La pandemia del coronavirus continúa: durante el último mes, se reportaron más de un millón de casos de personas diagnosticadas con la enfermedad COVID-19 y murieron más de 3.100 pacientes en el mundo.
El virus sigue evolucionando y la Organización Mundial de la Salud consideró que Ómicron EG.5 es una “variante de interés”. Popularmente, se la llama Eris y ya se la detectó en 51 países. Ahora también se la encontró en una muestra de un paciente con COVID en la Argentina.
Según informó a Infobae la doctora Mariana Viegas, coordinadora del Proyecto País - que está dedicado a la vigilancia genómica con apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Argentina-, el sublinaje EG.5 ya está en el país desde, al menos, el mes pasado. También se la ha detectado en Colombia y Ecuador y Estados Unidos. En este último país se convirtió en la más prevalente entre los casos detectados.
“En el grupo de 12 muestras que secuenciamos la semana pasada, que provienen de casos confirmados en el mes julio pasado, una correspondía a EG.5 y era de un paciente del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)″, afirmó Viegas. “No es significativa estadísticamente por el bajo número de muestras secuenciadas. Pero hoy se hacen pocos testeos y resulta más difícil conseguir muestras para realizar la secuenciación”, agregó.
La Argentina había empezado el año con 2.245 casos confirmados de COVID como promedio semanal diario, si se tiene en cuenta fecha de inicio de síntomas en la segunda semana de enero de 2023. Después los pacientes con la infección fueron cada vez menos. A fines de junio hubo un leve aumento y luego volvieron a bajar.
Sin embargo, durante la última quincena de julio los casos han estado subiendo. Se registraban 75 casos como promedio semanal diario en la semana del 17 de julio, y pasaron a ser 105 y 107 en las dos semanas siguientes, según comentó a Infobae Jorge Aliaga, doctor en física de la Universidad Nacional de Hurlingham, en la provincia de Buenos Aires, quien realiza un análisis semanal de los datos oficiales. “También en julio se produjeron pequeñas variaciones en ascenso en cuanto al número de fallecimientos”, añadió.
“Aún no podemos afirmar que esta suba de casos esté asociada a la circulación de EG.5 ni tampoco sabemos si en agosto seguirán en ascenso. Pero sí sabemos que cada vez que entró una nueva subvariante hubo una suba importante en la curva de casos, mucho más que por ser invierno”, señaló Aliaga.
A partir de marzo pasado, los sublinajes de la variante Ómicron son clasificados de manera independiente en el sistema OMS de seguimiento de variantes como “variantes bajo vigilancia”, “variantes de interés” o “variantes preocupantes”. EG.5 es, entonces hoy, considerada una variante de interés tras la evaluación de riesgo que hicieron expertos de esa agencia sanitaria.
En la plataforma GISAID ya se depositaron 7354 secuencias de Ómicron EG.5 procedentes de 51 países. La mayor parte de las secuencias de EG.5 proceden de China. Los demás países con al menos 100 secuencias son: Estados Unidos de América, Corea del Sur, Japón, Canadá, Australia, Singapur, el Reino Unido, Francia, Portugal y España.
A nivel mundial, hubo un aumento constante de la proporción de EG.5 en los casos de COVID. Durante la semana del 17 al 23 de julio la prevalencia de EG.5 fue del 17,4%. “Se trata de un aumento notable con respecto a los datos notificados cuatro semanas antes, cuando la prevalencia global de EG.5 fue del 7,6%”, según informó la OMS.
En base a la información disponible, los expertos de la agencia sanitaria consideraron que el riesgo para la salud pública que plantea EG.5 se evalúa como “bajo” a nivel mundial, en consonancia con el riesgo asociado con XBB.1.16 y los otros sublinajes actualmente en circulación.
También sostuvieron que “aunque EG.5 ha mostrado una mayor prevalencia, ventaja de crecimiento y propiedades de escape inmunitario, no se han registrado cambios en la gravedad de la enfermedad hasta la fecha. Si bien crecieron las hospitalizaciones por EG.5 en países como Japón y la República de Corea, no se ha establecido ninguna asociación entre estas hospitalizaciones y EG.5″.
Pero los expertos de OMS alertaron: “EG.5 puede provocar un aumento de la incidencia de casos y convertirse en dominante en algunos países o incluso a nivel mundial”. Se había notificado por primera vez el 17 de febrero pasado.
Eris: qué se sabe sobre la subvariante EG.5
Los síntomas de la subvariante EG.5 son: dolor de garganta, secreción nasal, congestión nasal, estornudos, tos, dolor de cabeza y voz ronca. También puede generar dolores musculares y un sentido del olfato alterado. La dificultad para respirar y la fiebre son menos frecuentes.
“La subvariante EG.5 tiene una mutación extra en el sitio de unión a ACE2 y evade mejor los anticuerpos por vacuna o infección natural. Ambas cosas se conjugan para darle mayor transmisibilidad”, afirmó, al ser consultado por Infobae, el virólogo Santiago Mirazo, profesor adjunto del Departamento de Bacteriología y Virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República en Uruguay. “Pero no hay evidencia de que ese sublinaje cause mayor severidad o incluso síntomas claramente diferentes de otros de Ómicron”.
En diálogo con Infobae, el doctor Humberto Debat, investigador en virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), integrante de Proyecto País, y ganador de un Premio Konex 2023 Diploma al Mérito en la categoría Pandemia - Covid19, comentó sobre la subvariante: “Hay un trabajo de investigadores de Japón -que se difundió como preprint- que demuestran que EG.5 no es más infectivo que otros”.
“Ellos postulan que el aumento de los casos de COVID en varios países podría deberse a un cuello de botella o algún detalle que aún debe ser comprobado experimentalmente”, advirtió el experto. Y agregó: “Haber tenido COVID recientemente no brindaría protección frente a EG.5. Tampoco hay pruebas de que esta subvariante cause más casos graves que otros sublinajes recientes”.
Frente a la aparición del sublinaje EG.5, Meera Chand, subdirectora de la agencia sanitaria UKHSA del Reino Unidos, comentó al diario The Guardian que: “La vacunación sigue siendo nuestra mejor defensa contra futuras oleadas de COVID-19, por lo que sigue siendo tan importante como siempre que la gente acuda a ponerse todas las dosis a las que tiene derecho lo antes posible”.
Cuándo hay que vacunarse contra COVID
En cuanto a vacunación en la Argentina, el Consejo Federal de Salud (COFESA) y el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan que las personas que se encuentran en grupos de alto riesgo para desarrollar formas graves de la enfermedad, como personas de 50 años o más, con inmunocompromiso y gestantes, reciban una dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID.
Para recibir la vacuna, deben haber pasado al menos 6 meses desde su última dosis, independientemente de la cantidad de refuerzos que hayan recibido previamente, y deben respetar un intervalo mínimo de al menos 4 meses desde su última dosis.
También se incluyen en el grupo de riesgo medio los menores de 50 años con comorbilidades (enfermedades crónicas y/o obesidad) y las personas con mayor riesgo de exposición (personal de salud) y función estratégica. Este grupo debe recibir una dosis de refuerzo después de 6 meses de la última dosis aplicada, seguida de un refuerzo anual.
Las personas consideradas de bajo riesgo de complicaciones, como aquellos menores de 50 años sin comorbilidades, también deben recibir la vacunación de refuerzo contra la COVID-19, y se recomienda que se apliquen una dosis anual.
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