Hace tan solo 9 semanas la variante Ómicron del coronavirus fue identificada en África. Se propagó por el mundo a través de los viajes de las personas y ya se la detectó en 171 países. En la Argentina, la ola explosiva de casos de COVID-19 por Ómicron empezó a desatarse en diciembre pasado y estaría por aquietarse. Un reconocido experto en salud global y enfermedades infecciosas de los Estados Unidos consideró que la situación de la ola por Ómicron en la Argentina es un ejemplo que demuestra que la variante produce subas de casos durante 20 ó 25 días y luego baja su propagación en la comunidad donde circula.
El experto es Christopher Murray, profesor en la Universidad de Washington en Seattle y director del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud. Escribió días atrás: “Estamos viendo que la ola marcha en los países tal como se esperaba. De hecho, cuando observamos el tiempo que transcurre desde el primer gran aumento de casos notificados hasta el pico de casos notificados, observamos que en todos los países transcurre entre 20 y 25 días”.
Además, Murray añadió: “Lo interesante es que quizás ese tiempo desde la introducción hasta el pico en lugares muy dispares -en Canadá, en muchos estados de EE.UU., en algunos estados del norte de México, y en países como Qatar, Argentina, varios países del sur de Europa, la mayor parte del este y el sur de África, en algunos estados ahora en la India- que el tiempo hasta el pico es bastante consistente y parece ser casi el mismo, independientemente del nivel de la cobertura de inmunización y la infección previa”.
Para el doctor Murray, la singularidad de Ómicron es la siguiente: “Es tan transmisible que llega a todas las personas que todavía son susceptibles, ya sea por la disminución de la inmunidad de la vacunación o por la infección anterior, y luego alcanza un pico y baja. Esto no es algo que hayamos visto en olas anteriores debido al cambio de comportamiento y a la acción gubernamental: no hemos visto que todos los individuos susceptibles se infecten. Esto habla de la extraordinaria velocidad y transmisibilidad de la ola por Ómicron”.
En la Argentina, la variante Ómicron se detectó en San Luis, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe en los primeros días de diciembre, y luego los casos confirmados de COVID-19 a nivel nacional empezaron a aumentar notablemente después de las Fiestas de Fin de año. En la última semana de 2021, se notificaron 25.398 casos de personas diagnosticadas como promedio según los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación.
Para la semana del 14 de enero, se batió un récord de 111.888 casos reportados como promedio semanal. Esto significó un 340% de aumento con respecto a los casos de la última semana de diciembre. En la semana del 21 de enero, los casos reportados empezaron a bajar.
La diferencia con las olas anteriores fue que la curva de casos de COVID-19 no subió tanto como la curva de personas en terapia intensiva y de fallecimientos gracias a la alta cobertura por la vacunación: hoy más del 76% de la población general tiene el esquema completo. Más del 26% recibió la tercera dosis como refuerzo o como adicional.
Consultado por Infobae por correo electrónico, el doctor Ali Mokdad, quien trabaja como director de Estrategia de Salud de la Población en el mismo instituto que lidera Murray, afirmó: “Proyectamos que el pico por Ómicron ya se produjo en la Argentina y que ahora hay un descenso. El pico se produjo el 12 de enero y a finales de febrero los casos serán muy bajos. Creemos que la combinación de vacunas e infecciones previas dará un alto nivel de inmunidad durante los próximos meses”.
“Aún no hemos dado a conocer nuestras proyecciones a largo plazo para el próximo invierno, pero durante 4 y 6 meses los casos serían muy bajos en la Argentina según nuestro modelo tras la vuelta a la normalidad”, agregó el doctor Mokdad. De acuerdo con el modelo de los científicos estadounidenses, los casos reportados de COVID-19 irán bajando con una reducción del 97% para la segunda quincena de marzo en comparación con el máximo de casos diarios que habían proyectado para la mitad de enero.
El doctor en física Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham en Argentina, quien hace un análisis diario de la situación epidemiológica del COVID-19, coincidió con los expertos de Estados Unidos al decir que la propagación de la variante Ómicron es “tan rápida que no da tiempo a tomar ninguna medida y se infectan todos, sin importar si estaban más o menos inmunizados previamente”.
Aunque destacó que la gran diferencia es que las personas ya vacunadas completamente hoy tienen menor riesgo de desarrollar enfermedad grave si se contagian que las que no están inmunizadas. Para Aliaga, el máximo de casos durante la ola de Ómicron se habría dado antes que la estimación que hacen los investigadores de EE.UU.
“El máximo de casos habría sido en los primeros días de enero, pero es muy difícil observarlo porque aumentó la positividad y se cambiaron los criterios de testeos”, afirmó Aliaga. Mencionó que si bien las 24 jurisdicciones de la Argentina siguen en riesgo epidemiológico alto, ya bajó la incidencia de casos en las provincias de Córdoba, Corrientes, La Pampa, Neuquén, Salta, Santa Cruz y Santiago del Estero durante la última semana.
“Hay datos que están mostrando una desaceleración de casos de COVID-19 en Argentina. Si la tendencia sigue, se confirma que la ola por la variante Ómicron empezaría a retroceder. Y la situación sería parecida a la que ocurrió en Sudáfrica”, señaló a Infobae el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag.
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