Con el objetivo de sensibilizar a las autoridades y profesionales sanitarios, y a la sociedad en general, sobre el dolor de los pacientes que padecen este tipo de cefalea, y aunar esfuerzos para mejorar su calidad de vida, cada 12 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Acción contra la Migraña.
La migraña es la tercera enfermedad más frecuente del mundo, y se estima que afecta al 14,7% de la población, es decir, a 1 de cada 7 personas. Suele manifestarse en la pubertad y afecta principalmente al grupo de entre los 35 y los 45 años de edad. Es más frecuente en las mujeres en una relación de 3 de ellas por cada varón; representa la séptima causa específica de discapacidad.
Las manifestaciones de la migraña son particulares y se caracterizan por dolores de cabeza más intensos, que vienen acompañados de otros síntomas como náuseas, sensibilidad a la luz, sonidos u olores y dificultad para concentrarse. Existen desencadenantes que favorecen la aparición de episodios, como situaciones de estrés y ansiedad, ciertos olores o perfumes, ruidos intensos y luces brillantes, alcohol y tabaco, cambios hormonales durante el ciclo menstrual, uso de pastillas anticonceptivas, ejercicios intensos, cambios en los patrones del sueño, ayuno prolongado y algunos alimentos como chocolate o quesos duros.
El tiempo y la práctica demostraron que hasta ahora los recursos para tratamientos preventivos de crisis frecuentes fueron de utilidad limitada, ya que fueron eficaces en menos del 50% de los pacientes con migrañas de alta frecuencia o crónicos. Luego de presentar un análisis que demostró la seguridad del medicamento como tratamiento preventivo para la migraña, el laboratorio Teva anunció la llegada a nuestro país de fremanezumab, un anticuerpo monoclonal que reduce a la mitad la cantidad de episodios y su intensidad, y el único que puede aplicarse en forma trimestral.
“Históricamente, se trataba en forma aguda cada episodio de migraña intentando reducir sus síntomas e intensidad, pero en los últimos años a partir de haber alcanzado un entendimiento más profundo sobre los mecanismos que desencadenan la enfermedad, se abrió todo un nuevo horizonte terapéutico, que tiene que ver con tratar preventivamente la migraña, sin esperar a que se desencadene el episodio. Un abordaje no excluye al otro, pueden convivir el tratamiento preventivo, que reduce la cantidad de episodios al mes, con el agudo, que mejora cómo el paciente atraviesa cada episodio”, explicó el doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA).
Fremanezumab, la novedad más reciente en nuestro país para tratar esta enfermedad de manera preventiva en adultos, es un medicamento innovador que fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) que, a diferencia de otras opciones, puede administrarse en forma mensual o trimestral. Se trata de un anticuerpo monoclonal que demostró en diversos estudios clínicos reducir significativamente la cantidad de días de migraña en personas con la variante de moderada a severa de la enfermedad.
En las personas con migraña episódica (menos de 15 episodios por mes), el 47,7% logró reducir a la mitad la cantidad de días de migraña al mes -entre los pacientes tratados con la dosis mensual- y un 44,4% entre los que recibieron la dosis trimestral. Por otro lado, 4 de cada 10 pacientes con migraña crónica (que sufren más de 15 episodios al mes) redujeron un 50% la cantidad de días de migraña al mes con la dosis mensual y un 37,6%, el grupo que recibió la dosis trimestral.
Al respecto, el especialista reconoció que “es sumamente alentador estar ante la posibilidad de reducir tanto los días de migraña en un grupo significativo de pacientes. Esto significa devolverles libertad, permitirles retomar su cotidianeidad y todo lo que venían postergando”.
“Además, es muy cómodo para los pacientes que se lo puedan administrar ellos mismos o en un centro de salud y hacerlo -eventualmente- en forma trimestral. Esto simplifica el tratamiento, lo que puede contribuir a su cumplimiento, que siempre es un desafío en las enfermedades crónicas”, agregó el neurólogo.
Atraviesa todos los aspectos de la vida
“A veces se corre el riesgo de minimizar esta enfermedad poniéndola a la altura de los dolores de cabeza comunes, lo que puede hacer sentir muy incomprendidos a los pacientes que la sufren. Es una enfermedad en la que, muchos días al mes, la persona puede verse inhabilitada de trabajar, hacer ejercicio, jugar con sus hijos o verse con amigos, incluso no querer salir a la calle y solo pensar en recostarse en la habitación. En ese contexto, la llegada de nuevas medicaciones es siempre una buena noticia”, aseveró Andersson.
Para describir mejor lo que esta enfermedad puede representar, meses atrás se presentaron los resultados de la encuesta internacional “Más allá de la migraña, el verdadero usted”, que relevó la experiencia de 12.545 personas con migraña (73% mujeres, 27%, hombres) de 16 países, entre ellos, 500 argentinos.
Entre los participantes de nuestro país, casi 9 de cada 10 (88%) indicaron que la enfermedad les afecta negativamente su calidad de vida y que la sociedad no toma en serio a esta enfermedad; la mitad (51% y 52%, respectivamente) indicó que alteró su desarrollo laboral y sus planes de salir de su casa, 1 de cada 3 (36%) aseguró que impactó en su vida sexual. 4 de cada 10 (39%) marcaron que la enfermedad perjudicó sus relaciones familiares y el 42% de los que tenían hijos indicaron que consideraban que su migraña afectaba la felicidad general de su hijo. También expresaron que, al limitar su potencial, la migraña los hacía sentir frustrados (61%), exhaustos (54%), enojados (49%), con poco valor (39%), deprimidos (38%) y tristes (37%), entre otras emociones.
Si bien sin lugar a dudas se trata de una esperanzadora novedad terapéutica para el tratamiento de la enfermedad, será el profesional de la salud, en diálogo con el paciente, quien determinará el tratamiento más conveniente para cada caso, considerando fundamentalmente cómo se manifiesta la enfermedad en esa persona, la frecuencia, duración, severidad de los episodios y su impacto de estos en la vida del paciente.
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