En la Argentina, desde el inicio de la pandemia, se han notificado 9.721.718 casos y 130.011 fallecimientos. Desde la semana pasada, el promedio semanal de casos confirmados de COVID-19 fue 158 si se tiene en cuenta la fecha de inicio de los síntomas de las personas afectadas. En la semana anterior, habían sido 127 casos. Un cambio que significa que hubo un aumento del 24% en el promedio de casos notificados semanalmente por el Ministerio de Salud de la Nación.
La cantidad actual de pacientes internados es la más baja desde mayo de 2020. Las muertes por el coronavirus han ido en descenso. Desde octubre pasado, se ha registrado 1 sola muerte como promedio semanal y por fecha de fallecimiento.
Mientras tanto en otros países del mundo, hay pruebas que señalan que los llamados popularmente sublinajes “Perros del infierno” están aumentando su frecuencia en los análisis de muestras de pacientes con COVID-19.
Durante 2022, hubo varias olas de casos de COVID-19 en Argentina, aunque gracias a la alta cobertura de inmunización tuvieron un menor impacto que las de los años anteriores en cuanto a la mortalidad.
“Hoy la ocupación de camas por el COVID-19 en la Argentina es la más baja en los últimos 900 días. Los indicadores son extremadamente favorables en lo que hace a incidencia y razón con riesgo epidemiológico bajo en casi todo el territorio”, comentó a Infobae Humberto Debat, investigador en virología del INTA y miembro de Proyecto País, dedicado a la vigilancia genómica.
“Si uno observa la última semana podríamos hablar de un potencial cambio de tendencia, pero ese 24% está practicamente dentro del intervalo de confianza. Por lo que quizás podríamos hablar de que aparentemente se detuvo el descenso sostenido de casos que se observaba hace meses. Aún es simplemente un llamado de atencion a la vigilancia, pero de ninguna manera un aumento pronunciado de riesgo”, afirmó.
Las olas en Argentina fueron impulsadas por la variante de preocupación Ómicron, pero fueron cambiando los sublinajes predominantes. Una ola empezó con Ómicron BA. 1. en diciembre de 2021 y siguió hasta febrero de 2022. Desde marzo a mayo, se produjo otra ola con Ómicron BA.2.
En julio, hubo otro pico cuando se llegaron a registrar 7.434 casos confirmados por semana, según el análisis del doctor Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham. Predominaron los sublinajes de Ómicron BA.4 y BA.5.
Desde agosto pasado los casos habían estado descendiendo hasta la semana del 30 de octubre. En cambio, en la última semana reportada, se produjo el crecimiento del 24%. “Hubo un aumento del 24% de los casos confirmados por fecha de síntomas como promedio semanal en el país durante la última semana, pero hay que interpretar el dato con cautela. Hay una fluctuación estadística en esos números. Significa que hay una suba de casos, porque aún con los errores estadísticos, 145 es más grande que 138 y que en promedio es del 24%”, señaló el doctor Aliaga a Infobae.
“Pero también que la suba podría ser de sólo el 5%, por las fluctuaciones estadísticas (la diferencia entre 145 y 138). Sería poco problable, pero eso dicen los números. También dicen, en la otra punta, que la suba sería del 47%. Es decir, hay una suba en promedio del 24%, pero como los números son chicos tienen mucha fluctuación estadística y ese 24% podría ser cualquier cosa entre 5% y 47%″, comentó.
En cambio, el promedio semanal de casos de pacientes que se internan por día en terapia intensiva por COVID-19 continúa en baja. Fueron 239 pacientes internados por día como promedio durante la semana pasada. Significa un leve descenso del 2,45% con respecto a la semana anterior.
En cuanto a los fallecimientos, el último máximo fue a fines de agosto con 19 muertos semanales. Este promedio considera la fecha de fallecimiento de cada persona. En el último reporte de la cartera de Salud nacional se informaron 8 muertes, que correspondieron a semanas anteriores.
El coronavirus sigue evolucionando y hay otros sublinajes que están causando brotes en diversos países. Son BQ.1 y BQ.1.1 y se las ha llamado como las subvariantes “Perros del infierno”. Ese nombre popular de los sublinajes de Ómicron procede de Alemania. Ambas son descendientes del sublinaje Ómicron BA.5.
BQ.1 y BQ.1.1 fueron bautizadas informalmente como “Perro del Infierno” o “Cerbero”, en referencia al perro del dios Hades en la mitología griega. Según los mitos, Cerbero es un monstruo de tres cabezas que vigila las puertas del Inframundo para impedir la salida de los muertos. La bestia suele describirse con una serpiente como cola y serpientes que sobresalen de varias partes de su cuerpo.
En la Argentina, ya se han detectado personas con las subvariantes “Perros del Infierno”. Como informó Infobae el 23 de octubre pasado, el consorcio de vigilancia genómica del virus Proyecto País, que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, sobre un total de 19 muestras de pacientes con COVID-19 secuenciadas, 9 correspondieron a Ómicron BA.4.6. Detectamos un caso de BQ1.1 y un caso de XBB.1
Con respecto al sublinaje XBB.1 ha sido noticia por su papel en el aumento de casos de COVID-19 en Singapur. Algunos informes han llegado a llamar a la XBB la “variante pesadilla”, a pesar de que el número de casos e ingresos hospitalarios asociados a ella ya había descendido de manera significativa para el 29 de octubre.
Según contó la doctora Mariana Viegas, investigadora del Conicet y del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, esos resultados tenían su limitación: como se hacen pocos testeos, hay una limitada cantidad de muestras factibles para hacer análisis. Las muestras correspondían a pacientes con COVID-19 que habían sido diagnosticados entre la segunda quincena de septiembre y la primera de octubre en Ciudad de Buenos Aires.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud de la Nación no ha revelado detalles de la presencia de los sublinajes BQ.1 y BQ.1.1 en su boletín epidemiológico semanal. Según el científico Cornelius Römer, de la Universidad de Basilea, ese sublinaje ya está aumentando su frecuencia en Europa y América del Norte y puede ser hasta un 10% más contagiosa.
Para protegerse contra los sublinajes de Ómicron se promueve la vacunación. A fines de octubre, las autoridades de las carteras sanitarias de todo el país, reunidas en el Consejo Federal de Salud (COFESA), acordaron habilitar la aplicación del tercer refuerzo de la vacuna contra COVID-19 para quienes hayan recibido el segundo hace 120 días o más.
La decisión se tomó en un areunión encabezada por la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, tras analizar la situación epidemiológica y experiencias de otros países en la aplicación de refuerzos, el tiempo transcurrido desde la habilitación del segundo refuerzo (6 meses) y los beneficios que han demostrado las vacunas contra COVID-19 para evitar complicaciones, internaciones y muertes, en especial en las personas de 50 años y mayores, y otros grupos etarios con condiciones de riesgo.
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