La circulación de dos miembros de la familia de la variante Ómicron del coronavirus aumenta en el mundo. Impulsa que los casos de personas diagnosticadas con el COVID-19 suban nuevamente y que la pandemia continúe. Se trata de las subvariantes Ómicron BA.4 y BA.5, que se han confirmado en pacientes con COVID-19 que residen en 6 jurisdicciones de la Argentina: Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Neuquén, Mendoza y Córdoba, según el último reporte de Proyecto País, el consorcio público de vigilancia genómica del coronavirus que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Si bien aún no son las subvariantes predominantes en la Argentina, existe la posibilidad de que pronto lo sean. “Un análisis preliminar nos indica que las subvariantes BA.4 y BA.5 estarían presentes en más del 2% de las muestras que se secuencian en todo el país. Desde fines de mayo, los casos confirmados de COVID-19 han estado bajando. Pero existe la probabilidad de que los casos aumenten por la presencia de las subvariantes BA.4 y BA.5″, dijo a Infobae la Directora Nacional de Epidemiologia e Información Estratégica del Ministerio de Salud de la Nación, Analía Rearte. La funcionaría comentó que habría más que 6 jurisdicciones con esas subvariantes, pero los casos aún están en estudio en el Instituto ANLIS/Malbrán, que también realiza vigilancia del genoma del coronavirus en el país.
A nivel global, la Organización Mundial de la Salud informó días atrás que la subvariante BA.4 pasó a estar presente desde el 9 al 12% de las muestras de pacientes secuenciadas en el mundo la última semana reportada. El crecimiento de Ómicron BA.5 fue incluso mayor: pasó a detectarse del 28% al 43% de las muestras de pacientes analizadas.
Los sublinajes BA.4 y BA.5 representan ya el 90% de los casos detectados en la Comunidad de Madrid, en España, acompañados además de una densa presión asistencial, según informó este lunes el viceconsejero de Asistencia de Madrid, en España, Antonio Zapatero. En toda Europa, se está produciendo una ola de casos de COVID-19 con un 33% de aumento en la sección al Oeste, y un 47% de incremento en Europa del Este. En América, también hubo una suba del 14% en los casos, según OMS.
En la Argentina, BA.4 y BA.5 también están propagándose. Los investigadores que conforman Proyecto País detallaron dónde se las ha encontrado específicamente. El trabajo consistió en analizar la presencia de variantes del coronavirus en un total de 929 muestras de individuos residentes en el ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, Santa Fe y Tierra del Fuego.
En la mayoría de las jurisdicciones aún predomina la subvariante Ómicron BA.2, que fue aumentando su presencia y estuvo asociada al aumento de casos de COVID-19 en abril y mayo pasado. Pero los investigadores científicos informaron que en la ciudad de Buenos Aires se empezó a detectar las subvariantes BA.4/BA.5 en un 3,8% de las muestras analizada y ya pasaron a estar en más del 11% en la primera quincena de junio.
En provincia de Buenos, más precisamente en la ciudad de Bahía Blanca, se reportó un caso correspondiente a alguna de las subvariantes BA.4 o BA.5 (no se había podido aclarar al momento del cierre del trabajo) en mayo. En Córdoba, se registró el caso de un viajero al exterior que había adquirido la infección por Ómicron BA.5 en junio.
En la provincia de Mendoza se analizaron 20 casos de COVID-19 entre mayo y junio. Dentro de ese total, tres correspondían a la subvariante emergente BA.4 (15%). Aclararon que “los tres casos de BA.4 no tienen nexo epidemiológico entre sí”. En tanto, en la provincia de Neuquén se analizaron 27 casos entre el 5 de mayo y el 14 de junio 27 casos. Dos de ellos eran por BA.4/BA.5 (7,4%).
En la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, en la primera semana de junio se encontraron 2 casos de BA.4/BA.5 sobre nueve casos analizados (22.2%). En la segunda semana de junio, BA.4 y BA.4/BA.5 estaban presentes en la mitad de las 8 muestras analizadas en Rosario.
¿Qué implica la detección más frecuente de las subvariantes BA.4 y BA.5 en la Argentina? “La lectura del análisis de las variantes que circulan en la Argentina debe hacerse teniendo en cuenta su dinámica a nivel mundial”, contestó a Infobae el investigador en virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y miembro de Proyecto País, Humberto Debat. Y agregó: “Los sublinajes Ómicron BA.4 y BA.5 están impulsando nuevas olas de infecciones en otros países y aumento de las hospitalizaciones como Sudáfrica, Estados Unidos, e Israel, entre otros”.
Esas nuevas subvariantes tienen un mayor nivel de escape inmune que las anteriores. Esto significa que las personas que ya tuvieron la infección tienen riesgo de reinfectarse. Y que las personas que ya han recibido la inmunización, también corren más riesgo de contagiarse, explicó el científico. “En estudios en animales realizados en otros países, las subvariantes BA.4 y BA.5 produjeron más casos graves que otros sublinajes. Aún falta corroborar en los seres humanos. Pero sería un llamado de atención para tener en cuenta y para recordar que es clave que la población hoy vaya a aplicarse las dosis de refuerzo”, dijo Debat a Infobae.
Las dos subvariantes son más parecidas a la BA.2 que a Ómicron BA.1, que fue predominante en la Argentina entre noviembre y febrero pasado. Pero las subvariantes BA.4 y BA.5 tienen sus propias mutaciones, como L452R y F486V en la proteína de la Espiga del coronavirus, que podrían modificar su capacidad de adherirse a las células del huésped y eludir algunas respuestas inmunitarias.
¿Por qué avanzan BA.4 y BA.5 en el país? “Los resultados muestran que las nuevas versiones del coronavirus que circulan en la Argentina son similares a las que han aumentado en su frecuencia en el resto del mundo. Hoy no hay restricciones de movilidad entre los países y eso hace que el panorama de las variantes sea homogéneo a nivel global. También se han detectado en diferentes provincias, ya que tampoco hay restricciones de circulación entre las jurisdicciones. En un futuro próximo, es posible que la subvariante BA.5 se convierta en dominante a nivel federal. Aún no sabemos cuál puede ser el impacto de una ola de casos de COVID-19 por esa subvariante en cuanto a hospitalizaciones”, expresó el doctor Debat.
El aumento de la propagación de las subvariantes de Ómicron no es inexorable: hay medidas de prevención que se pueden adoptar para torcerle el rumbo. En diálogo con Infobae, Iris Aguilar, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología SAVE y líder del programa de inmunizaciones de la provincia de Mendoza, comentó: “En la actualidad, ante la presencia de subvariantes como Ómicron BA.4 y BA.5, es clave que la población complete el esquema primario de vacunación y vaya también por los refuerzos. Los adultos jóvenes son más reticentes a aplicarse el segundo refuerzo y eso nos pone en un estado de vulnerabilidad”.
La especialista también recalcó que la ventilación cruzada de los ambientes, el uso del barbijo y el lavado de manos no deberían abandonarse como prácticas de prevención. “En este momento también están circulando otros virus respiratorios como el de la gripe y el sincicial. Por lo cual, adoptar las medidas no farmacológicas también es necesario. Sin embargo, está todo muy relajado”, sostuvo la doctora Aguilar.
En la semana del 22 de mayo pasado, se registró un máximo de casos confirmados de COVID-19 en el país, con 6.046 casos según fecha de inicio de síntomas como promedio semanal, según el análisis de datos del doctor Jorge Aliaga en base a la información difundida por el Ministerio de Salud de la Nación. Sin embargo, los casos reales de personas con el coronavirus podrían ser más ya que hay personas que cursan la infección de manera asintomática y otros tienen la enfermedad pero ya no tienen que hacerse el testeo por no están dentro de los grupos priorizados desde el 18 de abril pasado.
Durante la última semana reportada, el promedio semanal de casos confirmados de COVID-19 según la fecha de inicio de síntomas estuvo en lento descenso: el promedio de casos confirmados bajó a 3.345 en la semana del 26 de junio al 2 de julio. Pero aumentaron las internaciones en terapia intensiva. En la última semana reportada, pasaron de 370 a 389 como promedio semanal. En cuanto a los fallecimientos, llegaron a ser 6 como promedio semanal (por fecha de inicio de síntomas) en la semana del 22 de mayo con el predominio de BA.2, y pasaron a 4 en la semana del 19 de junio. Esas cifras solo tienen en cuenta los datos de fallecimientos que se han cargado al sistema nacional del Ministerio de Salud, y podrían ser más.
Para la epidemióloga de la cartera de Salud, la doctora Rearte, la población debería acercarse para recibir los refuerzos ya que aumentan la protección contra la enfermedad grave y la mortalidad, más allá de que las subvariantes puedan ser más transmisibles y hacer que más personas se contagien. “Hoy la prevención del COVID-19 debe pensarse junto con la protección contra otros virus respiratorios. Circula también el virus de la gripe, el sincicial que causa la bronquiolitis y el metapneumovirus, entre otros. Debe incluir la ventilación de las ventanas- al menos un 5% de apertura-, el uso de barbijos o mascarillas en ambientes interiores y no asistir a lugares de trabajo u otras reuniones si se tienen síntomas de enfermedad respiratoria. También es recomendable que la población vuelva a planificar los encuentros sociales para organizar ambientes seguros y reducir el riesgo de adquirir la infección COVID-19”.
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