La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) determinó que la mortalidad en pacientes internados por COVID-19 se redujo un 30% mediante el tratamiento con hipertensivos de uso común, según un ensayo de cohorte retrospectiva que se basó en los datos del Registro SEMI-COVID-19 de esa entidad médica de España.
La SEMI publicó el estudio firmado por 25 médicos tanto en el Journal of Clinical Medicine como en su página web, donde se precisó que el tratamiento con dos antihipertensivos genera esa importante reducción en la mortalidad. Se trata de una nueva investigación de cohorte retrospectiva basada en datos del Registro SEMI-COVID-19 de la entidad, que tuvo por objetivo examinar y describir el efecto que tiene el tratamiento antihipertensivo con IECA (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina) y ARA II (antagonistas del receptor de la angiotensina 2) en los pacientes en el transcurso de su hospitalización.
Los investigadores precisaron que el estudio incluyó pacientes que fueron tratados tanto con IECA como con ARA II durante su hospitalización y a los que se les retiró esa medicación, de acuerdo a la decisión tomada durante el tratamiento por los médicos a cargo o por el protocolo de cada hospital.
En total fueron analizados datos de 11.205 pacientes con una edad media de 67 años, el 43,1% de los cuales fueron mujeres. “De los pacientes analizados, 2.162 recibieron tratamiento con IECA / ARA II durante la hospitalización por COVID-19. En todos ellos, se evaluó su pronóstico ─atendiendo a parámetros como la necesidad de ventilación mecánica invasiva (VMI), ventilación mecánica no invasiva (VMNI), ingreso en la UCI y/o mortalidad por todas las causas─ y también el riesgo de eventos adversos cardiovasculares mayores ─infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y/o cualquier tipo de arritmia, tanto auricular como ventricular─”.
Los investigadores evaluaron en cada paciente su pronóstico teniendo en cuenta la necesidad de ventilación invasiva, ventilación mecánica no invasiva, ingreso en la UCI y/o mortalidad por todas las causas, y también el riesgo de eventos adversos cardiovasculares mayores como infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, accidente cerebrovascular y/o cualquier tipo de arritmia, tanto auricular como ventricular.
También se estudiaron los resultados “compuesto de pronóstico y eventos adversos cardiovasculares en pacientes que continuaron o descontinuaron el tratamiento con IECA/ARA II durante la hospitalización. En el estudio, se incluyeron pacientes hipertensos, pero también todos aquellos que recibieron IECA/ARA II durante la hospitalización por COVID‐19 no hipertensos incluidos”.
El hallazgo que los médicos españoles consideraron más relevante por que “el tratamiento con IECA/ARA II durante la hospitalización se asoció con una reducción del 30% en la mortalidad” por lo que destacaron “los beneficios de los IECA/ARA II en pacientes hipertensos con COVID‐19. De hecho, el 92,1% de los que recibieron estos medicamentos durante la hospitalización eran hipertensos, y los resultados mostraron una reducción del riesgo relativo (RRR) del 32% en la variable compuesta de pronóstico en estos pacientes. También hubo un beneficio significativo observado en otras variables: 50% de reducción del riesgo relativo para IMV, 43% para ingreso en UCI y 35% para todas las causas mortalidad. No hubo diferencias entre los grupos en cuanto a incidencia de eventos adversos cardiovasculares mayores”, puntualizaron.
Además, como dato sobresaliente se mencionó que “el grupo de los pacientes que recibieron estos fármacos tenían mayor edad media, mayor comorbilidad y mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo”. En ese sentido, recordaron que “la edad, la hipertensión y la enfermedad cardiovascular previa son factores asociados a un peor pronóstico y mayor riesgo de mortalidad en los pacientes con infecciones por SARS‐CoV‐2″.
En conclusión, “el estudio sugiere que los IECA/ARA II no deben retirarse de forma rutinaria en pacientes hospitalizados por COVID-19, especialmente en hipertensos”. Sin embargo, la investigación apunta que, para confirmar estos resultados, “se necesitan más ensayos controlados prospectivos y aleatorizados. El trabajo también muestra un nuevo campo de investigación que debe explorarse más a fondo: el análisis de los mecanismos moleculares que subyacen al posible efecto protector de IECA/ ARA II contra el SARS-CoV-2″.
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