En plena pandemia por el COVID-19, un virus que se había descripto por primera vez en seres humanos en 1970 logró expandirse por el mundo. Es el virus de la viruela símica (o del mono), que antes solo generaba brotes en algunas regiones de África. Pero desde mayo pasado los reportes de casos confirmados no han dejado de crecer: hay 62 países con personas diagnosticadas con la infección que se transmite principalmente por contacto directo o indirecto con sangre, fluidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de personas o de animales infectados. Hasta ayer ya se han diagnosticado 11.594 personas con la infección. Dentro de ese total, 12 casos se diagnosticaron en la Argentina, según informó el Ministerio de Salud de la Nación.
El primero de los casos había sido reportado el 27 de mayo pasado. Hasta ahora, las 12 personas con el diagnóstico fueron residentes de la Ciudad de Buenos Aires (5), provincia Buenos Aires (3), Córdoba (3) y Mendoza (1). Once de esos casos tenían un antecedente de viaje al exterior. Como se trata de una infección emergente en el país, los profesionales de la salud que están hoy atendiendo a los pacientes reconocen que el brote plantea grandes desafíos y preguntas para investigaciones científicas en curso, pero que hasta el momento todos los pacientes se han recuperado o están evolucionando bien.
Aquí van 5 claves sobre la situación de la viruela símica en la Argentina:
1- Los síntomas de los pacientes son diferentes a los que se registraban en África
Los síntomas de los pacientes en Argentina son un poco diferentes a los clásicos que se detallaban en informes y estudios sobre la población con viruela símica en África. Los clásicos eran fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, seguida de una erupción centrífuga en la piel. En cambio, según informó el área de comunicación social del Ministerio de Salud de la Nación a Infobae en los pacientes de Argentina se presentaron unas pocas lesiones en la piel, o incluso una sola. Han tenido lesiones en el área genital o perineal/perianal que no se extienden a otras áreas del cuerpo, lesiones que aparecen en diferentes etapas de desarrollo, o lesiones que aparecen antes de que tuvieran fiebre, malestar general y otros síntomas sistémicos.
“Los síntomas más frecuentes son diferentes tipos de lesiones en la piel. En algunos casos, hubo pacientes con inflamación de los ganglios y otros que no la presentaron. Algunos tuvieron fiebre, pero no todos. La presentación de la infección en cuanto a sus síntomas es bastante heterogénea. Pero también ahora se sabe que hay personas que pueden adquirir la infección sin presentar síntomas”, dijo a Infobae Tomás Orduna, jefe del Servicio de Patologías Regionales y Medicina Tropical del Hospital Muñiz de la ciudad de Buenos Aires y ex presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero.
El 5 de julio pasado, una clínica de salud sexual en Bélgica difundió un estudio -que aún tiene que ser sometido a la revisión de pares- en el que detectaron que 3 de 224 hombres con el virus de la viruela del mono no había tenido síntomas en las semanas anteriores y posteriores a la toma de la muestra.
2- Los casos reportados en el país hasta ahora corresponden a hombres
Hasta el momento todos los casos de viruela símica en la Argentina son varones, confirmó la cartera de Salud. Por la vigencia de normas que respetan la confidencialidad no se dan a conocer los nombres, la identidad de género, la orientación sexual ni la edad. “Si bien la Organización Mundial de la Salud ha informado que la mayoría de los casos se han reportado en varones en contacto estrecho con otros hombres a partir de relaciones sexuales, se debe tener en cuenta que la viruela símica se trata de una patología que puede afectar a cualquier persona, más allá de su orientación sexual, su identidad de género y su edad”, aclaró el doctor Orduna.
Hasta el momento, según informó ayer el Ministerio de Salud a Infobae “no se ha evidenciado la existencia de casos de transmisión comunitaria de viruela símica en Argentina. Tenemos un solo caso sin antecedente de viaje, pero que está relacionado con la importación”.
3- Es clave que no se estigmatice a los pacientes
“Hoy la mayoría de los casos de viruela símica en el mundo se han dado en hombres que tienen sexo con hombres. Un tema particularmente sensible es ser enfático en evitar la estigmatizacion de los pacientes”, señaló en diálogo con Infobae el doctor Marcelo Losso, director del Servicio de Inmunocomprometidos e investigador responsable del área de enfermedades emergentes del Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires en Argentina. Losso ya atendió pacientes en Capital junto con Guillermo Viloria, médico infectólogo que coordina la Clínica de Salud Sexual del Hospital Ramos Mejía (que recibe consultas gratuitas por Whatsapp 115750-0478).
Que la sociedad hoy no estigmatice es crucial para que las personas con síntomas de viruela no encuentren barreras ni se autolimiten en su derecho a acceder al diagnóstico y a la atención médica oportuna. “Los desafíos de la viruela símica son múltiples. Hay que integrar este diagnóstico de una nueva enfermedad a la práctica asistencial, particularmente en las poblaciones que parecen tener mayor riesgo, e informar de manera adecuada al público alertando pero sin generar una preocupación desmedida”, comentó Losso.
También “se necesita generar confianza en la población para favorecer que vaya a hacerse el testeo para la viruela símica, acceda al diagnóstico temprano y para que adopten las medidas de prevención. Se requiere un buen vínculo entre pacientes y profesionales de la salud para que los que tengan el diagnóstico cumplan realmente con el aislamiento y así evitan transmitir el virus a otras personas, y puedan colaborar con la búsqueda de contactos estrechos”, según Losso. El rastreo de contactos es clave para que esas personas puedan estar atentas a los síntomas de la enfermedad y se mantengan aisladas para evitar la propagación del virus.
En uno de los primeros reportes epidemiológicos sobre el brote en el Reino Unido, los investigadores advertían que han tenido limitaciones para determinar los contactos estrechos de los pacientes con la viruela. “En algunos casos, la identificación del número real de contactos sexuales fue difícil debido a contextos como el sexo en grupo”, escribieron en el estudio que publicaron en la revista EuroSurveillance.
4 - Como aún no hay una terapia específica disponible, se tratan los síntomas de la viruela
“El tratamiento hoy de los pacientes con viruela símica en la Argentina es de sostén. Significa que se tratan las lesiones de la piel si duelen. O si una lesión cutánea se infecta con una bacteria, se pueden dar medicamentos para eso. La mayoría de los casos han estado en recuperación en sus hogares”, explicó el doctor Orduna.
En tanto, consultado por Infobae, Ricardo Negroni, doctor en medicina, ex presidente de la Sociedad Internacional de Micología Humana y Animal, y expositor en un reciente conversatorio de la Sociedad Argentina de Infectología sobre el tema, también afirmó que “hoy solo se indican medicamentos para los síntomas de la viruela símica. No hay un medicamento específico para la infección disponible. Hasta el momento los casos que se han diagnosticado en la Argentina se han recuperado. No hubo casos graves”.
5- La curva de casos de viruela podría crecer, pero no sería como el COVID-19
“No creo que la viruela símica tenga la expansión que tuvo la enfermedad COVID-19, pero sí vamos a seguir viendo nuevos casos. Por un tiempo -aunque no podemos predecir su duración-, habrá más casos y veremos cómo se puede trabajar fuertemente con los conocimientos actuales sobre la enfermedad”, señaló Orduna.
“En cuanto a la posibilidad de usar vacunas como prevención al personal de salud, hoy sería difícil decidir a quién se podría vacunar en esta situación epidemiológica en la Argentina. Es diferente a la situación de España y el Reino Unido donde ya se registra un mayor números de casos”, comentó.
Las investigaciones científicas en curso en diferentes lugares del mundo tienen aún varios interrogantes por aclarar. “Hay múltiples desafíos vinculados a preguntas que hoy precisamos responder”, resaltó Losso. Entre esas cuestiones, mencionó: ¿Cuál es la magnitud real del problema y su evolución? ¿Cómo se explican las diferencias con la presentación clásica en países de África? ¿Cuál es la mejor forma de prevención pre y post exposición? ¿Qué rol tiene la vacunación antivariólica previa? ¿Qué tratamientos podrían ser útiles?”.
Una de las grandes preguntas es por qué el brote que se está observando en los países de Europa y América es inusual y diferente del patrón que se observó y observa en África. Días atrás, en un conversatorio sobre viruela símica, Pilar Ramón-Pardo, coordinadora del Programa Especial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), contó que se sospecha que “la globalización, los viajes, los encuentros multitudinarios que han ocurrido” cuando se liberaron las restricciones por la pandemia por el coronavirus, y ciertos cambios genéticos en el virus de la viruela símica podrían ser algunos de los factores que hayan contribuido a que la enfermedad este año esté afectando a personas de la Argentina y otros 61 países.
El virus de la viruela símica está mostrando un comportamiento “atípico” no solo desde lo epidemiologico sino también -probablemente- desde lo virológico, dijo a Infobae el doctor en bioquímica Jorge Quarleri, del Instituto INBIRS del Conicet y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. El investigador publicó un trabajo de revisión sobre la enfermedad con Victoria Delpino y Verónica Galván, en la revista GeroScience. “Su transmisibilidad podría haber aumentado y en eso no solo influyen factores relacionados al ser humano sino al virus -afirmó Quarleri-. Algunos colegas que lo estudian en profundidad se atreven a expresar que podría tener mayor variabilidad. Si esa eventual variabilidad incluye la chance de haber adquirido mayor adaptabilidad y capacidad replicativa, nos enfrentamos con un virus que representaría un mayor desafío para la humanidad”.
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