En la Argentina, hay 6 jurisdicciones que están en riesgo epidemiológico alto por la subida de casos de personas que confirman su diagnóstico con la enfermedad COVID-19. En el resto del país, se registra un riesgo medio. Pero en todo el territorio nacional los casos están creciendo. Durante los últimos 15 días, la incidencia de casos confirmados de COVID-19 aumentó un 217% a nivel nacional. A partir de ahí, se incrementó la demanda de testeos por parte de la población, especialmente en ciudad de Buenos Aires, Conurbano y Córdoba, y el Ministerio de Salud de la Nación estudia hacer un cambio en la consideración de quiénes son los contactos estrechos y tienen que hacerse los testeos en esta nueva etapa de la pandemia, con brotes de la variante de preocupación Ómicron ya detectados.
“Estamos evaluando un cambio de paradigma que tenemos que ir comunicando”, afirmó la Ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti. “Cuando se llega a un punto donde es importante el número de casos, la indicación de la jurisdicción puede ser que un contacto estrecho de un caso positivo con un síntoma, aunque esté vacunado, se considere positivo sin la necesidad de hacer el test”.
La cartera de Salud considera que alguien se convierte en “contacto estrecho” cuando permaneció a una distancia menor a 2 metros y durante al menos 15 minutos de otra persona que es un caso confirmado de COVID-19. Puede ser cuando esa persona ya presentaba síntomas de la infección o durante las 48 horas previas al inicio de síntomas.
Cuatro especialistas consultados manifestaron resistencia a producir un nuevo cambio en la normativa respecto de los testeos.
Se sabe que el coronavirus se propaga por gotas y por aerosoles que exhala al hablar, al cantar, o al gritar la persona que ya está contagiada. Como el virus puede quedar suspendido en el aire a través de los aerosoles, compartir un espacio cerrado con una persona que ya está infectada también puede ser una situación que aumente el riesgo de contagio. Entonces, las personas que han estado cerca de casos confirmados de COVID-19 pasan a ser contactos estrechos. Al estar cerca, podrían haber sido expuestas a la infección.
Oficialmente, la recomendación para los contactos estrecho era que tenían que aislarse durante 10 días y extremar los cuidados durante los 4 días subsiguientes al aislamiento. También tenían que testearse alrededor del séptimo día a través de las pruebas de antígenos, según las pautas que había emitido el Ministerio de Salud en octubre pasado. Ante la aparición de fiebre (37,5 ºC o más), tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, dolor de cabeza, dolor muscular, diarrea/vómitos; o ante la pérdida repentina del gusto o del olfato, las personas deben ir a un centro de testeo o comunicarse de inmediato con los teléfonos dispuestos por su jurisdicción.
Sin embargo, en el contexto de una mayor demanda de testeos y colas de espera en diferentes ciudades, las pautas cambiarían en los próximos días. De acuerdo a lo que dijo Vizzotti, en diálogo con El Destape radio, las jurisdicciones están facultadas para considerar a esas personas que se sospecha que pueden haber adquirido la infección como contagiadas y se puede evitar que hagan colas para hisoparse. “Un solo síntoma basta”.
¿El cambio podría ser beneficioso? Según dijo a Infobae el ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología y médico del Hospital Muñiz de Ciudad de Buenos Aires, Lautaro De Vedia, “en algún momento ya se habían aceptado en provincia de Buenos Aires como positivos a los contactos estrechos de casos confirmados de COVID-19 y con síntomas. Sería otro cambio de paradigma. Yo preferiría que se registren todos los casos de COVID-19. Tal vez haya alguna imposibilidad en recursos para hacerlo que desconozco”.
En tanto, el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag, comentó hoy al ser consultado por Infobae: “La circulación de la variante Ómicron del coronavirus genera diferentes disrupciones. Según lo que pasó en otras regiones del mundo, empieza a haber problemas en los testeos y luego en las salas comunes en hospitales. También hay problemas en viajes aéreos”.
El experto Debbag agregó: “En Argentina, la situación puede ser diferente porque estamos en verano. Pero ya hay personas que tienen dificultad para hacerse el testeo. Debería haberse fortalecido la política de testeos en todas las jurisdicciones para que cada persona pueda confirmar o descartar efectivamente si se trata de COVID-19. Se puede generar confusión en la población″.
Alejandro Chirino, coordinador de la sección de infecciones pulmonares de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, sostuvo en diálogo con Infobae: “La Argentina ha testeado poco en general. Considero que es importante que cada casos sospechoso con un síntoma acceda al testeo porque tiene fuerza para que la persona cumpla con el aislamiento. Se debería evaluar cuál es la mejor estrategia de testeo si las personas ya se encuentran completamente vacunadas y son contactos estrechos de un caso confirmado. Pero creo que lo mejor hoy es testear”.
El ex Secretario de Salud durante la Presidencia de Mauricio Macri, el investigador y médico sanitarista Adolfo Rubinstein, escribió en Twitter hoy: “Estamos en pleno aumento de casos por la variante Delta, sobre la que ya está cabalgando la Ómicron, mucho más contagiosa. El promedio semanal subió de aprox. 30.000 a 70.000 casos, 125%. Los centros de testeo en muchos distritos están al borde del colapso. ¿Cómo resolver esto? Hasta ahora, esta tercera ola no parece acompañarse de más complicaciones y muertes, pero si no se detectan tempranamente los casos, se aíslan y se rastrean los contactos estrechos, el virus sigue circulando. Mientras se acelera la vacunación, hay que testear más, mucho más”.
Según el doctor Rubinstein, “para descomprimir los centros de testeo, hay que autorizar los autotest domiciliarios. Estos test se compran en la farmacia, son baratos y específicos, y si se repiten al menos 2 veces en pocos días en contactos o síntomas dudosos, permiten detectar a casi todos los casos”.
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