El primer trasplante de riñón asistido por un robot en Minnesota, EEUU, fue realizado cirujanos de Mayo Clinic. Este procedimiento de invasión mínima puede ser beneficioso para pacientes con mayor índice de masa corporal y puede reducir el riesgo de complicaciones de la incisión, como hernia o infección.
La intervención se realizó con éxito el 4 de octubre a una mujer de aproximadamente 60 años que recibió un riñón de su hija. En el mundo ya ha habido algunas intervenciones quirúrgicas de este tipo asistidas por inteligencia artificial, y este es un nuevo hito en ese camino.
“Llevamos seis décadas siendo líderes en el campo de los trasplantes de riñón. Nos sentimos orgullosos de continuar esa tradición con la realización del primer trasplante de riñón asistido por un robot en Minnesota”, sostuvo el doctor Timucin Taner, jefe de la División de Cirugía para el Trasplante de Mayo Clinic, quien realizó la cirugía junto con su colega, el doctor Patrick Dean.
Para los pacientes con insuficiencia renal, el trasplante de riñón sigue siendo el mejor tratamiento disponible. La mayoría de los trasplantes de riñón se realizan mediante cirugía abierta.
En ese sentido, los especialistas explicaron que, para llevar a cabo el trasplante de un riñón donado, el cirujano realiza una incisión de entre cuatro y ocho pulgadas (10 y 20 centímetros) de longitud en el lado derecho o izquierdo de la parte inferior del abdomen. Mientras que para un trasplante de riñón asistido por robot, el cirujano debe hacer una incisión de aproximadamente dos pulgadas (cinco centímetros) alrededor del ombligo y otra más pequeña para introducir los instrumentos robóticos.
Además, en vez de trabajar sobre el paciente, el cirujano se sienta frente a una consola que controla el robot quirúrgico.
Al respecto, Dean, quien es el director quirúrgico del Programa de Trasplantes de Riñón de Mayo Clinic en Minnesota, precisó: “Para realizar un trasplante de riñón asistido por robot se precisa una incisión más pequeña. Reduce el riesgo de que los pacientes tengan complicaciones, como una infección o hernia. Los pacientes también pueden tener menos molestias y una recuperación más rápida, lo que puede suponer menos tiempo en el hospital después de la cirugía”.
Sin embargo, los especialistas aclararon que para la mayoría de los pacientes, el método tradicional de cirugía renal sigue siendo la mejor opción, ya que es seguro y eficaz.
“El trasplante de riñón asistido por robot no sustituirá por completo al trasplante de riñón abierto -remarcó Taner-. Sin embargo, ofrecerá otra opción para quienes puedan beneficiarse de un lugar de incisión alternativo, especialmente aquellas personas con índices de masa corporal más altos, hernias previas o cirugías abdominales anteriores”.
Los riñones son dos órganos en forma de frijol (o poroto) que se encuentran a cada lado de la columna vertebral, justo debajo de la caja torácica. Cada uno de ellos tiene aproximadamente el tamaño de un puño. Su función principal es filtrar y eliminar desechos, minerales y líquido de la sangre mediante la producción de orina.
Cuando los riñones pierden esta capacidad de filtración, se acumulan niveles nocivos de líquido y desechos en el cuerpo, lo cual puede elevar la presión arterial y provocar insuficiencia renal (enfermedad renal en etapa terminal). La enfermedad renal en etapa terminal ocurre cuando los riñones han perdido aproximadamente el 90 % de su capacidad para funcionar normalmente. La enfermedad renal en etapa terminal ocurre cuando los riñones han perdido aproximadamente el 90 % de su capacidad para funcionar normalmente.
Las personas con enfermedad renal en etapa terminal deben eliminar los desechos del torrente sanguíneo a través de una máquina (diálisis) o un trasplante de riñón para mantenerse con vida.