Las vacunas de ARN mensajero son el mayor hallazgo científico que dejó la pandemia de COVID-19. Según los expertos, la tecnología de ARNm supera a otras en la prevención de las infecciones debido a que genera altos niveles de anticuerpos bloqueadores de virus, llamados anticuerpos neutralizantes (NAB).
Una de las grandes ambiciones de la comunidad científica es lograr una vacuna pancoronavirus, esto significa una fórmula que en una sola dosis pueda atacar al virus del COVID-19, al virus de la influenza y al virus sincicial respiratorio, los patógenos responsables de las infecciones respiratorias más frecuentes. Para conseguir este objetivo, el paso previo es diseñar una vacuna efectiva contra cada virus por separado. Ya se logró contra el COVID-19, ahora es el turno de la tecnología ARN mensajero enfocada en el virus de la influenza que causa la gripe.
En ese camino, la farmacéutica Moderna ya realizó el ensayo de Fase I y II de una vacuna (denominada mRNA1010) que actúa sobre los antígenos de hemaglutinina, una glicoproteína de superficie clave del virus de la gripe. Y está en desarrollo la Fase 3 de la investigación con 6.000 voluntarios de todo el mundo, incluida la Argentina.
La nueva fórmula antigripal de Moderna está enfocada sobre las cuatro cepas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir la gripe, incluidas la estacional A/H1N1, A/H3N2 y la B/Yamagata y B/Victoria.
Sobre la base de datos del análisis provisional de Fase I/II de mRNA1010, no se observaron problemas de seguridad significativos en ningún nivel ni eventos adversos serios. Los participantes lograron un sustancial aumento de anticuerpos contra los virus H1N1 y H3N2, las cepas responsables de la gran mayoría de las morbilidades y mortalidad en adultos.
“Las vacunas existentes contra la gripe utlizan el virus inactivado o atenuado, la tecnología ARN mensajero se diferencia por ser una nueva plataforma que es utilizable para las cuatro de cepas de influenza, incluye las cuatro cadenas de ARNm que recomienda la OMS”, señaló a Infobae Gisela Gianetti, directora médica de Vacunas en Mautalen Salud e Investigación, uno de los 11 centros médicos argentinos que participarán del ensayo.
Una de las grandes ventajas de las vacunas de ARNmensajero es que inoculan en el organismo hebras de instrucciones genéticas. Es decir, la molécula que le dice a nuestras células qué hacer. Cada célula es una minifábrica de proteínas, según las instrucciones genéticas contenidas en el ADN de su núcleo.
La especialista destacó que, al incluir las cuatro cepas de la influenza, se trata de una vacuna tetravalente, a diferencia de las formulaciones actuales contra la gripe que en su mayoría son trivalentes (incluyen tres cepas), como la que se utiliza en la campaña gratuita de vacunación antigripal para grupos de riesgo en nuestro país.
El ensayo de Fase III se desarrollará en Panamá, Colombia, Australia y la Argentina, entre otros países. En el nuestro país, participarán 11 centros de salud. El Hospital Militar Central de Buenos Aires, Mautalen Salud e Investigación y la Fundación Respirar, entre otros.
Del ensayo participarán 6.000 volutarios en todo el mundo, y 4.000 de ellos serán reclutados en Argentina. La gran experiencia de nuestro país en la investigación clínica con vacunas, con los antecedentes de las pruebas con inoculantes contra el COVID-19 y los ensayos en curso contra el virus sincicial respiratorio, son un antecendente que juega a favor en esa selección. “El reclutamiento se inició a mediados de junio y suponemos que va a extenderse hasta fines de agosto”, adelantó Gianetti a Infobae.
La mitad de los participantes recibirán el inoculantes de Moderna y la otra mitad, una fórmula que ya existe en el mercado. Gianetti explicó que el ensayo utlizará un comparador activo, es decir “una vacuna probada, también tetravalente (Fluarix, en este caso), por lo tanto, ningún voluntario recibirá placebo”.
El estudio evaluará la inmunogenicidad y seguridad de la vacuna de ARN mensajero de Moderna contra la gripe estacional. Los voluntarios que quieran participar de la investigación deben tener más de 18 años y no hay límite de edad para inscribirse.
Un detalle clave es que no están habilitados para presentarse como voluntarios los que recibieron una vacuna antigripal en los 6 meses previos. En la Argentina las altas tasas de cobertura de la vacuna antigripal podrían ser un obstáculo para reclutar participantes, sin embargo si bien es un dato positivo la alta adherencia de la población a la campaña de vacunación contra la influenza, “aún queda mucha gente sin vacunar, apuntamos a ellos para participar del estudio”, resumió Gianetti.
Este ensayo es un paso más hacia el próximo gran desafío de la ciencia: diseñar una vacuna pancoronavirus que inmunice a la población no sólo contra el SARS-CoV-2, sino que también pueda prevenir la enfermedad grave y la propagación de otros patógenos responsables de dos de las infecciones respiratorias más frecuentes: el virus de la influenza y el virus sincicial respiratorio.
“Se apunta a una vacuna pancoronavirus, ya se hizo para COVID-19 y se están haciendo pruebas para el virus sincicial respiratrio, la idea es poder diseñar una vacuna panviral y abarcar las tres infecciones en una única vacuna”, concluyó la responsable de vacunas del Centro Mautalen.
Los interesados pueden inscribirse en Mautalen Salud e Investigación, en www.mautalenvacunas.com, y en el Hospital Militar Central de Buenos Aires en www.argvacunas.com. También en la Fundación Respirar en www.vsr.com.ar.
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