Los últimos datos oficiales en torno del brote de dengue —en lo que se denomina la temporada vigente desde agosto 2022 hasta marzo 2023— hablan de un incremento en el número de casos de un 95% en sólo una semana. El jueves el Ministerio de Salud de la Nación emitió las últimas cifras e indicó que se habían notificado 9.388 enfermos, de los cuales 8.504 se contagiaron en el país, es decir que existe una importante circulación viral en territorio argentino.
Si bien estas cifras no alcanzan a las registradas durante la epidemia de 2020, con casi 60 mil afectados en todo el país, los expertos temen que el acelerado aumento de casos positivos pueda emular los de esa temporada. Las guardias de algunos hospitales de la Ciudad de Buenos Aires registraron más consultas sobre dengue que las habituales. Por caso, el Hospital Santojanni, ubicado en Mataderos, informó que recibe diariamente entre 70 y 80 pacientes con síntomas, el doble que la semana pasada.
En ese sentido, según indicaron a Infobae fuentes sanitarias oficiales, las zonas más afectadas son las comunas porteñas 9 (Parque Avellaneda, Liniers y Mataderos) y 11 Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita). También la provincia de Tucumán, es una de las regiones más afectadas con gran cantidad de consultas de personas con síntomas compatibles con dengue y un muerto en su haber por la enfermedad.
La circulación de este virus se identificó hasta el momento en 13 jurisdicciones: Buenos Aires (3 localidades), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Catamarca (2 localidades), Chaco (2 localidades), Corrientes (2 localidades), Córdoba (1 localidad), Entre Ríos (1 localidad), Formosa (2 localidades), Jujuy (3 localidades), Salta (9 localidades), Santa Fe (16 localidades), Santiago del Estero (6 localidades) y Tucumán (15 localidades).
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes principalmente por Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus Dengue, adquiere el virus y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.
En las últimas cuatro semanas fueron confirmados 8.001 casos, con un promedio de 2.000 casos semanales. Este valor es 30 por ciento menor respecto del promedio registrado durante el mismo período de 2020 (año en que transitamos la epidemia de mayor magnitud de nuestro país desde la reemergencia de la enfermedad en 1998).
En lo que va de la temporada, que va de agosto de 2022 a marzo de 2023, se registraron 4 casos fallecidos, dos en la provincia de Salta con pruebas de tamizaje positivas y otro con diagnóstico confirmado DEN-1 en la provincia de Santa Fe. El Ministerio de Salud de Tucumán confirmó este fin de semana el primer fallecimiento de la temporada en esa provincia. Se trata de un hombre de 21 años.
Según el último Boletín Epidemiológico emitido por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, “se notificaron 200 casos positivos sin antecedentes de viaje a zonas con circulación viral”. A su vez, “se evidencia circulación viral con casos distribuidos principalmente en Berazategui (72 casos), Lanús (9), Tres de Febrero (24) y La Matanza (54)”.
Cómo evitar la transmisión
Durante el verano por las altas temperaturas, que aún en otoño continúan, es necesario tomar medidas para prevenir el dengue, zika y chikungunya, todas enfermedades transmitidas por la picadura del Aedes. La Fundación Mundo Sano señaló las recomendaciones a tener en cuenta para evitar la picadura del mosquito vector.
El mosquito Aedes aegypti es de color negro y tiene rayas blancas en todo su cuerpo y patas. Es un mosquito urbano y doméstico que se adapta muy bien al hábitat humano. El ciclo de vida del Aedes aegypti es entre 7 y 10 días, y el tiempo de vida del mosquito adulto es de 4 a 6 semanas.
El dengue sólo se transmite a través de la picadura del mosquito. No se transmite de persona a persona, ni a través de objetos o de la leche materna. Lo mismo sucede con el virus del Chikungunya y Fiebre Amarilla. El Zika, en cambio, también puede transmitirse por vía sexual o de madre a hijo en el embarazo.
Otro dato a tener en cuenta es que las mascotas no se contagian dengue, señaló Mundo Sano. Al momento de exponerse al aire libre recomendó tomar precauciones durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, ya que son los momentos de mayor actividad del mosquito. Mientras que, para el resto del día, una forma de prevenir las picaduras es utilizando siempre ropa clara que cubra brazos y piernas, y repelente que tiene que ser renovado cada cuatro horas. Dentro de las casas, se recomienda utilizar espirales o tabletas de repelentes en los ambientes, en caso de ser posible aires acondicionados o ventiladores para disminuir la actividad del Aedes aegypti, y hacer uso de los mosquiteros.
El secretario Ejecutivo Médico del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) de Tucumán, Miguel Ferre Contreras, afirmó a La Gaceta que “la única estrategia que tenemos hoy para combatir los mosquitos es eliminar los criaderos”. En ese sentido, hizo hincapié en que lo más importante no es la fumigación, ya que sólo elimina los mosquitos adultos. “La gente demanda fumigación en los barrios como si fuese un aspecto principal”. “La fumigación es complementario”, indicó.
“En el momento de fumigar, eliminamos un 30% de la población de mosquitos en el lugar. Es un estimativo. Para que el mosquito muera, tiene que tomar contacto con el veneno”, aclaró. Por eso es imprescindible eliminar los criaderos.
“Todos los años en esta época hay aumento de casos quizás más tempranamente, porque esto tiene que ver con el desarrollo del mosquito que se hace en la época de calor y en la época húmeda. El aumento de casos fue importante y las regiones que está tomando (la enfermedad), como siempre, abarcan la provincia de Buenos Aires, todas las Mesopotamia, el Norte, CABA tiene muchos casos en los hospitales”, explicó a Infobae el infectólogo Ricardo Teijeiro.
Por su parte el Infectólogo Lautaro de Vedia sumó a Infobae: “Estamos viendo claramente un aumento en el número de casos de dengue, particularmente en la Ciudad de Buenos Aires. Afortunadamente no se están viendo casos graves”.
Como se mencionó, la principal forma de transmisión de estas enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados. Es por ello que la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores.
Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas) o evitar que acumulen agua, dando vuelta (baldes, palanganas, tambores), vaciando y cepillando frecuentemente (portamacetas, bebederos), o poniendo los mismos al resguardo bajo techo (botellas retornables). También es recomendable colocar tela mosquitera en las rejillas.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente, siguiendo siempre las indicaciones del envase. A su vez, se recomienda usar ropa de manga larga y colores claros. Para proteger a los bebés (que no pueden usar repelente), se debe colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En relación al hogar, es importante colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y usar repelentes ambientales como tabletas (interior) o espirales (exterior).
El Ministerio de Salud indicó que “la aplicación de insecticida mediante fumigación está indicada sólo en situación de brote y bajo las indicaciones metodológicas de la normativa nacional vigente. El insecticida sólo sirve para eliminar mosquitos adultos que están transmitiendo la enfermedad, no elimina formas inmaduras del mosquito: huevos, larvas y pupas; por lo que no es suficiente para controlar estas enfermedades si no se controlan y eliminan los criaderos de nuevos mosquitos”.
“Prevenir la picadura de los mosquitos y evitemos el desarrollo de los criaderos de mosquitos, evitando todas las medias preventivas que ya se conocen, evitando la acumulación de aguas de desechos o de elementos que puedan favorecer esa esa acumulación de aguas”, sumo de Vedia.
“Lo que me parece realmente importante que este año se está presentando una vacuna de dengue, que es altamente efectiva y que está en vía de aprobación por la ANMAT”, explicó Teijeiro.
Manuel Espinosa, biólogo y coordinador del área de enfermedades transmitidas por mosquitos de la Fundación Mundo Sano, contó en una nota con Infobae que “desde el mes de enero ya hay casos autóctonos tanto de dengue como de Chikungunya. En CABA hay dos conglomerados de casos autóctonos de dengue y se puede afirmar que se trata de transmisión comunitaria”.
Síntomas del dengue y la fiebre chikungunya
Los síntomas de dengue son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes: dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel y picazón y/o sangrado de nariz y encías.
“Lo más importante de todo es decir que cualquier síntoma que tenga uno en esta época que está circulando fuertemente el dengue, rápidamente debe concurrir al médico, porque el diagnóstico se hace con estudios, con serología y es muy importante para atender tempranamente al paciente, para que el paciente no se complique pero aparte para aislarlo, para que no se contagien otras personas. Porque un mosquito que pica un enfermo puede transmitir la enfermedad a un paciente sano”, explicó Teijeiro.
Los síntomas de la fiebre chikungunya comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. El síntoma más común es la aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones.
Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es muy importante realizar una consulta médica de manera temprana, no automedicarse y evitar la picadura de mosquitos.
El drama del dengue asintomático en personas súper propagadoras
Uno de los grandes problemas de muchas enfermedades ocurre cuando la persona afectada es asintomática y sigue su vida normal sin saber que puede contagiar a otros.
Así como aprendimos forzosamente con la pandemia de COVID sobre la importancia de identificar a los casos que no presentan síntomas, esto también aplica al dengue, enfermedad que es una epidemia en la Argentina y gran parte de Sudamérica, y ha crecido ahora casi un 700% respecto a la temporada pasada en el país.
La infección por dengue puede ser asintomática. Analizando este primer dato, investigadores de la Universidad de Emory, en Atlanta, Estados Unidos, revelaron cómo aumenta el riesgo de un contagio masivo si se dan tres condiciones: un evento masivo, mosquitos Aedes aegypti y personas enfermas con dengue que sean asintomáticas.
“La cantidad de infecciones ‘ocultas’ vinculadas a un lugar, o los casos de personas infectadas que no muestran síntomas, es el indicador clave del riesgo de dengue”, fue una de las conclusiones de los expertos que encontraron que el 8% de los espacios de actividad humana en el estudio representaron más de la mitad de las infecciones durante un brote de dengue. Y estos espacios “súper esparcidores” se asociaron con un predominio de casos asintomáticos, o el 74% de todas las infecciones.
“Nuestros hallazgos muestran que cualquier intervención de salud pública que se centre sólo en responder a los casos sintomáticos de dengue no logrará controlar un brote. Los casos sintomáticos representan solo la punta del iceberg”, afirmó Gonzalo Vázquez-Prokopec, primer autor del estudio y profesor asociado de ciencias ambientales de Emory.
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