Cómo se atiende a los pacientes graves con COVID-19 en hospitales del AMBA

Directivos y coordinadores de instituciones públicas y privadas informaron que ahora hay más pacientes graves que reciben ventilación no invasiva antes de pasar al respirador. Nuevas “salas de recuperación post terapia” y la creación equipos médicos que incluyen psicólogos

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Con el avance del coronavirus durante la segunda ola, los hospitales destinan más a los pacientes graves con cánulas y cascos con oxígeno. Menos del 30% necesitan respirador / EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo
Con el avance del coronavirus durante la segunda ola, los hospitales destinan más a los pacientes graves con cánulas y cascos con oxígeno. Menos del 30% necesitan respirador / EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

Hoy solo quedan libres el 22,6% de las camas de unidades de terapias intensivas de los hospitales públicos y privados de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, según datos del Ministerio de Salud de Nación actualizados hasta el 27 de abril. Para afrontar esta segunda ola de la pandemia, se hicieron cambios en la atención de los pacientes graves. Muchos más reciben primero acceso a cánulas y cascos con oxígeno antes de pasar al respirador, según contaron a Infobae directivos y coordinadores tanto del sector público como del privado. En algunos casos, les dan el alta a los 10 días y siguen con oxígeno en la casa. Si quedan con secuelas, otros pasan a una sala para el después de la terapia intensiva.

“Arrancamos con la pandemia en 2020 con 21 camas para respiradores, y hoy tenemos 61 camas con respirador en terapia intensiva para atender a los pacientes con COVID”, contó a Infobae el director del Hospital Fernández de la ciudad de Buenos Aires, Ignacio Previgliano. Aumentaron la cantidad de pacientes graves que en lugar de destinarse al respirador van a camas con ventilación no invasiva. “En los próximos días tendremos en nuestro hospital 23 camas para ventilación no invasiva”, comentó.

La ventilación no invasiva es una alternativa previa al respirador. “Se hace un tamizaje de los pacientes con insuficiencia respiratoria y de acuerdo con un protocolo. En un primer momento, se le coloca una cánula nasal de óxigeno de alto flujo. Si no se consigue una buena respuesta, se pasa a la atención del paciente con presión continua en la vía aérea con casco o con máscara. Si esas opciones no funcionan, se hace la intubación endotraqueal y se usa el respirador”, detalló Previgliano a Infobae.

En el Hospital Fernández de Capital empezaron a desarrollar el protocolo de atención con ventilación no invasiva en pacientes graves, que reduce el tiempo de internación. Ahora se usa en otros hospitales
En el Hospital Fernández de Capital empezaron a desarrollar el protocolo de atención con ventilación no invasiva en pacientes graves, que reduce el tiempo de internación. Ahora se usa en otros hospitales

El protocolo empezó a desarrollarse el año pasado en el Hospital Fernández, y ahora ya se utiliza en otras instituciones porteñas como los hospitales Tornú, Santojanni y Argerich. Según el director, quien es especialista en cuidados intensivos, sólo el 28% de los pacientes graves requiere respirador.

El cambio hacia dar más acceso a la ventilación no invasiva se hizo teniendo en cuenta en que reduce el tiempo de internación de los pacientes. De acuerdo con Previgliano, si el paciente necesita respirador, requiere en promedio unos 30 días de internación. Mientras que si solo se usan cánulas o cascos como ventilación no invasiva, el promedio de internación es de 7 días para cada paciente.

En tanto, en el Conurbano también aumentó la ocupación de camas tanto dentro de los hospitales habituales como en los modulares que se abrieron el año pasado para atender a los pacientes con el COVID-19. Según contó a Infobae el director ejecutivo del Hospital El Cruce, Ariel Sáez de Guinoa, “en marzo, los hospitales modulares volvieron a estar ocupados en su máxima capacidad”. Señaló que en la zona Sur, los hospitales de los municipios Berazategui, Quilmes, Florencio Varela y Almirante Brown trabajan en red y derivan a los pacientes más críticos al Hospital El Cruce, que es de alta complejidad.

El Hospital El Cruce de Florencia Varela, trabaja en redes con hospitales de menor complejidad del Conurbano. Amplió las camas de cuidados intermedios para pacientes graves con COVID-19 que necesitan oxígeno. Creó equipo de profesionales que se dedican a cuidados humanizados para mejorar el diálogo entre el paciente crítico y la familia / EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo
El Hospital El Cruce de Florencia Varela, trabaja en redes con hospitales de menor complejidad del Conurbano. Amplió las camas de cuidados intermedios para pacientes graves con COVID-19 que necesitan oxígeno. Creó equipo de profesionales que se dedican a cuidados humanizados para mejorar el diálogo entre el paciente crítico y la familia / EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

“Se postergan cirugías programadas por otras enfermedades y que no sean urgentes. Se aumentaron las camas de cuidados intermedios y de terapia intensiva para COVID-19. Hoy tenemos 12 camas de cuidados intermedios y 32 de terapia intensiva ocupadas”, señaló. En las camas de cuidados intermedios, se encuentran pacientes graves que pueden tener máscara de oxígeno, pero que no necesitan respirador. “Si necesitan el respirador, pasan a terapia intensiva”, aclaró el doctor Saez de Guinoa.

Añadió que ante la segunda ola, los hospitales cuentan con más enfermeros capacitados para atender pacientes en situación crítica. Con acuerdo con la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, “se hicieron capacitaciones y entrenamientos durante el año pasado y eso hizo ahora contemos con más recursos humanos de enfermería para la atención de pacientes críticos en varios hospitales”.

Desde el sector privado, el doctor José Manuel Viudes, neumonólogo del Hospital Italiano de Buenos Aires y coordinador de cuidados domiciliarios de la prepaga Swiss Medical Group, comentó también los cambios que se han hecho durante el inicio de la segunda ola: “Hoy pasamos a usar más la ventilación no invasiva en pacientes críticos. Esta estrategia se usó durante la pandemia de gripe en 2009. Porque sabemos que muchos de ellos no necesitan pasar a la terapia intensiva”.

Al tener en cuenta la alta demanda y los riesgos que implica la duración de la internación en un hospital, en el sector privado, algunos pacientes reciben el alta a los 10 días del inicio de los síntomas. Siguen con el óxigeno y el seguimiento médico en las casas. (Foto: Franco Fafasuli)
Al tener en cuenta la alta demanda y los riesgos que implica la duración de la internación en un hospital, en el sector privado, algunos pacientes reciben el alta a los 10 días del inicio de los síntomas. Siguen con el óxigeno y el seguimiento médico en las casas. (Foto: Franco Fafasuli)

Además, el doctor Viudes contó que en el sector privado se usa más la telemedicina y hay más pacientes en domicilio con alta más temprano. “Al día 10 del inicio de síntomas y cuando el paciente no contagia, el paciente se va a la casa y sigue allí el tratamiento con oxígeno y con el servicio de enfermería y kinesiología”, explicó el doctor Viudes.

En el caso de la Fundación Hospitalaria, que atiende maternidad y salud infantil, se creó una unidad febril para aumentar la demanda de hisopados y derivar a los pacientes según el resultado, y evitar el desborde de la guardia, según contó a Infobae Sergio Paikovsky, subdirector médico de la institución.

Para los pacientes graves después del respirador, se empiezan a usar las salas de recuperación si quedaron secuelas, con la atención de un equipo interdisciplinario (Foto: Franco Fafasuli)
Para los pacientes graves después del respirador, se empiezan a usar las salas de recuperación si quedaron secuelas, con la atención de un equipo interdisciplinario (Foto: Franco Fafasuli)

Otra novedad es la creación de salas para los que se recuperan después del respirador. “Se creó la sala de recuperación post terapia intensiva en el Hospital Fernández: algunos quedan con daños neuromuscular y psiquiátrico. Quedan internados hasta que van a su casa”, contó el doctor Previgliano. También ahora se piensa más en la soledad que vive el paciente grave. Se crearon equipos médicos que se dedican a cuidados humanizados. “Es un grupo de diferentes profesionales, que incluye psicólogo, enfermero, trabajadora social que se capacitaron el año pasado. Es para acompañar a los pacientes graves que estaban muy solos en los hospitales. Intervienen en el diálogo con las familias”, contó a Infobe el doctor Saez de Guinoa, del Hospital El Cruce.

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