La fiesta histórica que se vivió ayer, 20 de diciembre, durante la caravana de la Selección nacional para celebrar la Copa del Mundo conquistada en Qatar, dejó algunos efectos indeseados tanto en jugadores como en hinchas: las quemaduras, la insolación y los golpes de calor. Alejandro “Papu” Gómez, mostró en sus redes sociales los efectos en su piel del sol tomado durante las horas que compartió con sus compañeros en un micro descapotado que recorrió a paso de hombre un breve tramo del Área Metropolitana de Buenos Aires. Pero ese sol abrasador con casi 30° de temperatura lo vivieron y sufrieron, por supuesto, también los millones de hinchas en las calles.
Tantas horas a pleno rayo del sol tuvieron efecto en los futbolistas. Muchos de ellos terminaron con signos de insolación y el que aprovechó sus redes sociales para mostrar cómo quedó al finalizar la jornada fue Papu Gómez. En un video que subió a su cuenta de Instagram se puede ver las diferentes tonalidades de su piel. Incluso le quedó la marca blanca donde llevaba colgada su medalla de campeón del mundo. “Necesito aloe vera”, escribió el volante del Sevilla y sumó un emoji de risa, aunque su cara en el video mostraba gran seriedad.
Algunos de los síntomas habituales ante la exposición excesiva al sol son el enrojecimiento de la piel, la picazón, erupciones cutáneas y dolor corporal. Los expertos del centro de salud estadounidense Mayo Clinic aconsejan, tras exponerse sin protección a los rayos ultravioletas (UV) del sol, descansar en ambientes frescos o cerrados y enfriar el cuerpo con paños de agua fría o con una ducha fresca.
Según esta reconocida clínica, los golpes de calor pueden aparecer, entre otras cosas, por beber alcohol en exceso, ya que puede afectar la regulación de temperatura corporal; por deshidratación, al no poder recuperar el líquido que se pierde con el sudor; o por usar mucha ropa, evitando que la transpiración se evapore para enfriar el organismo.
Cómo aliviar los dolores y los síntomas de un golpe de calor o una quemadura
-Usar cremas y lociones emolientes que lubriquen e hidraten (deben ser livianas para evitar que la piel quede pegajosa).
-Usar aceites vegetales (de coco, almendras y oliva), ya que mejoran el estado nutricional de la piel.
-Usar jabones cremosos.
-Luego de bañarse, secar la piel con palmaditas para no rasparla.
-Los productos hipoalergénicos, porque protegen la piel y no tienen riesgo de toxicidad.
-Beber mucha agua: se recomienda entre 2 y 3 litros diarios (no reemplazar el agua por infusiones, jugos o gaseosas). La sensación de sed es el primer indicio de que se necesita aumentar la ingesta de agua.
-Mantener una dieta saludable y fresca, con la ingestión de frutas y verduras, que son fuente de vitaminas.
Golpes de calor, insolación y quemaduras por el sol: la palabra de los expertos
Anteriormente, el doctor Ramiro Heredia, médico clínico de la séptima cátedra de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, había explicado: “Hay que evitar realizar actividad física o exponerse al sol directamente en los horarios que más calienta, como las 10 o las 11 horas y las 16 o 17 horas. Además, deberíamos procurar estar en ambientes frescos, bien ventilados. Si está disponible, el uso de aire acondicionado es de gran ayuda. Los ventiladores también son útiles: estos no bajan la temperatura del ambiente, sino que mueven el aire y ayudan a sacar la humedad que nos rodea, lo que hace que nos sintamos más frescos”.
En este contexto, los profesionales del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Ciudad de Buenos Aires aconsejan buscar los lugares más frescos, priorizar los espacios verdes, evitar horarios donde el sol es más fuerte y llevar una alimentación e hidratación adecuadas para disminuir las molestias.
“Clásicamente, la enfermedad por calor la hemos descrito en adultos mayores; niños pequeños; embarazadas; individuos con enfermedades crónicas; personas que consumen ciertos fármacos y drogas de abuso; en deportistas sin enfermedades, pero sometidos a una gran carga física en temperaturas extremas, como, por ejemplo, durante una maratón. Hoy, sabemos que el calor afecta a todos”, añadió Heredia.
Según Heredia, “cuando nos exponemos a altas temperaturas aumenta la frecuencia cardíaca, con palpitaciones, y la frecuencia respiratoria, al tiempo que baja la tensión arterial. También puede presentarse sensación de falta de aire por edema pulmonar. A su vez, la boca se vuelve seca y pastosa, y la sed es intensa. Otros síntomas incluyen que la piel se ponga roja, caliente, inicialmente húmeda por la intensa sudoración, pero luego, por la importante pérdida de líquidos, esta se vuelve seca. Una vez que se presenta el golpe de calor, es un cuadro grave, que requiere de atención médica urgente, con riesgo de vida y de secuelas”.
Cabe repasar que el golpe de calor es una forma grave de lesión. Se trata de un trastorno generado por el aumento de la temperatura corporal ante la exposición prolongada a jornadas muy calurosas. En estas situaciones, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura, que habitualmente debería mantenerse entre los 63°C y los 37.5°C. De no ser así, el organismo puede perder la capacidad de eliminar el calor, tanto el que genera el metabolismo como el absorbido desde el ambiente.
Por su parte la doctora Stella Maris Cuevas (MN 81701) médica otorrinolaringóloga, experta en olfato y alergista, le había explicado a Infobae: “Algunas personas pueden presentar erupciones luego de la exposición a la luz solar o a otras fuentes de radiación ultravioleta (UV). Las erupciones más comunes son las de tipo polimorfo lumínico”. Es decir que se presenta “en forma de diminutas ronchas o manchas inflamadas con un ligero relieve en la piel”, según la Clínica Mayo.
En segundo término, la especialista señaló: “El caso leve, en general, tiende a desaparecer sin tratamiento. Los casos moderados a graves suelen tratarse con medicación antialérgica, a veces junto con corticoides por vía oral y, como en todos los casos, tratamiento local”.
De acuerdo a Cuevas, la exposición a la luz solar puede causar signos y síntomas como picazón, urticaria, eritema (enrojecimiento) en la zona, ampollas y pequeños bultos que se aprecian a la inspección y al tacto; los cuales pueden fusionarse y formar una pápula (roncha) con relieve.
Seguir leyendo: