La extensión cada vez más veloz de los contagios por variante Delta del SARS-CoV-2 puso en alerta al mundo. La semana pasada los datos que se tenían respecto a esta mutación dieron un vuelco cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aseguró que sus últimos estudios determinaron que los vacunados pueden contagiarse y contagiar a otras personas, pero ratificó que las vacunas son altamente efectivas. Quienes cuentan con el esquema completo de inoculación, dijo, logran evitar en un 99,99% de los casos la hospitalización y la muerte.
Esto significó un vuelco en el enfoque de la pandemia para EEEUU, que dispuso la vuelta al uso de mascarillas y en las próximas horas, se esperan medidas tendientes a obligar a los remisos a aplicarse las vacunas.
La variante Delta de COVID-19, una de las variantes de preocupación según la Organización Mundial de la Salud y presente hoy en 124 países, es hoy uno de los ítems que más preocupan a la comunidad científica y a la población mundial. La cepa ya es dominante en Europa y EEUU y ahora hay preocupación en la región de Latinoamérica. En Brasil se confirmó la semana pasada que ya es de circulación comunitaria y en Paraguay, hay sospechas que de momento a otro también lo sea.
Esto pone en alerta a Argentina por tratarse de una región fronteriza. En las últimas horas la ministra de Salud, Carla Vizzotti, le presentó un informe al presidente Alberto Fernández en el que detalla que ya existe circulación comunitaria de la variante Delta precisamente, en Paraguay y que ese aumento de los contagios podría cruzar la frontera y llegar a la Argentina durante el próximo mes.
La ministra alertó al Jefe de Estado sobre la posibilidad de que en tres o cuatro semanas la variante Delta podría aumentar su circulación en el país, lo que implica una preocupación extra para el Gobierno, que hasta el momento buscó retrasar, con medidas restrictivas, que los casos de Delta se multipliquen a toda velocidad.
El caso más grave en torno del ingreso de Delta al país, donde aún no circula en forma generalizada, ocurrió en Córdoba. En las últimas horas fue internado el caso cero de la variante Delta, oriundo de Córdoba, en el Hospital Rawson de la Capital provincial. El hombre afectado es mayor de edad y había contraído el virus en un viaje que realizó a Perú, que fue detectado en los testeos que se realizó una vez que volvió a la Argentina. La situación en Córdoba es preocupante. Dos días atrás hubo cinco detenidos y 800 personas aisladas por los contagios de la variante Delta. Fueron dos ciudadanos peruanos y tres argentinos.
Esta mutación obligó a varios países a volver a aplicar medidas de restricción para frenar la cadena de contagios. Francia, por ejemplo, estableció la obligatoriedad del pase sanitario para acceder a lugares de ocio y cultura. Entre los países en los que la variante Delta está causando más del 75% de los nuevos casos de la enfermedad se encuentran India, China, Rusia, Indonesia, Australia, Bangladés, Reino Unido, Sudáfrica, Australia, Portugal e Israel. Sin embargo, en América Latina varias naciones comenzaron a reportar los primeros casos en los últimos días, y en algunas incluso ya hay circulación comunitaria como en los casos de Brasil y Paraguay.
Aún así, los CDC han determinado que más del 99,99% de las personas vacunadas completamente contra el COVID-19 no han tenido un caso importante que haya resultado en hospitalización o muerte.
Pero qué se sabe hasta ahora sobre la variante Delta, surgida en India en diciembre de 2020. La variante delta, originalmente conocida como B.1.617.2, se ha convertido en dominante en los últimos meses en muchos países. Representa más del 80% de los casos recién diagnosticados en EEUU, según los CDC.
“Los casos de COVID-19 aumentaron más del 300% a nivel nacional del 19 de junio al 23 de julio de 2021, junto con incrementos paralelos en las hospitalizaciones y muertes provocadas por la variante altamente transmisible B.1.617.2”, dijeron los CDC en un aviso de Health Alert Network esta semana. Cuánto más, no está realmente claro. Las estimaciones oscilan entre un 60% más y hasta más de un 200%, según quién esté haciendo las estimaciones.
Un documento interno de los CDC que se difundió la semana última advirtió que la variante Delta es tan transmisible como la varicela, lo que implica que cada persona infectada contagia hasta ocho o nueve individuos, en promedio. La variante original de coronavirus, según indicaron los CDC, era tan contagiosa como el resfriado común, y cada persona infectada contagiaba a otras dos.
De todas formas, los especialistas admiten que este es un número difícil de verificar, porque averiguarlo requeriría muchas más pruebas de las que se están haciendo ahora. Las personas que dan positivo en la prueba tendrían que enviar muestras para la secuenciación genómica, y eso solo se hace en algunos lugares en EEUU. Comparar su transmisibilidad con variantes pasadas requeriría que ese tipo de pruebas se hayan realizado en los últimos meses, y eso no se hizo.
El Scientific Pandemic Influenza Group on Modelling, un grupo de modeladores británicos de enfermedades infecciosas, dijeron que los datos indican que la variante delta es un 40-60% más transmisible que el B.1.1.7 o variante Alpha (surgida en Gran Bretaña), que alguna vez fue el dominante en EEUU, pero que ha sido reemplazada por Delta. Dicen que es casi el doble de transmisible que las variantes originales del virus que se vieron por primera vez en China.
Respecto de la gravedad de los cuadros que Delta puede generar. Se trata de una infección que a simple vista puede parecer que enferma más severamente a las personas, pero en verdad más del 90% de las personas que se presentan para recibir tratamiento no fueron vacunadas, según los CDC.
De ahí la preocupación de los especialistas por ampliar las campañas para que las personas completen su esquema de vacunación. En EEUU hay salas de emergencia de hospitales y unidades de cuidados intensivos nuevamente completas, pero con pacientes que no han querido vacunase, en un país donde es amplia la disponibilidad de vacunas.
Si bien aún no está demostrado que Delta cause una enfermedad más grave, si está comprobado que los más vulnerables siguen siendo quienes no están vacunados. Los CDC citaron tres estudios más antiguos de Canadá, Singapur y Escocia, que indican que las personas infectadas con Delta terminan en el hospital con más frecuencia.
Lo que también está sucediendo es que los jóvenes representan una proporción mayor de los que se enferman. Más del 80% de los estadounidenses mayores de 65 años están completamente vacunados, según los CDC. Pero los estadounidenses más jóvenes no están vacunados al mismo ritmo, por lo que son los que se presentan en las salas de emergencia.
En Argentina, el gobierno anunció el cambio en su estrategia de vacunación y aseguró que el mes de agosto será dedicado especialmente a completar el esquema de aquellos que aguardan recibir las segundas dosis.
Los CDC publicaron un estudio sorprendente el viernes que analiza un brote en Provincetown, Massachusetts, donde el 74% de las personas que se infectaron estaban completamente vacunadas, y cuatro de ellas debieron hospitalizarse, lo que representa un porcentaje muy bajo. El brote involucró a 469 personas que contrajeron COVID-19 a principios de este mes. “Las pruebas identificaron la variante Delta en el 90% de las muestras de 133 pacientes”, escribieron los investigadores de los CDC y los departamentos de salud locales en el informe semanal de los CDC.
“Las vacunas previenen más del 90% de la enfermedades graves, pero podrían ser menos efectivas para prevenir la infección o la transmisión”, dijo la directora de los CDC Rochelle Walensky. “Por lo tanto, habría más infecciones tras la vacunación y más propagación comunitaria a pesar de la vacunación”, afirmó.
En el sitio web de los CDC se señala que “la evidencia disponible sugiere que las vacunas contra el COVID-19 de ARNm actualmente autorizadas (Pfizer-BioNTech y Moderna) son altamente efectivas contra la hospitalización y la muerte por una diversidad de variantes incluyendo Alpha (B.1.1.7), Beta (B.1.351), Gamma (P.1) y Delta (B.1.617.2).
“Los datos sugieren una menor efectividad contra la infección confirmada y la enfermedad sintomática causada por las variantes Beta, Gamma y Delta en comparación con la variante ancestral y la variante Alpha. Se necesita un monitoreo continuo de la efectividad de la vacuna contra las variantes”, sostienen los CDC.
Si bien los CDC originalmente le dijeron a las personas que los vacunados tienen menos probabilidades de infectar a otros, Walensky dijo esta semana que la variante Delta puede ser diferente. El estudio de Provincetown publicado el viernes muestra eso. “Las personas con COVID-19 informaron haber asistido a eventos densamente llenos en interiores y exteriores en lugares que incluían bares, restaurantes, casas de huéspedes y casas de alquiler”, escribieron los investigadores. Los PCR realizados a los infectados indicaron que quienes estaban completamente vacunados tenían la misma proporción de virus en el organismo que quienes no estaban vacunados.
“Las cargas virales elevadas sugieren un mayor riesgo de transmisión y plantean la preocupación de que, a diferencia de otras variantes, las personas vacunadas infectadas con Delta pueden transmitir el virus. Este hallazgo es preocupante y fue un descubrimiento fundamental que llevó a la recomendación del uso de mascarillas actualizada de los CDC”, subrayó Walensky.
Debido a esta y otras pruebas, los CDC dispusieron cambiar las reglas respecto de las mascarillas y ahora las personas vacunadas deben usarlas en áreas de transmisión moderada o alta. Esto se debe a que las personas vacunadas pueden exponerse y luego pueden tener suficiente carga de virus creciendo en sus cuerpos para infectar a otra persona, incluso si no tienen síntomas.
“Los hallazgos de esta investigación sugieren que incluso las jurisdicciones sin una transmisión de COVID-19 sustancial o alta podrían considerar expandir las estrategias de prevención, incluyendo el uso de mascarillas en entornos públicos cerrados independientemente del estado de vacunación, dado el riesgo potencial de infección durante la asistencia a grandes reuniones públicas que incluyen a viajeros de muchas áreas con diferentes niveles de transmisión”, escribió el equipo que informó sobre el brote de Provincetown.
Investigadores chinos estimaron que las cargas virales de las personas infectadas con Delta eran 1.000 veces más altas que las de las personas infectadas al comienzo de la pandemia. Jing Lu, del Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong, y sus colegas también dijeron que el virus es capaz de transmitirse en cuatro días, en comparación con los seis días de la variante original de la pandemia.
Celine Gounder, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Nueva York, causó revuelo cuando dijo que las personas podrían infectarse con Delta en solo un segundo de exposición, en comparación con los 15 minutos al comienzo de la pandemia. Esto no se basó en observaciones de Gounder en torno del estudio de Lu, según aseguró.
Por su parte, la Sociedad Estadounidense de Microbiología (ASM por sus siglas en inglés) precisó que la mutación en la furina, que es la proteína espiga característica del coronavirus, también podría ayudar a que el virus infecte las células más fácilmente. “Se cree que la mutación aumenta la infectividad y la transmisibilidad viral, sin embargo, la investigación indica que debe ocurrir en el contexto de mutaciones de proteína espiga adicionales para que sea consecuente”, indica la ASM.
No tiene algunas de las mutaciones que hicieron que otras variantes fueran más transmisibles, incluida una llamada N501Y que caracteriza a la variante Alpha o B.1.1.7; la variante Beta o B.1.351; y la variante Gamma o P1. También carece de una mutación llamada E484K que se ve en Beta y Gamma.
Sea cuales fueren las formas del virus para propagarse, la respuesta de los expertos a la propagación siempre es la misma: más vacunación. “Si tenemos más y más personas vacunadas, ganaremos en esta carrera”, dijo Walensky.
En EEUU las campañas para generar presión entre quienes se resisten a vacunarse se están profundizando. “La gente se está dando cuenta” de la necesidad de vacunarse para evitar cuadros graves, dijo el domingo a CNN el director de los Institutos Nacionales de Salud, Francis Collins. “Eso es lo que debe suceder desesperadamente si queremos poner esta variante Delta en su lugar, porque ahora mismo está teniendo una gran fiesta en el medio del país”.
En las últimas dos semanas, las tasas de casos diarios se han cuadriplicado, dijo Collins. Este aumento se produce cuando la variante Delta se extiende y el porcentaje de estadounidenses vacunados ronda el 49,6%, según los CDC.
El infectólogo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, atribuyó el aumento de los niveles de vacunación en EEUU a dos factores probables: líderes confiables que salen en apoyo de las vacunas y de que las personas vean cuánto mejor les está yendo a las comunidades vacunadas contra el virus, dijo a CBS el domingo.
El director clínico de AdventHealth Central Florida, Neil Finkler, dijo que ninguno de sus pacientes pensó que contraería el virus. “La variante Delta ha demostrado ser tan contagiosa que incluso los jóvenes y los sanos, incluidas las pacientes embarazadas, están comenzando a llenar nuestros hospitales”, dijo Finkler.
A pesar del creciente número de casos de COVID-19, Fauci le dijo a ABC el domingo que cree que hay suficiente protección comunitaria para evitar que el país tenga que implementar medidas de confinamiento nuevamente. “Creo que tenemos suficiente porcentaje de personas en el país, no lo suficiente para aplastar el brote, pero creo que lo suficiente como para no permitirnos entrar en la situación en la que estábamos el invierno pasado”, dijo. Pero es probable que las cosas empeoren para los no vacunados, advirtió Fauci.
“Cuando hay personas no vacunadas que se infectan, se está propagando la dinámica del brote, que finalmente impacta a todos desde el punto de vista de tener que usar máscaras, desde el punto de vista de la seguridad de los niños en las escuelas, desde el punto de vista de poder abrir todo de la forma que era cuando estábamos en la normalidad”, dijo.
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