La migraña es un trastorno de dolor de cabeza común con una prevalencia estandarizada por edad del 14%. En los últimos años, se ha convertido en un factor de riesgo establecido de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Un metanálisis previo demostró un riesgo para el primero de aproximadamente un 20% mayor y cercano a un 40% mayor para la segunda dolencia en el caso de personas con migraña, en comparación con aquellas sin ella.
Dado que la prevalencia máxima de la migraña se produce entre los 35 y los 39 años, afecta especialmente a los adultos jóvenes. Considerando que, además, el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular pueden provocar discapacidades de por vida o incluso la muerte, es vital identificar a las personas con mayor riesgo. A estos datos ahora se suman nuevas evidencias que surgen de una investigación que acaba de publicarse Plos Medicine.
Según indican los especialistas del Departamento de Epidemiología Clínica de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, las personas que experimentan migrañas tienen más probabilidades de sufrir un derrame cerebral antes de cumplir los 60 años. Además, las mujeres que experimentan estos dolores de cabeza debilitantes también pueden enfrentar un riesgo ligeramente mayor de sufrir un ataque al corazón.
Los científicos descubrieron que tanto las mujeres como los hombres que padecen migrañas tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico, en el que un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro.
Sin embargo, el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular hemorrágico, donde se revienta una arteria en el cerebro, parece ser exclusivo de las mujeres.
La líder de la investigación, Cecilia Hvitfeldt Fuglsang, explicó que “estudios anteriores han insinuado un mayor riesgo de accidente cerebrovascular isquémico que afecta predominantemente a mujeres jóvenes, pero no estaba claro si las que sufren migrañas también tienen un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular hemorrágico, en comparación con los hombres. Esta consulta fue el foco principal de nuestra investigación”.
Alerta de migrañas
El equipo de Fuglsang realizó un estudio exhaustivo a nivel nacional de los registros médicos daneses que abarcó desde 1996 hasta 2018, para personas de entre 18 y 60 años. Identificaron a hombres y mujeres con migrañas según sus registros de medicamentos recetados. Luego, el equipo comparó su riesgo de ataque cardíaco y ambos tipos de accidentes cerebrovasculares antes de los 60 años con los correspondientes que enfrentan las personas de la población general que no sufrían de migrañas.
“En contradicción con los hallazgos anteriores, nuestro análisis reveló que ambos sexos con migrañas tenían un riesgo similarmente mayor de accidente cerebrovascular isquémico. Sin embargo, el estudio mostró que las mujeres con migrañas también podrían tener un riesgo ligeramente elevado de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular hemorrágico, en comparación con los hombres que sufren de migrañas y la población en general”, continúo la especialista.
Los resultados sugieren que las mujeres se ven más afectadas por las migrañas, una afección que, para empezar, afecta predominantemente a ellas (aproximadamente 179.000 mujeres frente a aproximadamente 40.000 hombres con migraña en este estudio basado en la población), su presencia probablemente resultará en una mayor carga de enfermedades asociadas con la dolencia para las mujeres.
Los investigadores señalan que dado que utilizaron registros de medicamentos recetados para identificar a los pacientes con migrañas, es posible que hayan pasado por alto a aquellos que no buscan tratamiento para estos dolores de cabeza debilitantes. Este descuido podría resultar en subestimar el papel de las migrañas en estas complicaciones de salud.
“Resulta clave identificar a las personas con mayor riesgo para permitir la aplicación de terapias preventivas específicas”, concluyó Hvitfeldt Fuglsang. A esta especialista la acompañaron en la realización de la investigación Lars Pedersen, Morten Schmidt, Jan P. Vandenbroucke, Hans Erik Botker y Henrik Toft Sorensen.
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