiadas, exaltar cómo sus hallazgos modifican las reglas del campo científico y abren camino a futuras generaciones de mujeres; siendo que la premiación reconoce tanto los descubrimientos que han tenido un impacto en la sociedad, como el arduo proceso que conduce a estos avances. Todos aditamentos que se convierten en catalizadores de una mayor equidad de género en las áreas STEM y un incentivo a una mayor presencia femenina en posiciones de liderazgo dentro del ámbito científico.

Desde 1998, el programa L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” ha reconocido y celebrado a eminentes mujeres en la ciencia en todo el mundo. Al día de hoy, la alianza L’Oréal-UNESCO ha distinguido a más de 4.100 mujeres científicas, incluidas 127 galardonadas internacionales y más de 4.000 jóvenes investigadoras.

Al recibir su premio, García indicó: “Es una gran emoción y un gran honor para mi recibir esta distinción, me siento muy honrada de estar en este lugar que pasaron y van a seguir pasando mujeres que han luchado incansablemente por romper barreras y dejar su huella en este universo de las ciencias. Y a la vez siento una gran responsabilidad porque este premio, ojala asi sea, sirve de inspiración para que más niñas, adolescentes y jóvenes se animen a emprender este maravilloso camino de las ciencias”.

“Este premio es un honor”, comenzó Cassataro al recibir su premio. En ese sentido, mencionó a “tres mujeres brillantes: Laura Bruno, Karina Pasquevich y Lorena Coria. Somos una y este premio les pertenece totalmente. Les agradezco haberse entregado a este proyecto y a todas mis propuestas. Su generosidad y entrega es realmente hermosa. Además, a todo mi equipo, que trabajó durante la pandemia”.

“La verdad que creo que nos queda mucho por andar y muchos preconceptos, tanto propios como ajenos, para romper para llegar realmente a la igualdad en cuanto a lugares de decisión y puestos de liderazgo. De todas maneras, considero que tenemos que ir abriendo nuestros propios caminos, haciendo lo máximo que podamos y queramos como mujeres, sacandonos la culpa de lo que no hicimos o no pudimos, tomando decisiones con amor y sin victimizarnos y siempre sabiendo que si queremos estar en ese lugar, lo tenemos que ocupar, sin más contracciones”, resaltó Cassataro.

Y continuó: “Un ejemplo es que ahora dentro de muy poco vamos a poder darnos un refuerzo de la vacuna contra el COVID íntegramente producida en argentina, sin tener que gastar divisas, con lo que eso significa para nuestro país en este momento”. “Estoy convencida de que Argentina tiene todas las capacidad para seguir desarrollando tecnologías y ojala como país podamos llegar a tener consensos y políticas a largo plazo que permitan el desarrollo de proyectos estratégicos comunes”, concluyó Cassataro.