La llegada de la variante Ómicron disparó en todo el mundo la venta de tests hogareños de antígenos en farmacias. En Argentina, la Confederación Farmacéutica Argentina informó que los autotesteos para COVID-19 se empezarían a vender la próxima semana en las farmacias del país. Si bien aún queda mucho por conocer sobre su implementación, surge una duda: qué se debe hacer una vez realizado el test.
“Después de utilizar la prueba de autodiagnóstico, los materiales utilizados se deben depositar en el embalaje que incluye el kit de autodiagnóstico y seguir las indicaciones del fabricante sobre la eliminación de los residuos”, dijo María Cristina Fernández Marcos, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de Madrid, a ABC. De todas maneras, aseguró que el proceso se realizará de acuerdo con la normativa de cada comunidad.
El laboratorio farmacéutico Cinfa, por su parte, aclaró que este tipo de test se debe desechar con los residuos domésticos normales, “teniendo en cuenta la normativa local en vigor. En las indicaciones de uso del test de autodetección del distribuidor clínico New Gene Bioengineering se indica de forma clara que el producto es desechable y no se debe reciclar”, agregó.
Sin embargo, cabe la pregunta: ¿cómo impacta en el medioambiente el plástico de todo el material que se descarta?
Diego Comerci, investigador de la Universidad Nacional de San Martín y director Científico de Chemtest Argentina explicó a Infobae que los tests vienen en cajas de cartón, “en la mayoría cartones reciclables y biodegradables y los componentes plásticos que hay en los tests rápidos son casetes plásticos que tiene los problemas de degradación de todos los plásticos que venimos utilizando en el mundo desde hace, por lo menos, sesenta años”, dijo.
Sin embargo aclaró que los componentes plásticos de los tests rápidos son muy pocos. “La bolsa en la que pueden venir, pero las cajas son en general son de cartón. El material es celulósico e incluso las tiras reactivas adentro donde se ve la aparición de la banda son también materiales celulósicos. La parte plástica es muy poco que es el casete que lo contiene”, agregó.
De todas maneras, indicó que existen alternativas para bajar el nivel de contaminación. “Por ejemplo Chemtest Argentina, que está desarrollando tests de antígenos y en breve lo va a empezar a producir ya sea de antígenos y autotests, ha sacado un formato en tarjeta en donde la tira va pegada en una tarjeta de cartón que es absolutamente biodegradable, así que hay alternativas. Después por supuesto, el tubo, el hisopo y el cassette son plásticos y sí, habría que hacer la cuenta de cuántos hisopos se vienen usando en el mundo desde el comienzo de la pandemia. Como todo plástico es contaminante pero también lo tenemos hoy en todo, en los recipientes donde comemos, la bolsa de los supermercados. Este es un problema que excede al tema de los tests. Es qué le pasa al mundo occidental hoy con el plástico”, dijo Comerci.
El doctor Jorge Wallach (MN.44.088), médico infectólogo y neumonólogo, y docente del Instituto de Investigación Biotecnológica de la UNSTA dijo a Infobae que “no hay contaminación ambiental por el uso de estos dispositivos; al menos no se ha detectado que suceda”.
Aclaró que es importante que la gente que se realice el test utilice una bolsa para desecharlos. “Se sella bien y se descarta en una bolsa individual, sanitizada con alcohol. Eso es todo”, agregó Wallach.
Comerci tampoco ve un grave problema de contaminación ambiental por los plásticos en el test. Lo que sí reconoce como un poco más preocupante es lo que sucede con el autotest o los hisopos una vez que son introducidos en las fosas nasales, en la nasofaringe o en la garganta depende del tipo de muestreo que se hace.
“Cuando se toma en un centro de diagnóstico, es material que está potencialmente contaminado porque la persona puede ser positivo para coronavirus o para cualquier otro virus también. Podría ser gripe o cualquier otro agente viral o bacteriano y eso es considerado material potencialmente patológico y se coloca en bolsa roja con el procedimiento habitual donde se descartan en los residuos hospitalarios, todos los materiales potencialmente infecciosos. Eso tiene un tratamiento especial, es una basura especial, no es como la basura domiciliaria”, afirmó.
Pero cuando se trata de tests que se realizan en casa, ¿se debe tener más precaución a la hora de desechar el material? “En general estos tests vienen con alguna bolsa interna donde alojar el material una vez utilizado y eso se va a tirar en residuo domiciliario. Todos los que estuvimos contagiados en estos casi dos años y que no tuvimos una enfermedad muy grave pero sí un par de días con fiebre, con mocos y catarro, estuvimos en nuestras casas, nos sonamos la nariz con papel tissue, que los tirábamos en el tacho de basura y que han sido eliminados como cualquier residuo domiciliario y eso no entraña mayores riesgos porque a lo sumo en un hogar habrá uno o dos infectados”, dijo el investigador.
Y agregó: “No es lo mismo un hospital donde se descartan miles de hisopos o de pañuelos infectados por día. No conozco que esté documentado un caso de infección por haber manipulado un pañuelo o un hisopo tirado en la vía pública. Así que yo no veo mayor riesgo en el descarte de un autotest domiciliario desde el punto de vista de la potencial infección”.
“En vez de generar terror o pánico en la población, lo que habría que hacer desde las autoridades sanitarias es una buena campaña de capacitación de cómo hacerse el autotest porque sino va a haber un desborde en toda la capacidad diagnóstica y me parece que todo el mundo tiene derecho a poder autotestearse y hoy el avance tecnológico permite tener autotests muy simples de usar y de muy buena precisión. Entonces me parece que es una herramienta que ayuda a combatir la pandemia”, concluyó.
Cabe recordar que el pasado 6 de enero, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el uso individual de cuatro test de autoevaluación en base a la detección del coronavirus de los laboratorios Abbott, Roche, Vyam Group y Wiener de venta exclusiva en farmacias. Esta medida significará que además de los lugares públicos donde se realiza el testeo de manera gratuita, se podrá ir a las farmacias y adquirir el test.
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