Dado que los donantes de órganos siempre son escasos, estudios en curso identificaron una posible alternativa: los órganos de animales. Una de esas investigaciones la lleva adelante un grupo de especialistas de Langone Health de la Universidad de Nueva York que informó oficialmente haber completado con éxito un segundo xenotrasplante, es decir, tomar un órgano de una especie e implantarlo en otra. El equipo de cirujanos utilizó un riñón de cerdo modificado genéticamente y lo trasplantó a un cuerpo humano sin sufrir rechazo.
Menos de dos meses después de la primera cirugía revolucionaria, Langone Health realizó su segundo procedimiento. Esta segunda cirugía es una señal de progreso continuo hacia un suministro alternativo potencial de órganos que salvan vidas, consideraron los investigadores.
Robert Montgomery, el especialista que lideró el segundo procedimiento quirúrgico, señaló que “ambos receptores de trasplantes en realidad fallecieron, y sus cuerpos se mantuvieron vivos mediante un ventilador. Sin embargo, las dos cirugías demostraron que un riñón especialmente diseñado de otra especie podría ayudar a proporcionar órganos que salvan vidas a quienes lo necesitan desesperadamente”. Montgomery está secundado en este proyecto por H. Leon Pachter, profesor de Cirugía y presidente del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y director del Instituto de Trasplantes Langone.
“Hemos podido replicar los resultados del primer procedimiento transformador para demostrar la promesa continua de que estos órganos modificados genéticamente podrían ser una fuente renovable de órganos para muchas personas de todo el mundo que esperan un regalo que les salve la vida. Hay mucho más trabajo por hacer antes de que comencemos a vivir las pruebas en humanos, pero nuestros hallazgos preliminares nos dan esperanza”, dijo Montgomery.
¿Cómo evitaron los científicos el rechazo de órganos? Antes de los dos trasplantes, realizados el 25 de septiembre pasado y el 22 de noviembre, los especialistas trabajaron arduamente en el proceso de modificación genética del riñón de cerdo para que careciera del gen alfa-gal, lo que desencadena el rechazo de los órganos de cerdo por parte de los anticuerpos de los humanos. Los científicos también fusionaron el timo del cerdo con el riñón antes del trasplante. Aquella glándula cumple la labor de “enseñar” al sistema inmunológico cómo producir glóbulos blancos y combatir las infecciones.
Montgomery y su equipo conectaron el riñón a la parte superior de la pierna del cuerpo humano, cerca del abdomen y se cubrió con un escudo protector para observación. Durante las siguientes 54 horas, controlaron la producción de orina y los niveles de creatinina del riñón. Ambos datos son marcadores importantes que muestran si un riñón está funcionando correctamente, ya sea de una persona o de un cerdo. Los resultados que obtuvieron mostraron que el funcionamiento del riñón coincide con lo que los médicos esperarían de un trasplante de riñón humano normal. Los médicos también notificaron en su documentación oficial que no hubo signos de rechazo después de los procedimientos.
“Continuamos progresando con el xenotrasplante knockout de un solo gen”, agregó Montgomery, citando el nombre que dieron al procedimiento. “Con estudios y reproducciones adicionales, este podría ser el camino a seguir para salvar miles de vidas cada año”, precisó. Los investigadores señalaron que los dos cuerpos fueron donados por LiveOnNY, una organización sin fines de lucro que facilita la donación de órganos y tejidos en el área de Nueva York. La cesión se concretó en nombre de las familias que acordaron permitir que los científicos usen todo el cuerpo de su ser querido para la investigación científica.
Según United Network for Organ Sharing, más de 90.000 personas en Estados Unidos están esperando un trasplante de riñón que les salve la vida. “Este es un momento transformador en el trasplante de órganos. Las comunidades médica y científica han estado trabajando hacia el xenotrasplante para mantener la vida humana durante más de 50 años. Ha habido muchos obstáculos en el camino, pero nuestro procedimiento más reciente hace avanzar significativamente estos esfuerzos. Esta investigación brinda una nueva esperanza para un suministro ilimitado de órganos, un cambio potencial en el campo de los trasplantes y para aquellos que ahora mueren por falta de un órgano”, concluyó el científico.
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