En los últimos años, y gracias a los avances en las neurociencias, la farmacología y la modernización de los estudios de neuroimágenes, se han producido grandes progresos en lo que respecta a la rehabilitación.
En el caso puntual de las patologías cerebrales, uno de los mayores desafíos se encuentra en la rehabilitación cognitiva, es decir, encaminar la recuperación con el principal objetivo de alcanzar el más alto grado de funcionalidad posible, subsanando la atención, la memoria, las funciones ejecutivas o la cognición social, entre otras.
Para esto, la licenciada. Adriana Fiorino, coordinadora de programas interdisciplinarios de rehabilitación de INECO, afirma que la mejor estrategia de abordaje es aplicando un enfoque holístico e interdisciplinario donde convergen una multiplicidad de disciplinas: “Este tipo de rehabilitación integra los aspectos cognitivos, emocionales, sociales y funcionales de una persona con lesión cerebral y, tal como afirman diversos especialistas, impacta notablemente en la reducción de las dificultades cognitivas, emocionales y psicosociales del paciente, logrando una mayor independencia, una reducción del estrés familiar y para algunas condiciones neurológicas, su eventual inclusión en ámbitos laborales o educativos”.
De acuerdo a la profesional, la rehabilitación holística se puede emplear para pacientes con diagnósticos de traumatismo de cráneo, Alzheimer, hasta esquizofrenia y déficit de atención -siempre considerando las particularidades de cada una de estas condiciones- y consta de un abordaje interdisciplinario en donde el tratamiento está especialmente diseñado para cada paciente considerando sus intereses y necesidades, como así también las de su familia y/o cuidador, dado que se basa en el modelo de atención centrada en la persona.
Para ello, interactúan los conocimientos y estrategias que aportan distintas disciplinas como la fonoaudiología, la terapia ocupacional y recreacional, la neuropsicología, las terapias basadas en las artes, la psicoterapia, la kinesiología, la neurología y la psiquiatría, entre otras.
“Lo que hace de esta una rehabilitación holística e interdisciplinaria es que todos los saberes se pongan a disposición del individuo y su entorno, con sus particularidades. Al considerar los aspectos cognitivos, sociales y emocionales, el tratamiento alcanza de manera más eficaz el principal objetivo: que la persona pueda comprometerse en ocupaciones significativas para su propósito de vida, logrando un desempeño lo más eficiente, seguro y autónomo posible”, asegura la Fiorino.
En línea con esto, la tendencia en rehabilitación cognitiva se orienta a implementar “intervenciones ecológicas”, que se llevan a cabo fuera del consultorio y que están inmersas en el mundo real de cada individuo, resultando una opción más atractiva e integrativa para ellos y sus familias.
Por ejemplo, para algunas disciplinas, como Terapia Ocupacional, este abordaje se utiliza de manera prácticamente exclusiva, realizando las sesiones en el contexto real del paciente, ya sea en el domicilio o comunidad. De ese modo, se logra integrar las estrategias de las otras disciplinas y se las traslada a la vida cotidiana.
Según sostienen la doctora Teresa Torralva, presidente de Fundación INECO, y la doctora María Roca, coordinadora científica de la misma institución, el proceso para una rehabilitación requiere de una evaluación inicial para identificar fortalezas y debilidades; una definición de los objetivos consensuados con el paciente y su familia y la selección de las estrategias e intervenciones a utilizar. Asimismo, las autoras del libro Rehabilitación Cognitiva, coinciden en que, por último, se necesita definir la forma en que se va a medir el impacto que la rehabilitación tenga en el objetivo a trabajar.
De este modo, implementando tratamientos que tengan un enfoque holístico, a partir de la complementación y el trabajo conjunto de diferentes áreas, se podrá llevar a cabo una rehabilitación integral para el paciente, la cual contribuirá a que logre tener un mayor bienestar.
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