Los días soleados que nos regala la primavera son la excusa perfecta para salir a pasear al aire libre y para disfrutar de los beneficios que este comportamiento le deja a nuestro organismo. Sin embargo, más allá de la dispersión y del descanso, hay que tener en cuenta ciertos cuidados, especialmente a la hora de exponernos al sol. ¿Por qué? Porque los rayos ultravioletas y otros factores similares pueden tener consecuencias para la salud.
Si bien el sol es fundamental para la síntesis de vitamina D, esto requiere de la radiación UVB que es máxima durante el mediodía. Sin embargo, también puede llegar a ser riesgosa, por ejemplo, ante el desarrollo de cáncer de piel. A su vez, los rayos solares son la principal causa del envejecimiento cutáneo. Por lo tanto, el equilibrio ideal y preventivo puede lograrse con una exposición controlada de 15 minutos antes o después del mediodía, tres veces por semana.
Cómo cuidar la piel cuando estamos al aire libre
La dermatóloga Carla Minaudo (MN 101982) le había explicado a Infobae: “Hay que evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 horas, utilizar ropa que cubra la mayor superficie corporal posible, sombrero y lentes de sol con protección UV”. Asimismo, la profesional había considerado: “Lo ideal es mantenerse a la sombra lo más posible y en las zonas expuestas de la piel utilizar protección solar de amplio espectro con factor de protección de, al menos, 30: aplicarlo en forma generosa, 20 o 30 minutos antes de la exposición y no olvidar su aplicación en zonas como el cuello y las orejas, así como reponerlo cada dos horas o antes en el caso de sudoración excesiva o de inmersión en el agua”.
La radiación ultravioleta que proviene del sol agrede inevitablemente nuestra piel de manera constante, por lo que necesitamos de un equilibrio para que esta parte de nuestro cuerpo cumpla con su función de barrera natural. En ese marco, hidratarnos es una práctica que debe ser cotidiana y esencial: los especialistas recomiendan ingerir aproximadamente 2 litros de agua por día, sin reemplazarla por otras bebidas como jugos, gaseosas o infusiones.
Sentir sed es el primer indicio de que necesitamos aumentar la ingestión de agua. “Debemos tener una botellita llena al lado para tener presente la necesidad de tomar agua. Comer frutas y verduras ayudará también a que la piel luzca de otra manera porque son fuente de vitaminas y pueden reemplazar a los snacks innecesarios y no tan sanos”, había recomendado en diálogo con Infobae la doctora Stella Maris Cuevas (MN 81701).
Cómo prevenir las alergias
Otra situación frecuente durante las actividades al aire libre está relacionada con las alergias, especialmente debido a la presencia del polen en el aire. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 30% y el 40% de la población mundial padece algún tipo de alergia. Entre los cuadros más predominantes se encuentran el asma y la rinitis alérgica.
Como métodos cotidianos de prevención para los alérgicos, los especialistas consultados por Infobae recomendaron evitar las actividades al aire libre durante la mañana debido a que hay una mayor presencia de alérgenos en el aire y, llegado el caso, usar anteojos de sol para disminuir el impacto de estos agentes en las conjuntivas de los ojos. “También se puede usar vaselina al lado de los lagrimales, pues los pólenes se pegarán y no ingresarán en los ojos. También se recomienda el uso de barbijo para evitar que los pólenes ingresen en las fosas nasales y en la garganta”, había considerado Cuevas.
De esta forma, tomando ciertos recaudos básicos, podemos disfrutar de la primavera, del verano y del sol radiante que caracteriza a estas estaciones sin inconvenientes de salud y sacándole provecho a los beneficios múltiples de esta época tan especial del año.
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