Un estudio en Israel descubrió que una de las vacunas contra el coronavirus es eficaz contra la variante británica del coronavirus, pero tiene limitaciones con la variante sudafricana. El hallazgo fue realizado por investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev que analizaron datos de personas que habían recibido la vacuna elaborada por las empresas Pfizer de los Estados Unidos y BioNTech de Alemania.
Días atrás, se había publicado otro trabajo por el cual se sugirió que la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford con la empresa AstraZeneca no daba suficiente protección cuando la infección se produce por la variante sudafricana.
La variante fue detectada por primera vez en Sudáfrica y fue reportada por el Departamento de Salud de ese país el 18 de diciembre de 2020. Investigadores y funcionarios informaron que la prevalencia de la variante era mayor entre los jóvenes sin condiciones de salud previas, pero que aun así se producían cuadros graves. El departamento de salud de Sudáfrica sospecha que la variante puede estar impulsando una segunda ola de la pandemia en la población de ese país debido a que la variante se propaga a un ritmo más acelerado en comparación con otras cepas anteriores del virus.
A partir del aviso de diciembre, investigadores en vacunas se han puesto a estudiar si la eficacia de las inmunización se reducía ante la presencia de las variantes. En el caso del equipo de investigadores de Israel ahora encontraron que la vacuna de Pfizer y BioNTech es moderadamente menos eficaz contra la variante sudafricana, pero sigue neutralizando la variante británica y la cepa original del coronavirus SARS-CoV-2.
El hallazgo fue publicado en la revista Cell Host and Microbe, del Grupo editorial Cell. “Nuestros hallazgos demuestran que futuras variantes podrían requerir una vacuna modificada a medida que el virus mute para aumentar su infectividad”, afirma el investigador principal, el doctor Ran Taube.
Los científicos evaluaron la eficacia de la vacuna contra la cepa del coronavirus original, que fue detectada en enero de 2020, las variantes británica y sudafricana, así como las cepas que albergan cambios combinados en la proteína Spike del virus.
Taube y su equipo también evaluaron los niveles de anticuerpos neutralizantes tras la administración de una y dos dosis de la vacuna. Comprobaron que la vacunación proporcionaba una protección óptima en comparación con los niveles observados en los pacientes recuperados. Los investigadores siguen analizando otras variantes circulantes a medida que van apareciendo que podrían debilitar la eficacia de las vacunas. En Israel, el plan de vacunación está avanzado, y se planifica producir su propia vacuna.
En el grupo de investigación, se encuentran Alona Kuzmina, Yara Khalaila, Olga Voloshin, Ayelet Keren-Naus, Liora Bohehem, Yael Raviv, Yonat Shemer-Avni y Elli Rosenberg. Contaron con el apoyo de un subsidio del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Israel, la Fundación Científica de Israel, y del Grupo de trabajo de investigación Covid-19 de la Universidad Ben-Gurión.
Propagación mundial de la variante
La variante sudafricana no se ha detectado aún en la Argentina, según el Proyecto País que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Argentina, ni por el Instituto Anlis/Malbrán, que depende del Ministerio de Salud de la Nación. En cambio, en Brasil ya en enero se registró el primer caso de reinfección de coronavirus con la variante sudafricana. A nivel mundial, ya se han reportado 3.567 con la variante sudafricana en 62 países.
Con respecto a la vacuna COVID-19 desarrollada por Oxford y AstraZeneca y la variante sudafricana se había hecho un ensayo doble ciego, aleatorizado y multicéntrico controlado con placebo. El ensayo se hizo en Sudáfrica y los investigadores demostraron que esa vacuna no tiene eficacia frente a la variante sudafricana en la prevención de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) de leve a moderada, y muestra propiedades de neutralización reducidas de los anticuerpos desarrollados. Los resultados se publicaron en la revista New England Journal of Medicine.
La sudafricana es hoy una de las tres variantes de preocupación para la salud pública mundial, junto con la de Manaos y la de Inglaterra, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. “Ante el aumento de casos de Covid-19 que están ocurriendo en la Argentina y la presencia de nuevas variantes en el mundo, hay que reforzar los cuidados. En otoño y en invierno, la gente se reúne más en lugares cerrados y aumenta la susceptibilidad. Para que la transmisión del virus se frene, se necesita vacunar al 80%, y estamos lejos de eso. Hay que redoblar los esfuerzos tanto para vacunar a la población de mayor riesgo, aunque es cierto que hay demoras por la distribución desigual en el mundo”, dijo Alejandra Capozzo, investigadora en virología del Conicet en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
“Cuanto más gente se infecta, el virus varía más y genera más variantes”, advirtió la doctora Capozzo. “Por lo cual, es importante que la gente evite contagiarse, incluyendo los que no son población de riesgo. Incluso con las vacunas, hay que seguir cuidándose porque pueden no dar la protección total. Seguimos en pandemia y hay que usar barbijos de manera adecuada, ventilar de manera permanente, lavarse las manos de manera frecuente, no compartir mates u otras bebidas, y mantener distancia de dos metros con otras personas en trabajos, comercios, escuelas”.
Con respecto al estudio realizado en Israel, la doctora Capozzo dijo: “Se hizo al analizar el suero de personas que recibieron la vacuna Pfizer/BioNTech. Sugiere que la eficacia de la vacuna para producir anticuerpos neutralizantes contra la variante africana podría reducirse. Considero que faltan más trabajos para evaluar vacunas y variantes”
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