La variante Ómicron del coronavirus se está transmitiendo en el mundo a un ritmo vertiginoso. Se la detectó en noviembre pasado en África y se la clasificó como variante de preocupación, y ya se la encontró en pacientes con COVID-19 en 89 países. En la Argentina, ya se determinó que se contagiaron personas que residen en las provincias de San Luis, Córdoba y Santa Fe a la vez que se sospecha de casos en la Ciudad de Buenos Aires. Ante el avance de Ómicron, el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, el médico infectólogo Roberto Debbag reclamó al gobierno: “Abran más lugares para vacunar contra el COVID-19, como las farmacias”.
En diálogo con Infobae el doctor Debbag explicó que abrir más centros para la inmunización contra el COVID-19 es “una medida que se necesita de manera urgente para que las personas que aún no completaron el esquema de dos dosis se acerquen”. “Además, Argentina tiene que acelerar la aplicación de las dosis de refuerzo ante el inminente crecimiento sostenido de la circulación de la variante Ómicron del coronavirus en el país”, agregó.
De acuerdo con Debbag, “hasta el momento ha predominado la variante Delta del coronavirus en las muestras de pacientes con COVID-19 que se analizan. Sin embargo, en base a lo que ha ocurrido en otras regiones del mundo, es probable que aumenten los casos de COVID-19 por Ómicron en el país las próximas semanas. Para reducir el impacto, el Gobierno debería facilitar el acceso a la vacunación”.
En la Argentina hoy hay 4 de las 24 jurisdicciones con riesgo alto por la incidencia de casos de COVID-19: Ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Río Negro, y Tucumán. También 19 jurisdicciones están en riesgo epidemiológico medio. Desde noviembre los casos de COVID-19 confirmados están creciendo. Ayer se registró un aumento del 107% en los casos cargados en relación con el domingo anterior.
Con respecto al plan estratégico de vacunación, ya se inmunizó al 70% de la población general con las dosis. El 8,3% de la población recibió una tercera dosis, como dosis adicional o como dosis de refuerzo. Para el doctor Debbag, “el plan debe acelerarse cuanto antes y dar más opciones de lugares de vacunación para inmunizarse podría hacer que los jóvenes que aún no recibieron las dosis se acerquen para completar esquemas”.
“Ante el posible escenario de más contagios con la variante Ómicron, la población debe estar mejor vacunada, y se deberían aumentar los estudios de vigilancia genómica de las muestras de pacientes con COVID-19. A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud recomienda analizar al menos el 5% de las muestras para conocer cuáles son las variantes del virus que están circulando en cada comunidad. Pero en la Argentina se estudia menos del 1% de las muestras. Al hacer más estudios, se aportaría más información para tomar medidas más a tiempo”, explicó.
También señaló que deberían hacerse más investigaciones sobre los motivos que hacen que haya jóvenes de entre 18 y 39 años no se hayan inmunizado completamente aún. “Deberían estudiarse algunas preguntas para entender mejor por qué hay jóvenes que no se aplican las vacunas. ¿Es por desconfianza en las vacunas o porque trabajan y no pueden acercarse al vacunatorio? ¿Influye que piensen que vacunas como la de Sinopharm tendría menos eficacia?”
La variante Ómicron tendría más capacidad para infectar a personas que ya tuvieron la enfermedad COVID-19 o que están vacunadas con las dos dosis. Por esta razón, el doctor Debbag consideró que se debe aumentar el ritmo de aplicación de las terceras dosis como refuerzo al esquema de vacunación. “Se debería acelerar la aplicación de las dosis de refuerzo en todos los mayores de 18 años, pero con prioridad para las personas mayores de 60 años. A las personas mayores deberían darle la dosis de refuerzo al cuarto mes después de haber recibido la segunda dosis”, sostuvo.
“Tanto acelerar la vacunación como mejorar la vigilancia genómica de las variantes son medidas sanitarias que generarían una política de alto impacto en el país”, remarcó. Además Debbag recomendó que hay que “volver a que se usen los barbijos en los lugares cerrados porque han demostrado eficacia junto con la ventilación cruzada y permanente, y el distanciamiento. Esas medidas se deben exigir sin que se limiten las libertades de movilidad”, dijo.
Si se detecta un porcentaje del 2% de muestras con Ómicron en el país, a la semana, pasará al 20% de las muestras. A las 2 semanas, 40% de las muestras. “Eso es lo que pasó en otras regiones y hay que tenerlo en cuenta”, añadió. “Como Ómicron produce como un resfriado, algunas personas no toman a la infección como si fuera COVID-19. En el hemisferio norte, hay gripe, sincicial respiratorio y COVID-19 y algunos no se testean. Sin embargo, es necesario que la gente se haga los testeos ante los síntomas, se rastreen los contactos estrechos y que hagan aislamiento para no contagiar a otros”.
Para los encuentros de Navidad el infectólogo, recomendó: “Si en los últimos 7 días, una persona estuvo en alguna reunión con alguien que le haya dado positivo para COVID-19, no tendría que asistir a reuniones de Navidad esta semana sino que debería entrar en aislamiento. También deberían estar en aislamiento las personas que estén esperando resultados de testeos”.
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