Médicos especialistas de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral realizaron la cirugía fetal intrauterina de espina bífida número 80 de ese centro de salud. Se trata de la máxima cifra para un centro médico de la Argentina. Se le realizó a una mujer de 23 años oriunda de Chaco cuyo bebé fue diagnosticado con esa enfermedad a las 18 semanas de gestación.
La intervención consiste en operar al feto dentro del útero de su madre, idealmente entre la semana 24 y 26 de gestación, aunque puede realizarse desde la 19 hasta la 27, con el objetivo de corregir la enfermedad conocida como espina bífida, informó hoy el Hospital Austral.
Yamila Kotoff tiene 23 años, vive en el Chaco y es ama de casa. Está cursando su primer embarazo y a las 18 semanas, su bebé, que llamará Constantino, fue diagnosticado con espina bífida, un defecto en la médula espinal que genera dificultades en la movilidad, en el sistema urinario, en el recto, entre otras.
Inmediatamente después del diagnóstico, su médico obstetra se puso en contacto con el Hospital Universitario Austral para coordinar la derivación con la intención de verificar si podía beneficiarse con una cirugía fetal oportuna. Tras los estudios de rigor, fue sometida a la cirugía fetal en la semana 25 de embarazo, el 16 de diciembre, y dada de alta el 20 de diciembre.
Por circunstancias ajenas a la cirugía, Constantino nació en la madrugada del 25 de diciembre con 27 semanas de gestación. Se pudo constatar que su cicatriz se encuentra en perfecto estado, que no requirió la colocación de una válvula y que presenta movilidad en las piernas, informó el centro de salud interviniente.
El Hospital Austral brinda este tipo de intervención quirúrgica desde 2015 y fue el primer centro del país con un programa de abordaje sistemático de mielomeningocele. Además, es uno de los tres centros con mayor número de cirugías de este tipo realizadas en Hispanoamérica.
En 2011, un estudio realizado en Estados Unidos denominado MOMS demostró que la cirugía fetal en bebés con mielomeningocele (una variedad de espina bífida) reduce a la mitad la necesidad de colocar una válvula en el cerebro y duplica las chances de que el niño camine sin órtesis (dispositivos para facilitar la deambulación).
Los profesionales de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral aprendieron la técnica en el exterior e introdujeron, durante los últimos años, varias innovaciones. Desde 2015, un equipo multidisciplinario ofrece este tratamiento en la institución para operar a pacientes con esta patología.
”Desde el punto de vista médico, para nosotros es la consolidación de un programa que amalgamó a muchos especialistas de distintas áreas en lo que es la medicina perinatal. Pero también nos llena de satisfacción poder darles una segunda oportunidad a estos chicos que vienen con una enfermedad que puede condicionar significativamente su calidad de vida. Este tratamiento precoz les da una mayor chance de tener una vida más plena, tanto para ellos como para a su familia”, sostuvo el doctor Adolfo Etchegaray, codirector del Programa de Cirugía Fetal del Hospital Universitario Austral y docente de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral. “Nos llena de alegría llegar a la consolidación de un trabajo en equipo que nos ha permitido brindar en nuestro medio resultados similares o incluso mejores a los principales centros de cirugía fetal del mundo”, agregó.
“Haber alcanzado estas 80 cirugías es el reflejo de un trabajo constante de nuestros profesionales para perfeccionarse, investigar todo el tiempo y aplicar las técnicas más avanzadas en procedimientos de alta complejidad”, remarcó Fernando Iudica, director médico del Hospital Universitario Austral y docente de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral. “Esto también habla de la calidad de la medicina argentina y de todo lo que es capaz cuando el conocimiento y la tecnología se ponen al servicio de la salud”, destacó.
El Programa de Cirugía Fetal está compuesto por especialistas de distintas áreas que tratan al paciente y a su familia en conjunto. Participan las áreas de Medicina Fetal, Cirugía Infantil, Neurocirugía, Obstetricia, Anestesia, Salud Mental, Neonatología y Urología. Junto a los profesionales, distintas fundaciones, organizaciones y familias comprometidas con el Hospital Universitario Austral colaboraron para llevar adelante los distintos proyectos y ayudar a convertirlo en el primer centro que brinda un abordaje sistemático frente a la espina bífida.
La espina bífida es un defecto congénito que afecta con mayor frecuencia las últimas vértebras de la columna, dejando expuestos los nervios que controlan la movilidad de las piernas y la contractilidad de la vejiga y el recto, lo que produce parálisis e incontinencia. Este deterioro es progresivo a lo largo del embarazo.
“Es una de las principales causas de discapacidad motriz. Además, en la Argentina, es la novena causa de muerte neonatal”, aseguró el doctor Etchegaray. ”Cuando iniciamos este programa, veníamos de la formación que habíamos tenido de instituciones que habían caminado durante un largo tiempo y veíamos difícil insertar esto en el país porque requiere de mucha tecnología, equipo y coordinación”, aseguró el doctor Daniel Russo, codirector del Programa de Cirugía Fetal del Hospital Universitario Austral. Y agregó: “Haber llegado a 80 cirugías tan rápidamente con los mismos estándares que en el exterior resulta algo difícil de imaginar. Estaba en el deseo, pero haberlo llevado a la práctica es emocionante”, aseguró el médico, jefe del Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Universitario Austral.
Dentro de la metodología de trabajo, el paciente llega a la institución derivado con un diagnóstico presuntivo de mielomeningocele. En la Unidad de Medicina Fetal, se evalúa la lesión, se confirma la patología y se descartan lesiones adicionales. Se realizan una serie de estudios sobre la paciente que son parte del proceso de selección para ver la posibilidad de realizar la cirugía.
“Se completa el diagnóstico con una resonancia magnética, una ecografía especializada y estudios genéticos para valorar la severidad de la enfermedad, la afectación del sistema nervioso central y descartar, además, patologías coexistentes graves”, detalló el doctor Russo. Desde que el equipo incorporó el tratamiento y comenzó a realizar el abordaje integral de la espina bífida se han realizado 152 evaluaciones, de las cuales se pudieron concretar las 80 cirugías (26 durante la pandemia).
Existen dos tipos de técnicas quirúrgicas: la cirugía denominada “a cielo abierto” o la “fetoscópica” y, según los estudios, los profesionales determinan qué opción es posible brindarle a cada paciente. “Estos resultados motivan al equipo de salud a continuar trabajando y mejorando para brindarle al paciente y a su familia la mejor medicina posible, con todos los atributos que hacen a la técnica específica de estas prácticas, pero sin olvidar los aspectos de una medicina humanizada”, resaltó Manuel Rocca Rivarola, director del Departamento Materno Infantil del Hospital Universitario Austral.
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