La ciencia argentina se caracteriza, entre otras cosas, por sus constantes aportes a la salud de la humanidad. Recientemente, hubo novedades que dan cuenta de aquello. Es que los investigadores del CONICET, Marco Cacciabue y Débora Marcone, desarrollaron una herramienta bioinformática que funciona con inteligencia artificial para realizar de forma rápida y precisa la clasificación de los virus de influenza A y B de personas que cursaron la enfermedad.
Aquellos patógenos se cuentan entre los principales agentes causantes de infecciones respiratorias agudas como gripes, neumonías y otros cuadros que, en general, derivan en una gran cantidad de patologías y muertes a nivel mundial.
Este test no es el único que aportaron las mentes brillantes del país en el último año. Por caso, en octubre de 2022, un equipo de científicos confeccionó el primer kit diagnóstico de la Escherichia Coli; un proyecto fundamental para combatir el avance del Síndrome Urémico hemolítico (SUH). A su vez, en febrero del mismo año, cinco investigadoras del CONICET elaboraron un kit serológico para detectar los anticuerpos contra el COVID-19. Infobae confeccionó una guía repasando el desarrollo de cada uno de estos trabajos argentinos que están ahora disponibles para la salud mundial.
Cuáles son los últimos test que se desarrollaron con ciencia argentina
1-Virus influenza A y B. Denominado INFINITy, este desarrollo contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) -que está bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación- y fue presentado en la revista científica Influenza and other respiratory viruses.
INFINITy se desarrolló para clasificar las secuencias de esos patógenos aislados a partir de muestras respiratorias humanas y para contribuir con el estudio de su evolución en el tiempo y por regiones a nivel mundial. Para testear su funcionamiento, se puso a prueba la herramienta utilizando secuencias virales de influenza provenientes de todo el mundo descargadas de una base de datos de secuencias públicas llamada GISAID.
Una de las investigadoras a cargo del trabajo, Débora Marcone, quien integra el Instituto de Investigaciones en Bacteriología y Virología Molecular (IBaViM) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, destacó: “A diferencia de programas de mayor complejidad y que incluso demoran mayor tiempo y son computacionalmente demandantes, nuestro desarrollo permite clasificar los virus de influenza A y B humanos de manera rápida, sencilla y precisa”.
En segundo término, la investigadora argentina añadió: “Estos virus tienen una gran capacidad de mutar su genoma y los cambios que se van produciendo y acumulando son los que dan origen a nuevas variantes. El estudio de los genomas virales es relevante para determinar si han aparecido nuevas variantes además de monitorear las existentes, si los métodos diagnósticos siguen siendo adecuados para su detección e incluso reformular la composición de las vacunas cuando es necesario”.
“Cuando hicimos el testeo el resultado fue muy alentador y arrojó una precisión mayor al 99 por ciento”, describió, por su parte, Cacciabue, científico de la Universidad Nacional de Luján y del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IABIMO, CONICET-INTA).
INFINITy cuenta con dos modelos, “FULL HA” y “HA1″, para permitirle a los usuarios y a las usuarias clasificar secuencias del gen de la proteína viral “hemaglutinina” (HA) o de su región parcial HA1, dado que ambas regiones genómicas son ampliamente utilizadas en el mundo para estudios de epidemiología y vigilancia.
2-Escherichia Coli. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina presenta la mayor tasa de casos en el mundo de Síndrome Urémico hemolítico (SUH) en menores de 5 años. En ese marco, en octubre del año pasado, investigadores argentinos desarrollaron el primer kit diagnóstico de la Escherichia Coli, la pieza fundamental que le faltaba a este trágico rompecabezas que desata el SUH en la población pediátrica. Se trata de un test que brinda los datos a partir de una gota de sangre.
El equipo científico de la empresa Chemtest, que lidera el doctor Diego Comerci, creó esta herramienta para mejorar la detección temprana del SUH, en colaboración con el Instituto Malbrán, que es el centro de referencia nacional para el SUH. El diagnóstico se obtiene en 10 minutos y el test es tan simple que, además, resuelve otro gran desafío de la enfermedad: descubrir una solución que se pueda usar tanto en un laboratorio como en cualquiera de los lugares más recónditos del mundo sin que haya un profesional.
En aquel entonces, Infobae dialogó con Comerci para conocer detalles de este método diagnóstico: “La enfermedad SUH es un combo explosivo y la clave está en la detección temprana, porque no existen fármacos específicos para tratarla. Los métodos de diagnóstico actuales son lentos y los síntomas iniciales son poco claros, diarrea, dolores abdominales y vómitos. Bajo estos preceptos, el investigador destacó: “En esta enfermedad es fundamental evitar el uso de antibióticos, y es muy importante el diagnóstico precoz. La única forma que el médico tiene para saber que no es una diarrea común, sino una infección causada por Escherichia Coli O157 u O145 es usar este tipo de test”.
“Es importante la detección temprana porque una de las cosas que hay que evitar con esta enfermedad es el uso de antibióticos, ya que la diarrea que provoca la Escherichia Coli no es común y el antibiótico puede exacerbar el daño y conducir al agravamiento del caso”, cerró Comerci.
3-COVID-19. Si bien desde el inicio de la pandemia grupos de investigadores desarrollaron otros tests para coronavirus, en febrero del año pasado, cinco científicas elaboraron el primer producto médico que se licenció desde el CONICET para su producción y comercialización a una entidad pública, Laboratorios Chaqueños S.A. Las investigadoras a cargo de este desarrollo pertenecen al CONICET, al Instituto de Virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y a la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPaz).
Denominado “Serocovid-Federal”, el kit cuenta con la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Esta clase de prueba puede detectar los anticuerpos generados por el sistema inmune del organismo humano o animal después de haber adquirido la infección por el coronavirus.
Para hacer el desarrollo del test, las investigadoras contaron con el apoyo de la Agencia I+D+i, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, que depende del Ministerio de Salud de la Nación.
“Somos amigas desde hace más de 20 años y cuando empezó la pandemia nos pusimos a pensar en aportar una solución. Queríamos desde el principio que el resultado de nuestro trabajo pudiera ser transferido a una empresa pública”, le había contado a Infobae la científica Alejandra Capozzo, del Conicet y el INTA. Su amiga es Leticia Bentancor, investigadora independiente en biotecnología de la Universidad de José C. Paz (UNPAZ). También en el grupo que desarrolló el kit estuvieron Nancy Cardoso, Carla Rivero, y Cecilia Truco
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