Por la emergencia sanitaria del COVID, en la Argentina se necesitaron barbijos, vacunas, test serológicos, y comprender cuestiones que van, desde cómo hacer mejor vigilancia de patógenos, hasta ofrecer respuestas a los pacientes que quedan con secuelas, que se engloban como el COVID Prolongado.
También hay desafíos para entender cómo impacta el cambio climático en el país, cuáles son los efectos de la deforestación y el uso de los plásticos, y cómo se pueden desarrollar energías para un futuro más amigable con el ambiente, entre otras cuestiones.
Detrás de todos esos problemas y muchos más, están trabajando científicos, técnicos y becarios del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el organismo público de la Argentina que volvió a estar en el primer lugar en el ranking de Scimago, entre 95 instituciones de ciencia de América Latina, en 2023. Se mantiene en esa ubicación desde hace 5 años.
Se trata de una clasificación de instituciones de educación superior y centros de investigación que se realiza desde 2009. Utiliza como fuente la base de datos científica Scopus.
Para hacer el ranking de Scimago, se hace un proceso de medición a partir de 17 indicadores. Se mide el impacto normalizado de la producción científica, la excelencia medida en función de la publicación en los que la institución es el principal contribuyente, el total de publicaciones realizadas en el período, el liderazgo científico adquirido a nivel institucional, la colaboración internacional y el porcentaje de documentos publicados en revistas Acceso Abierto.
Según establece en sus políticas, el objetivo principal que persigue el ranking es el de contribuir a la toma de decisiones, al desarrollo de políticas públicas e institucionales y al establecimiento de hojas de ruta para el impulso la actividad investigadora y mejora continua de las instituciones.
“Mantener el primer lugar en un ranking tan exigente como el de Scimago muestra la calidad de la investigación que se realiza en el Conicet y en la Argentina, a pesar de que el país cuenta con menos recursos que otros países de la región como Brasil y México. La excelencia de nuestra ciencia es respetada y valorada internacionalmente en los distintos campos del conocimiento”, afirmó el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, a Infobae.
“Argentina es uno de los pocos países del Hemisferio Sur que se puede sentar en la mesa chica de la discusión global en temas como la biotecnología, espacio, cuestiones nucleares o la transición energética, entre otros”, agregó el funcionario.
El Conicet es un ente autárquico que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, es el principal organismo dedicado a la ciencia y la tecnología del país.
Su misión es la promoción y ejecución de actividades científicas y tecnológicas en todo el territorio nacional y en las distintas áreas del conocimiento. Fue creado por Decreto Ley N° 1291 el 5 de febrero de 1958, su primer presidente fue Bernardo A. Houssay —Premio Nobel de Medicina en 1947—, quien dirigió a la institución por más de una década.
Se dedica a brindar instrumentos para el conocimiento científico, que van desde la Carreras del Investigador Científico y Tecnológico y del Personal de Apoyo a la Investigación, otorga becas para estudios doctorales y postdoctorales, el financiamiento de proyectos y de Unidades Ejecutoras de investigación y establece vínculos con organismos internacionales gubernamentales y no gubernamentales.
Actualmente, se desempeñan en el organismo más de 11.800 investigadores, un número mayor de becarios de doctorado y postdoctorado, más de 2.900 técnicos y profesionales de apoyo a la investigación y aproximadamente 1.500 administrativos. En total, suman 28.000 personas.
Trabajan distribuidos a lo largo del país —desde la Antártida hasta la Puna y desde la Cordillera de los Andes hasta el Mar Argentino— en sus 16 Centros Científicos Tecnológicos (CCT), 10 Centros de Investigaciones y Transferencia (CIT), un Centro de Investigación Multidisciplinario y más de 300 Institutos y Centros exclusivos del Conicet y de doble y triple dependencia con universidades nacionales y otras instituciones.
La actividad del Conicet se desarrolla en cuatro grandes áreas del conocimiento: ciencias Agrarias, de Ingeniería y de Materiales, Ciencias Biológicas y de la Salud, Ciencias Exactas y Naturales y Ciencias Sociales y Humanidades. También tiene una dependencia transversal de Tecnología que comprende cualquiera de las disciplinas mencionadas aplicadas al Desarrollo Tecnológico y Social y Proyectos Complejos.
Dentro del Conicet trabajan investigadores de todas las áreas disciplinarias, quienes desarrollan sus tareas mayoritariamente en universidades nacionales, en organismos de investigación en ciencia y tecnología y en Unidades Ejecutoras propias o en asociación con otras instituciones.
Cuenta con un sistema de evaluación actualizado según la experiencia propia e internacional acumulada. Este sistema de evaluación participativo y riguroso, contempla y pondera la calidad de los proyectos de investigación presentados, la productividad derivada de ellos, así como la trayectoria de individuos y grupos de investigación.