La cantidad de testeos que se realizan en menores de 18 años aumentó 50% durante la segunda quincena de marzo en comparación con los realizados en la segunda quincena de febrero en la Argentina, y crecieron 100% durante la primera quincena de abril. También subió la cantidad de casos de COVID-19 registrados en niñas, niños y adolescentes: en comparación con los casos confirmados semanales en la segunda quincena de febrero con la primera de abril, los contagios aumentaron un 323%. Sin embargo, las sociedades médicas relacionadas con la infectología y la pediatría aclaran que no crecieron los cuadros graves en ese grupo.
“Los testeos y los diagnósticos positivos del COVID-19 se incrementaron durante marzo en el país en niños y adolescentes en el contexto de un aumento de la circulación en la comunidad”, explicó a Infobae Liliana Vázquez, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología.
Según la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación, ya 262.572 menores de 20 años han sido confirmados con coronavirus. Representan el 9,2% del total de casos de COVID-19 que se han registrado en todo el país (de hecho, de acuerdo a datos de la Johns Hopkins University & Medicine Resource Center, la Argentina supera los 2,8 millones de contagios desde el inicio de la pandemia y más de 62.000 fallecidos). Según el último informe de la cartera de Salud, hubo 180 menores fallecidos hasta el momento por COVID-19.
“Durante la segunda ola, los que más se contagian son las personas que salen a trabajar y los adolescentes mayores”, señaló Vázquez. Los adolescentes de entre 15 y 19 años representan el 60% de los casos con COVID-19 que se registran en menores en la Argentina. En cambio, los niños que tienen menos de cuatro años representan menos del 10% de los casos de niños y adolescentes con coronavirus. El 30% restante son los chicos de entre 5 y 14 años.
El aumento de los testeos y los casos confirmados en niños y adolescentes se debe a diferentes factores. “Desde febrero, los testeos y los casos confirmados empezaron a aumentar. La razón es que los chicos estuvieron de vacaciones, se reunieron más para actividades sociales y deportivas. Pero el aumento de la circulación general también influye”, dijo Analía De Cristófano, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y jefa de Infectología Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires.
“La proporción de menores afectados por el coronavirus se mantiene igual con respecto al año pasado. Lo que pasa es que aumentaron los casos en números brutos por la segunda ola. No estamos viendo más chicos graves. Si bien hay más internados, porque hay más casos, el porcentaje de menores con coronavirus es igual”, expresó De Cristófano.
De acuerdo con Mirna Biglione, investigadora en virología del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida de la UBA y el Conicet, en diálogo con Infobae: “Vemos que aumentan los testeos privados y públicos, y varían las curvas de positivos pero superando el valor de 10 propuesto por la OMS. Al aumentar el testeo este año, aumentan los casos positivos. De todos modos, sabemos que hay mucha circulación de virus y que se encuentran distintas variantes, como la de Manaos (P1) y la Británica (B.1.1.7), que son más transmisibles. Por lo cual, es lógico que haya más casos positivos y más si le sumamos que hoy vemos parte de la curva que refleja la realidad después de la Semana Santa (cuando se habían detectado las variantes en el país) y previa a las últimas restricciones”.
Otro factor -aclaró Biglione- fue “la apertura de restricciones y el cansancio que ha hecho que muchas personas dejaran de protegerse adecuadamente. Y los niños y adolescentes no están exentos del mayor contagio ni de contagiar”.
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