En los últimos años se puso de moda el uso de botellas fabricadas para ser rellenadas. Lo que ocurre es que el material que se usa para su fabricación es más resistente a roturas que el plástico, por lo que es más difícil que encontremos pequeñas grietas en las que se puedan acumular bacterias.
Ninguno de los materiales empleados para su fabricación contiene bisfenol A, ftalatos u otras sustancias tóxicas aunque los riesgos de su uso son igualmente de tipo microbiológico, por lo que es recomendable lavar las botellas después de su uso.
En cuanto a las botellas de vidrio y acero inoxidable, tampoco aportan ningún contaminante químico y, además, presentan la ventaja de que los microorganismos se adhieren más difícilmente a estos materiales, por lo que su contaminación microbiana suele ser menor y por lo que serían más recomendables que las de plástico.
Sin embargo, estas cualidades no las eximen de que se descuide la limpieza y las medidas higiénicas adecuadas. “Muchas personas recargan sus botellas de dispensers o canillas sin detenerse a realizar una correcta limpieza con detergente o incluso un poco de alcohol para inactivar microorganismos. Este tipo de artículos están en contacto directo con la boca y por ende, con microorganismos patógenos”, advirtió en diálogo con Infobae el ingeniero Martín Piña, director de la carrera de Ingeniería en Alimentos de Fundación UADE.
Según un estudio realizado con botellas reutilizables de deportistas y publicado en Journal of Exercise Physiology, el 90% de ellas estarían contaminadas. Para realizar el análisis, se examinaron 60 botellas de plástico con agitador, 30 nuevas y 30 reutilizadas.
Los datos mostraron que las botellas nuevas no presentaban ningún tipo de contaminación bacteriana y que, por el contrario, el 83% de las reutilizadas sí. En cuanto al tipo de bacterias, la principal fue, en el 27% de los casos el staphylococcus aureus, presente en el 30% de la nariz de personas sanas; en el 17%, la escherichia coli, presente en el tracto gastrointestinal, normalmente sin ocasionar daños; y, en el resto, el acinetobacter sp, pseudomonas sp, Serratia sp y Proteus vulgaris.
Para prevenir este tipo de infecciones en las botellas de agua normales éstas no se deberían usar cuando estén deterioradas y, en todo caso, habría que lavarlas después de cada uso. En el caso de las recargables sólo se podrán utilizar hasta que veamos algún tipo de alteración física en las mismas.
4 claves para higienizar las botellas correctamente
1. Lo primero que hay que tener en cuenta es el material de cada botella.
“Una cosa son las hechas de plásticos de un solo uso (con mayor porosidad) y otra son las fabricadas para ser reutilizadas, generalmente hechas de plástico, vidrio y acero inoxidable. Cuánto más liso sea un material mejor es para almacenar un alimento. Por eso, el más recomendado es el acero”, remarcó Piña.
2. Lavado
Independientemente del tipo de botella que optemos por usar, todas las botellas reutilizables deben lavarse una vez al día o después de cada uso. Es importante destacar que cuanto más tiempo estén sin lavar, más riesgo hay de que los microorganismos se multipliquen y lleguen a estar en cantidades peligrosas.
3. Forma del lavado
De acuerdo con el experto, el lavado debe hacerse “con agua caliente y detergente, y en algunas ocasiones con un poco de alcohol. También puede realizarse con cepillos o esponjas especiales para botellas y termos. Yo cargo la mía con agua tibia y detergente, la cierro y agito bien, para después enjuagarla por completo y volver a rellenarla”.
4. Uso personal
“Lo más importante que debemos saber es que son artículos de uso personal y no deben compartirse. Por último, aconsejo siempre rellenarlas con agua potable y de calidad”, finalizó el especialista.
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