Gracias a la innovación científica se han logrado avances impensados en el diagnóstico, el tratamiento y cuidado de los pacientes con cáncer en los últimos años, sin embargo, aún hoy su abordaje es uno de los más grandes desafíos globales de salud. Existen más de 200 tipos de cáncer diferentes y cada uno debe ser diagnosticado y abordado de manera específica.
Ante este escenario, los tratamientos innovadores cumplen un rol clave en el aumento de la expectativa de vida de las personas diagnosticadas con cáncer que se ha logrado en las últimas décadas, previniendo millones de muertes en todo el mundo.
Para tomar dimensión de los avances de la investigación académica científica contra las enfermedades oncológicas, de los más de 9.000 compuestos que se encuentran en diferentes etapas de investigación en todo el mundo, alrededor de un tercio, 3.148, corresponden a desarrollos contra el cáncer.
Estas cifras fueron reveladas por la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), que representa a las empresas farmacéuticas y biotecnológicas que desarrollan y comercializan medicamentos innovadores en el país. En el Día Mundial contra el Cáncer que se celebró el 4 de febrero, la entidad aportó datos de dos reportes internacionales que muestran el impacto de los avances en medicamentos contra las enfermedades oncológicas.
“El cáncer hoy es una problemática completamente diferente a lo que era décadas atrás. Hoy, entendemos al cáncer a nivel molecular, con lo cual los diagnósticos son mucho más específicos y consecuentemente, también lo es el tratamiento”, explicó la doctora Susana Baldini, directora médica de CAEME.
“Se han logrado avances inimaginables en el manejo del cáncer, pero sigue siendo la segunda causa de muerte a nivel mundial y también en nuestro país. Eso explica que un tercio de la investigación siga abocada a intentar encontrar y brindar cada vez mejores respuestas”, agregó la especialista.
En los últimos 20 años, se aprobaron a nivel mundial 215 medicamentos oncológicos con mecanismos de acción innovadores, diferentes de los existentes; 104 de ellos, llegaron en los últimos 5 años, lo que refleja el impulso que ha tenido la investigación en cáncer recientemente.
Asimismo en los últimos 5 años, dos tercios recibieron indicaciones para tumores sólidos y el resto para enfermedades oncohematológicas. “Hablamos en términos globales, partiendo de las cifras publicadas en dos reportes recientes y muy serios, pero afortunadamente en Argentina se han visto esfuerzos por acompañar el ritmo de la innovación y la enorme mayoría de los medicamentos que están disponibles en el mundo también lo están en nuestro país”, aclaró la doctora Baldini.
Los casos de cáncer de mama, colorrectal, pulmón, próstata y riñón, en ese orden, siguen siendo los más frecuentes en Argentina, y -en líneas generales- sucede lo mismo en el resto del mundo. Sin embargo, dos tercios de los más de 3.000 compuestos en investigación corresponden a tipos de cáncer poco frecuentes.
De hecho, para tener una referencia, de las 22 moléculas con mecanismos de acción diferentes de los existentes que fueron aprobadas en 2021 en los Estados Unidos, 16 obtuvieron la designación de drogas huérfanas, que son aquellas para tipos o subtipos poco frecuentes.
Por otro lado, cada vez más medicamentos oncológicos se aprueban en forma acelerada: según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos en 2021 los fármacos oncológicos representaron el 64% de los medicamentos autorizados (en 2017 eran el 37%). Esto significa que tal vez no hayan completado toda la etapa de investigación, pero se aprueban porque han mostrado indicios de beneficio suficientes como para no demorar su disponibilidad, en aquellos casos en los que no se cuenta con otras opciones terapéuticas.
“Es algo habitual y, como muestra la estadística, cada vez más frecuente: se realizan registros bajo condiciones especiales que luego se amplían cuando se va completando la evidencia de seguridad y eficacia, a la vez que se sigue más de cerca a los pacientes que lo reciben. También, al atacar blancos moleculares, en muchos casos puede un fármaco luego aprobarse para un cáncer en otra locación, siempre que la estirpe celular muestre el mismo comportamiento; esto se valida con otros estudios clínicos (por ejemplo, en carcinomas)”, explicó la directora médica de CAEME.
Casi la mitad de los medicamentos aprobados contra el cáncer fueron de administración por vía oral, que facilitan su administración extrahospitalaria, lo que es más cómodo para el paciente y además evita internaciones u horas en hospitales de día, con los costos adicionales que eso representa para el sistema de salud.
Hacia una medicina personalizada
En las últimas décadas, los estudios clínicos en cáncer se focalizaron en desarrollar opciones para los estadios avanzados y metastásicos, priorizando la necesidad insatisfecha existente para esa población de pacientes; aún hoy representan la enorme mayoría de los tratamientos en investigación (89%).
Sin embargo, el número de aquellos que estudian vacunas preventivas contra el cáncer o medicamentos para estadios tempranos (que representan el 11% restante) se duplicó en los últimos años.
Las nuevas herramientas y técnicas científicas fueron reduciendo exponencialmente los costos, por ejemplo, la secuenciación genética, que permite a los profesionales de la salud tratar el cáncer de cada paciente de una manera individualizada, con los tratamientos que serán más efectivos para esa persona.
Cómo mejoró la tasa de sobrevida de los pacientes
Las tasas de sobrevida a 5 años del diagnóstico, para distintos tipos de cáncer ha crecido significativamente en los últimos años, en buena medida gracias al desarrollo de tratamientos. A continuación, cómo evolucionó la situación a partir de una medición tomada entre los años 1991-2000 y su actualización entre 2011-2017, según los datos de CAEME:
· Cáncer en general, del 48 al 66%
· Cáncer de piel, del 90 al 94%
· Cáncer de mama, del 79% al 88%
· Cáncer de próstata, del 74% al 88%
· Cáncer de tiroides, del 74% al 85%
· Cáncer de colon, del 54% al 66%
En esta línea, se destaca la importancia de los cuidados paliativos, una disciplina en constante evolución y cada vez más importante en adultos y niños. Se trata de la asistencia holística a pacientes con el objetivo de mejorar su calidad de vida, incluyendo el alivio del dolor y el evitar el sufrimiento.
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