A partir de la circulación comunitaria de la variante Ómicron del coronavirus en la Argentina, más personas se contagiaron y fueron a testearse en los centros públicos a partir de diciembre pasado. Hubo interminables horas de espera y dificultades en el acceso en las grandes ciudades. Desde el viernes pasado el Ministerio de Salud de la Nación cambió la definición de caso sospechoso de COVID-19 y posibilitó que los testeos se restrinjan solo a las personas con más riesgos de complicaciones. Pero hoy existe diversidad de criterios en las provincias sobre quiénes tienen que testearse para saber si tienen el coronavirus.
El viernes pasado el Ministerio de Salud de la Nación estableció un nuevo criterio de caso sospechoso. Se pasó a considerar como casos positivos de COVID-19 a personas que presenten dos o más síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, dolor muscular, rinitis/congestión nasal, pérdida del olfato o del gusto, y que hayan tenido contacto estrecho con un caso confirmado en los últimos 10 días, que hayan participado de un evento o espacio social/laboral u otro en el cual se hayan producido al menos 3 casos confirmados (brote), o que se resida en una zona con incidencia superior a 500 casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
El cambio en el criterio de los testeos había sido un reclamo de un conjunto de entidades médicas, como la Federación Argentina de Medicina Familiar y General, la Sociedad Argentina de Medicina, entre otras, a principios de enero. Pidieron a las autoridades sanitarias que se priorice la atención y la realización de hisopados solamente en pacientes con criterios de gravedad o internación en los centros de salud, y no hisopar en dicho ámbito a personas asintomáticas y con cuadros leves”.
“Los casos confirmados por criterio clínico-epidemiológico en personas mayores de 60 años, en personas con factores de riesgo, en personas embarazadas y en personas que presenten persistencia o empeoramiento de síntomas o dificultad respiratoria deben ver facilitado su acceso al sistema asistencial, recibiendo una atención adecuada y oportuna”, dice también la última actualización de la definición de caso sospechoso de COVID-19 de la cartera de Salud nacional.
Como se trata de un país federal, cada una de las 24 jurisdicciones puede activar ese criterio o seguir con el que estaba antes. Por eso ahora hay diferencias entre quiénes se tienen que ir a testear según el lugar del residencia.
Por ejemplo, en las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y Misiones ya se está aplicando el nuevo criterio. Allí, solo tienen que ir hacerse el testeo las personas que tienen síntomas y no han sido contacto estrecho de otras y las personas que tienen síntomas y tienen más de 60 años o con alguna enfermedad de riesgo, como hipertensión, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades oncológicas o cardiovasculares, entre otras.
Fuentes del Ministerio de Salud bonaerense dijeron a Infobae que seguían el nuevo criterio “clínico/epidemiológico” y se indica solo el testeo para personas mayores de 60 años y/o con factores de riesgo. Igualmente, “todas las personas se pueden acercar a un punto de diagnóstico y le pueden informar cuál es lo que corresponde para cada uno”, señalaron.
En tanto, el Ministro de Salud Pública de Misiones, Héctor Proeza, dijo a Infobae que hoy se está promoviendo la vacunación contra el COVID-19 y la realización del test de antígeno (test rápido) en mayores de 60 años de edad, personas con síntomas (sintomáticos), y personas con co-morbilidades. “Se eliminó la necesidad de realizar test de antígenos (test rápido) a contactos estrechos asintomáticos, y a personas sin síntomas”, afirmó.
En cambio, la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Córdoba siguen manteniendo el criterio anterior para hacer los chequeos. “En la ciudad Buenos Aires seguimos testeando a todos. Aún no consideramos conveniente hacer el diagnóstico por nexo epidemiológico. Por eso, seguimos sosteniendo la capacidad de testeos para todas las personas independientemente de la edad y los factores de riesgo que tengan”, dijo a Infobae Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria del Ministerio de Salud porteño.
Desde Córdoba, la subsecretaria del Ministerio de Salud provincial, Gabriela Barbás, dijo a Infobae: “Seguimos con los criterios que veníamos trabajando. Testeamos a todos, contactos estrechos asintomáticos, sintomáticos, jóvenes y grandes. No cambiamos los criterios de testeos”.
Además, la funcionaria agregó: “La demanda de testeos en Córdoba bajó ahora con respecto a semanas anteriores. Estamos en desescalada. No cambiamos el criterio porque consideramos que el eje de testeo es fundamental para el abordaje de la pandemia. En promedio, se hacen entre 38.000 a 40.000 testeos diarios en estos últimos días en nuestra provincia”.
Según el último reporte del Instituto ANLIS/ Malbrán, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, la variante Ómicron ya está en todas las regiones del país. Hay circulación comunitaria, y ha pasado a ser la predominante. En la semana del 26 de diciembre pasado, el grupo de científicos había detectado a la variante entre el 55% y 94% de las muestras secuenciadas de los pacientes confirmados con COVID-19 y sin antecedentes de viajes en distintas jurisdicciones.
En cambio, en la primera semana de enero, en más del 91% de las muestras analizadas por los científicos del Malbrán se detectó a la variante Ómicron. “La circulación de variantes de SARS-CoV-2 se caracteriza actualmente por un rápido crecimiento de la variante Ómicron con un descenso concomitante en la detección de variante Delta en varias de las Jurisdicciones del país”, escribieron los científicos.
“Fue una diferencia muy grande con respecto a la etapa anterior. Cuando analizamos la variante Delta del coronavirus el año pasado, su crecimiento fue durante varios meses lento. En cambio, Ómicron se llevó todo. Su propagación no fue escalonada como la de la variante anterior”, dijo días atrás a Infobae la doctora Josefina Campos, científica a cargo de la investigación en el ANLIS/Malbrán. “El coronavirus nos sorprende día a día”, resaltó.
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