Durante el primer año de la pandemia por el coronavirus, ningún grupo de niñas y niños alcanzó a tener un nivel de cobertura de las vacunas del calendario oficial por encima del 80% en la Argentina. Al no contar con un nivel adecuado de inmunización -que ya venía en descenso antes de la emergencia de salud pública- ahora se pondría en riesgo la salud de muchos chicos. Hoy hay 580.464 niños que pueden ser susceptibles al virus que causa la poliomielitis o más conocida como polio. También se estimó que 713.000 chicos se encuentran en la misma situación con respecto al sarampión.
La situación es “preocupante” para expertas de la Sociedad Argentina de Pediatría y la Sociedad Argentina de Infectología. Porque esos niños sin la protección adecuada podrían contagiarse los virus de la polio o del sarampión si los patógenos volvieran a circular en el país o si los chicos estuvieran en contacto con alguna persona que ingrese con la infección al país. Hasta el momento, no hay pruebas de que eso suceda.
Pero la situación epidemiológica de otros países, con la presencia del virus de la polio en aguas residuales en Londres y en Nueva York o el brote de sarampión que está escalando en Liberia, África, y la interconexión global por los viajes hacen que el número de niños susceptibles en la Argentina sea un motivo de atención hoy.
En el Reino Unido, la Agencia de Seguridad Sanitaria identificó 116 poliovirus en 19 muestras de aguas residuales este año en Londres. Allí aún no se ha detectado un caso de polio, pero las autoridades sanitarias en un intento de adelantarse a un posible brote decidieron realizar una campaña para aplicar dosis adicionales a los niños de 1 a 9 años. Las tasas de vacunación en esa ciudad varía, pero están en promedio por debajo de la tasa de cobertura del 95% que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para mantener al virus de la polio bajo control.
El viernes pasado las autoridades sanitarias de Nueva York, en los Estados Unidos, identificaron al virus que causa la poliomielitis en las aguas residuales. Esos resultados sugieren que habría una transmisión local del virus, dijeron y aconsejaron aplicarse las dosis a las personas que aún no están vacunadas. Esa detección se produjo semanas después de que el 21 de julio se reportara un caso de poliomielitis en un adulto en el condado de Rockland, en el Estado de Nueva York. Pasó a ser el primer caso confirmado de poliomielitis del país en casi 10 años.
En mayo pasado, las autoridades sanitarias de Mozambique declararon un brote de polio virus salvaje, después de haber confirmarlo que un niño en la provincia de Tete, al noreste del país, había contraído la enfermedad. Fue el segundo caso importado de poliovirus salvaje en el sur de África este año, luego de que también se declarara un brote en Malawi a mediados de febrero.
La polio es una enfermedad que puede causar una parálisis (generalmente de las piernas) en los niños. Parece que fuera del pasado: en la Argentina hubo epidemias entre 1953 y 1957, 1971 y 1983. Sin embargo, aún el riesgo existe porque el virus circula en el mundo. “Gracias a un enorme esfuerzo mundial, se han erradicado dos de los tres virus que causan la poliomielitis. El mundo está ahora a punto de erradicar el último, el poliovirus salvaje 1. En la actualidad, la poliomielitis endémica sólo se encuentra en Pakistán, con 12 casos de poliomielitis paralítica en lo que va de 2022, y en Afganistán, con un solo caso este año. En África hay dos casos importados que se están conteniendo con campañas de vacunación adicionales”, escribió William Petri, especialista en enfermedades infecciosas y presidente del Comité de Investigación sobre la Poliomielitis de la Organización Mundial de la Salud, en The Conversation.
“Mientras haya un solo niño infectado, los niños de todos los países corren el riesgo de contraer la poliomielitis. Si no se erradica la poliomielitis en estos últimos reductos restantes, se podrían producir hasta 200.000 nuevos casos anuales en diez años en todo el mundo”, advirtió la OMS en un comunicado del 4 de julio pasado.
En la Argentina, las coberturas del Calendario Nacional de Vacunación ya venían en descenso antes de la pandemia. Habían empezado a caer a partir del año 2017 y la situación se agravó a partir de la pandemia con caídas promedio entre 10 y 15 puntos respecto de años previos. Ese cambio hizo crecer el número de chicos susceptibles a los virus. “El número de niñas y niños susceptibles a los virus de la polio y el sarampión en la Argentina es preocupante”, dijo a Infobae la médica infectóloga Angela Gentile, jefa de epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y miembro del Observatorio de la Sociedad Argentina de Pediatría y de la Comisión Regional para la Certificación de la Erradicación de la Poliomielitis en el continente americano.
La estimación del Ministerio de Salud de la Nación es que hay 580.464 niños susceptibles al virus de la polio. “El dato surge al tener en cuenta los niños que no han recibido las dosis o que no tienen los esquemas completos”, explicó la doctora Gentile. En tanto, el dato de los 713.000 niñas y niños susceptibles al sarampión se calculó al contabilizar cuántos no tienen las dosis que les corresponde para su edad y al tener en cuenta que un 10% de los que reciben las dosis de esa vacuna para esa enfermedad no alcanzaron el nivel de anticuerpos adecuados.
“La Organización Mundial de la Salud categorizó a la Argentina como país de riesgo mediano-alto de reintroducción de virus como el de la polio y del sarampión porque el país no cumple con los niveles de coberturas vacunales que recomiendan. Como se trata de enfermedades eliminadas, la cobertura de vacunación para polio, sarampión y rubéola debe ser mayores al 95%. Es muy preocupante porque hoy la cobertura está por debajo de ese nivel recomendado”, dijo a Infobae la doctora Silvia González Ayala, quien es miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y consultora en infectología del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata. “En octubre el Ministerio de Salud de la Nación hará una campaña de seguimiento de vacunación contra el sarampión, rubéola, paperas y poliomielitis en niñas y niños y está bien que se lleve a cabo. Pero las madres, los padres y los cuidadores deberían acompañar a los niños para que se vacunen cuanto antes si no tienen los esquemas completos”, subrayó.
Si bien hoy el país no tiene casos autóctonos de polio o de sarampión -señaló Gentile, “podría ingresar una persona con alguna de esas infecciones y transmitirlo a un adulto o a un niño. Los niños menores de 5 años no vacunados o que no han completado el esquema serían los que corren más riesgo de adquirir la infección y desarrollar cuadros graves”. En el caso del sarampión, el país tuvo un brote recientemente. Fue el más importante después de que se había logrado la eliminación y se extendió por siete meses. Ocurrió desde agosto de 2019 a marzo 2020: se reportaron 179 casos y una muerte.
Consultada por Infobae, Andrea Uboldi, miembro de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), la Sociedad Argentina de Pediatría y la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) comentó: “Hoy en la Argentina se hace vigilancia de la polio cuando aparecen cuadros de parálisis flácidas agudas. En esos casos se hacen estudios para averiguar cuál es la causa e identificar rápidamente al virus de la polio”. Además, resaltó: “Este momento se están dando alertas por la aparición del virus de la polio en aguas residuales de Londres y Nueva York. Teniendo en cuenta el contexto internacional, en países como la Argentina hay que tener en cuenta que las niñas y los niños tienen derecho a tener la vacunación que les corresponde al día, especialmente si son menores de 5 años”.
Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se consideran que las estrategias más importantes para sostener la eliminación de la polio son la vacunación en forma oportuna a los niños de 5 años y que cada país cuente con un sistema de vigilancia epidemiológica que pueda detectar casos rápidamente.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación, se planifica una campaña de seguimiento para dar vacuna adicional entre el 1° de octubre y el 13 de noviembre. Según contó a Infobae Juan Manuel Castelli, subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación, la campaña se enfocará en niñas y niños de uno a cuatro años “para mantener la eliminación lograda en el país de sarampión, rubéola, síndrome de rubéola congénita, poliomielitis y controlar la parotiditis”.
Con la campaña, se busca que las coberturas con vacunación superen al 95 por ciento en la población objetivo que son 2.381.000 chicos. Recibirán dosis adicionales al esquema nacional de la vacuna triple viral y de la vacuna inactivada antipoliomielítica en todo el país. Castelli aclaró: “Se vacunarán a todos los niños de la población objetivo independientemente de que ya hayan recibido las dosis con anterioridad o que hayan tenido las enfermedades”.
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