Las autoridades de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos se encuentran investigando un brote producido por una bacteria resistente a los antibióticos, que se encontró en gotas para los ojos que ya fueron retiradas del mercado. En el último recuento oficial, se registraron 68 infecciones, tres muertes y ocho casos de ceguera.
A su vez, desde los CDC detallaron que cuatro pacientes debieron someterse a una cirugía para extirparles un globo ocular a causa de las infecciones. El brote, que fue detectado en enero, es considerado particularmente preocupante porque la bacteria que lo provoca, conocida como Pseudomonas aeruginosa, es resistente a los tratamientos estándar. De acuerdo a la información oficial, se han identificado casos en 16 estados del país, entre ellos, California, Nueva York, Illinois, Texas y Pensilvania.
Los principales síntomas detectados hasta el momento fueron secreciones amarillas, transparentes o verdes; sensación de tener suciedad en el ojo; dolor y malestar; sensibilidad a la luz y visión borrosa, entre otros. Bajo estos preceptos, el CDC llamó a buscar atención médica de inmediato a quienes experimentaron estos signos y han usado gotas para los ojos en los últimos días. “Se están realizando pruebas de botellas sin abrir para ayudar a evaluar si se pudo haber producido contaminación durante la fabricación”, precisaron en un comunicado.
Una de las gotas que fue retirada del mercado -marca EzriCare- es descrita como “de larga duración para refrescar, calmar e hidratar los ojos secos e irritados” y está compuesta, principalmente, por carboximetilcelulosa sódica y otros ingredientes inactivos como ácido bórico y cloruro de potasio, entre otros. El otro producto oftálmico -Delsam Pharma- que también fue apartado de circulación tiene una composición similar y es ofrecido como “lágrimas para los ojos que refrescan, lubrican e hidratan”.
En ambos casos, el fabricante de las gotas es una empresa farmacéutica de India, un país en el que la bacteria Pseudomonas aeruginosa, comúnmente, se relaciona con brotes en hospitales y se puede propagar a través de las manos o de equipos médicos contaminados.
En diálogo con Infobae, el médico oftalmólogo Gustavo Bodino, presidente de la Cámara de Medicina Oftalmológica (CAMEOF), consideró: “Este brote ha sido indudablemente por un error o contaminación en el proceso de manufactura del producto, que debería salir estéril al mercado. La pseudomona es uno de los gérmenes más agresivos y suele generar infecciones muy graves y resistentes. Se reproduce muy rápidamente y genera mucho daño”.
En segundo término, Bodino sostuvo: “La pseudomona, a veces, se puede encontrar en pacientes descuidados o con poca higiene en los lentes de contacto y puede provocar la perforación de la córnea en 24 horas. Es un germen tremendamente agresivo y provoca la muerte si se llega tarde a la consulta”.
“Los colirios son todas las medicaciones destinadas a ser colocadas en el ojo -explicó Bodino- y para que no se contamine no se deben almacenar muchos meses. Es decir que tienen que ser abiertos y utilizados en una semana, 15 días o un mes si es un caso de glaucoma. Además, no hay que dejarlos abiertos o guardarlos en la cartera o en lugares con poca higiene. O, por ejemplo, si se cae la tapa al piso y la volvemos a colocar, le estamos dejando cualquier virus o bacteria”.
De todos modos, el profesional llamó a “no generar preocupación porque estos brotes como el de Estados Unidos no son frecuentes. No hay que automedicarse y hay que ir al oftalmólogo para que nos dé gotas”.
Comúnmente denominada P. Aeruginosa, esta bacteria puede ser altamente resistente a los antibióticos y puede causar infecciones con riesgo de vida. Por lo general, las infecciones se dan en ámbitos hospitalarios y afectan a personas que tienen sistemas inmunes más débiles. Asimismo, puede producir daños en el tracto urinario y causar sepsis o neumonía. Una de las pocas formas de atacar a esta superbacteria es utilizar antibióticos de acuerdo con lo prescripto por el médico tratante.
Por su parte, el doctor Germán Bianchi, oftalmólogo y jefe de trasplante de córnea en Clínica Nano, añadió: “En Argentina no han existido reportes de algo similar al brote de Estados Unidos. La ANMAT es quien se encarga de verificar estos aspectos y es una entidad regulatoria muy eficiente en su actividad. Igualmente, son accidentes, que como hemos visto, suceden y superan al control de la FDA (la entidad regulatoria de Estados Unidos)”.
Actualmente, desde los CDC se encuentran monitoreando los casos e investigando si las infecciones avanzan en otras regiones del país. Desde que comenzó esta problemática, cuatro marcas de gotas oftálmicas -contando las dos identificadas en el brote- fueron retiradas del mercado, aun sin tener relación con la bacteria P. Aeruginosa.
En un informe científico publicado el 22 de marzo en la revista JAMA ophthalmology se describió uno de los casos de este brote. “Una mujer de 72 años consultó por pérdida de visión en el ojo izquierdo de una semana de evolución, e informó el uso de colirios multiusos de venta libre para el síndrome de ojo seco bilateral”. De acuerdo a la información oficial, las personas que sufrieron la infección por esta bacteria notificaron haber usado varias marcas de gotas, aunque las más frecuentes fueron las dos mencionadas anteriormente.
“Los centros o proveedores que ya hayan administrado las dos lágrimas artificiales a sus pacientes deben controlar los signos y síntomas de infección y realizar cultivos y pruebas de susceptibilidad antimicrobiana cuando esté clínicamente indicado. Además, Los proveedores de atención médica que tratan infecciones deben consultar con un especialista con conocimientos en el tratamiento de bacterias resistentes a los antibióticos para determinar la mejor opción de tratamiento”, señalaron desde los CDC en un comunicado.
Y sumaron: “Los CDC están colaborando con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los departamentos de salud estatales y locales para investigar este brote multiestatal . La cepa del brote nunca se había informado en los Estados Unidos antes”.
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