Es el tema de estos días no solo por lo alto de la temperatura, si no porque no cesa. Tema y composición en la calle y en todos los hogares, con amigos, la familia o el vecino: el calor. Según los expertos consultados por Infobae, si bien los efectos del calentamiento global pueden ser parte de este escenario al rojo vivo, esta ola de calor se trata de un fenómeno extraordinario.
A 10 días de finalizar uno de los veranos más secos por los que atravesó el país, el calor sigue sin dar respiro y este viernes, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores se mantienen bajo alerta roja, con temperaturas extremas y potencialmente peligrosas para la salud. Un dato que alarma: pasadas las 15 de esta tarde, la sensación térmica alcanzó los 41.2°C.
Otro dato que preocupa es que el pronóstico extendido indica que el fin de semana la ausencia de lluvia seguirá presente y las altas temperaturas continuarán: para mañana, se espera un cielo cubierto, con una mínima de 23°C y una máxima de 37°, que llegarán de la mano de vientos de entre 42 a 50 kilómetros por hora desde el noreste por la noche. Para el domingo el tiempo se mantendrá en la misma tendencia, aunque con temperaturas de entre 26 y 36 grados.
La alerta roja para el territorio fue emitida hoy por el organismo dependiente del Ministerio de Defensa, a través de su sistema de alerta temprana, con el objetivo de advertir por el “efecto extremo” que las altas temperaturas aturas podrían causar en la salud de toda la población, incluso en las personas más saludables.
Frente a ese escenario, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires confirmó a Infobae que se registró un incremento del 15% en las consultas asociadas con las altas temperaturas en las últimas dos semanas.
Además de la Ciudad de Buenos Aires, la alarma también rige para la capital bonaerense de La Plata, y las localidades de Ensenada, Berisso, Brandsen, Cañuelas, Oeste de Magdalena, San Vidente, Esteban Echeverria, Ezeiza, La Matanza, Merlo, Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora, Presidente Perón y Quilmes.
“En el Servicio Meteorológico Nacional se dispone de Estadísticas de duración de “Olas de Calor” desde hace más de 30 años cuando experimentalmente se encontró una relación matemática entre la temperatura del aire y el contenido de humedad del mismo de manera directa. El cálculo de la ST se efectúa a partir de un valor alto de la temperatura, igual o mayor que 30 ° y humedad relativa del 40 %. Lo más destacado de la “Ola de Calor” es además de la duración de la misma, el registro de la temperatura mínima por encima de 23 ° durante más de tres días consecutivos”, comienza explicando a Infobae, el licenciado Eduardo Piacentini, ex Director del Departamento Cambio Climático Global y actual profesor Titular de Estadística en la facultad de Administración y Economía de la Universidad de la Marina Mercante.
Ahora bien, ¿por qué hace tanto calor? ¿Cuál es la razón de estas altas temperaturas? “Las centrs de calor se producen por la estabilidad de la masa de aire presente en una determinada región por un prolongado período de tiempo, técnicamente se lo conoce como situación de Alta presión atmosférica, que produce un “bloqueo” tal que no permite el desplazamiento de las masas de aire en una muy extensa superficie del país. Son fenómenos naturales de la circulación general de la atmósfera”, dice Piacentini.
“Esta ola de calor que se inició en el centro de la Argentina el 28 de febrero tiene sus razones, básicamente por lo que los climatólogos llamamos un bloqueo atmosférico que no es otra cosa que una alta presión o un anticiclón en el Océano Atlántico estancado por decirlo de alguna manera, lo que hace que el aire del Norte sea mucho más caluroso y húmedo, llegue y se estanque, entre comillas, en la zona central de la Argentina, no dejando además que los frentes fríos que vienen del Sur o del sudoeste, lleguen a esta región a cambiar las temperaturas”, dice por su parte a Infobae en la misma línea Alfredo “Alpio” Costa, climatólogo.
¿Por que el calor perdura tanto tiempo?
Costa explica: “Probablemente se haya sostenido tanto en el tiempo por que este bloqueo atmosférico no ha dejado de actuar y este anticiclón en el Océano Atlántico sirve justamente de bloqueo para el frente frío que vienen del Sur y el sudoeste. Al no correrse, al no moverse, al no seguir la dinámica habitual de los ciclones y los anticiclones, se produce este bloqueo, lo que genera lo que estamos viviendo ahora en la Argentina. Por ahora los modelos están dando un alivio y la entrada de un frente frío el fin de semana que viene, o sea que todavía hay que pasar toda la semana que viene de calor. Entre mañana sábado y el día lunes se viene lo más importante, es una especie de mini ola de calor dentro de una gran ola de calor, que inició el 28 de febrero. Esta mini ola de calor que empezó hoy, pero se acentúa mañana sábado, va a correr hasta el día lunes. A partir del martes, van a bajar un poco las temperaturas máximas, pero el ambiente cálido y húmedo tropical va a seguir entre nosotros y el verdadero cambio por ahora los modelos lo dan para el fin de semana que viene”, agrega Costa.
“De los registros que se tienen en cuanto a duración es alrededor de 4 á 5 días consecutivos, este actual es excepcional, seguro será materia de estudio. Puede estar o no asociada al intenso calentamiento global de la atmósfera que está dando como resultado fenómenos atmosféricos más severos y más frecuentes dentro de lo que se ha establecido en denominar en la Organización Meteorológica Mundial (OMM) Secretaria de la ONU, como Cambio Climático Global”, explica Piacentini.
Y suma: “Asimismo, toda esta extrema situación sinóptica, mal llamada climática, es muy probable que esté asociada a la “circulación regional de La Niña” que, por tercer año consecutivo, estamos registrando en nuestras latitudes, con los efectos perjudiciales que se observan en la producción agropecuaria que se reflejarán en la economía de nuestra sociedad”.
El meteorólogo Matías Bertolotti, habla de un fenómeno extraordinario que estamos viviendo. “Si tomamos todo el periodo de verano, pero más allá de lo que se le llama verano, de todo el periodo que pueda hacer calor, de noviembre a marzo, se encuentra que es extraordinario lo que ha sucedido en este periodo de verano. Porque desde noviembre que venimos teniendo olas de calor. De hecho a nivel nacional se estaría empezando a concretar ahora la ola de calor número 10. Hay años que no se alcanzan ni a tener dos olas de calor a nivel nacional. Y la Ciudad de Buenos Aires estaba comenzando hoy oficialmente su ola de calor número 5. O sea, 10 a nivel nacional de las cuales de esas 10, en cinco la ciudad no estuvo. En este caso la mitad estuvieron en Buenos Aires lo cual es un valor realmente increíble”, explica el experto a Infobae.
¿Qué es un evento extremo en meteorología? “Los eventos extremos en meteorología son los que se estudian aparte, independientes, porque ocurren cada mucho tiempo. Un evento extremo te puede ocurrir cada 50, 60, 70 o 100 años. Un ejemplo rápido, la nevada en la Ciudad de Buenos Aires. Que nieve en la Ciudad de Buenos Aires se trata de un evento extremo, ocurrió en 1917 y después volvió a ocurrir en el 2007. Los eventos extremos tienen que ser tratados de manera independiente porque un evento extremo puede suceder independientemente de lo que la macro te esté dominando”, agrega Bertolotti.
¿Tiene entonces que ver el calentamiento global con este calor? No necesariamente según Bertolotti. “La macro te puede estar dominando en el calentamiento global, cambio climático, el planeta caliente, que es cierto lo está. Ahora, este evento extremo puede darse con o sin calentamiento global. O sea, si el calentamiento global no existiera y hoy estuviésemos en una era más fría, este evento puede ocurrir igual porque es un evento extremo. Los eventos extremos suceden en cualquier momento. Lamentablemente los conocemos pocos, porque al suceder cada tanto, es muy probable que en toda la República Argentina no se vuelva a vivir nunca más este verano”, dice el experto.
Conociendo los eventos extremos, asegura el experto, podemos decir que un evento de este tipo sucede cuando se combinan determinados factores a la misma vez que, por cierto, es muy raro que eso suceda. “¿Qué pasó este año? el fenómeno de “La Niña”, dice Bertolotti. “Ese es el factor número uno. El fenómeno de La Niña fuerza una circulación de vientos que te disminuye la lluvia en el centro noreste de Argentina y te aumenta la temperatura. Pero la gente se preguntará: el año pasado también hubo un fenómeno de La Niña y muchas veces ocurre en fenómenos de la Niña. ¿Y por qué no pasó esto en esas en esas oportunidades? La atmósfera se rige por muchos a fenómenos, a veces te domina uno, pero en general vos estás dominado por muchas cosas a la vez”, dice el experto.
Y ejemplifica: “La circulación de vientos alrededor de la Antártida que dependiendo de cómo se de, afecta de una u otra manera. Otro ejemplo, la circulación en el Atlántico, que dependiendo como se dé, afecta de una u otra manera. Ejemplo, la propia variabilidad interna de la atmósfera. La atmósfera se rige por dos motores, uno por el que interactúa con el suelo, o sea mar y tierra, y la otra por sí sola, que es la incontrolable. Por eso hace muy impredecible los pronósticos a largo plazo, llámese a 2, 3, 4 meses, porque no se puede predecir qué le va a pasar al motor interno de la atmósfera, te mete algo y te rompe todo”.
Entonces ¿qué hacen estos factores generalmente cuando está la Niña o cuando está el Niño? “Están también andando. Entonces de repente tenés a la Niña que se concentra en un mes de manera fuerte, de repente al siguiente mes, aparece una circulación en la Antártida, la propia variabilidad interna de la atmósfera rompe el esquema de la Niña y te llueve durante 15 o 20 días. Después vuelve, pero por lo menos llovió y bajo la temperatura”, explica Bertolotti.
¿Cómo termina todo esto? “Con la llegada del otoño”, dice el especialista. “Esto se terminaría la semana que viene, primero con episodios de lluvia de martes al fin de semana, y luego con descenso ya más marcado de temperatura y probablemente poniendo fin a estos 4 largos increíbles meses de calor”, cierra el experto.
Costa deja una explicación más en relación al cambio climático y este calor sofocante: “Sabemos que el cambio climático tiene un efecto en las olas de calor, en las tormentas más intensas y más frecuentes. Simplemente uno lo puede entender esto pensando en un planeta en el que la temperatura promedio está subiendo, las oscilaciones naturales que sufre la temperatura, el sube baja de las temperaturas a lo largo de los días, a lo largo de los meses, a lo largo de los años, también va subiendo con esa temperatura media. Entonces se va a encontrar cada vez que suba con picos nuevos, generando olas de calor inéditas, que antes no existían. De todas maneras para poder decir si un evento de ola de calor como este específico, porque este es un evento climático extremo sin lugar a dudas por la época del año, es debido al cambio climático, lo que hay que hacer una vez que haya sucedido o terminado, es hacer un estudio de atribución. Con estos estudios de atribución, lo que se hace es comparar la probabilidad de ocurrencia que tiene esta ola de calor que sucedió en un mundo real con calentamiento global y en un mundo hipotético contra fáctico sin calentamiento”.
Recomendaciones a tener en cuenta para sobrevivir al calor sofocante
Ante este tipo de fenómenos climáticos, desde el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan una serie de cuidados para que las personas no sufran tanto las altas temperaturas. Entre ellos se destacan:
- Aumentar el consumo de agua sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.
- No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 10 y las 16 horas)
- Prestar atención a los bebés, niños y niñas y a las personas mayores.
- Evitar las bebidas con cafeína, con alcohol o muy azucaradas.
- Evitar comidas muy abundantes.
- Ingerir verduras y frutas.
- Reducir la actividad física.
- Usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero, anteojos oscuros.
- Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
- Recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor y sólo los métodos clásicos, citados arriba, pueden prevenirlo y contrarrestarlo.
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