Crece el consenso internacional sobre los beneficios en la prevención y tratamiento temprano del COVID-19 de la ivermectina, un conocido agente antiparasitario de amplio espectro que si bien su indicación primaria desde hace muchos años era para uso veterinario, luego recibió la aprobación de la FDA para su utilización en humanos y en investigaciones clínicas está demostrando proveer una significativa reducción en el riesgo de contagio y alentadores resultados en el tratamiento de los pacientes COVID positivos.
Distintos trabajos venían evidenciando una importante actividad antiviral in vitro contra una amplia gama de virus, incluido el coronavirus SARS-CoV-2, pero nuevas evidencias ya en estudios de profilaxis con agentes de salud y de tratamiento en pacientes infectados, arrojan esperanzas sobre sus potenciales efectos protectores.
En la Argentina si bien la ANMAT no aprobó su uso ni en prevención ni como tratamiento de la infección por COVID-19, algunas provincias ya la están utilizando como política oficial para la profilaxis en personal sanitario y como tratamiento para los pacientes contagiados por el coronavirus SARS-CoV-2; otras provincias están analizando la situación y han mostrado interés en la medicación. Paralelamente las farmacias de todo el país están viendo un incremento en las recetas de ivermectina.
En cuanto al crecimiento de la evidencia científica a favor de la droga, un metaanálisis realizado en el Reino Unido por un grupo de médicos expertos en cuidados intensivos agrupados en la ‘Alianza de Cuidados Críticos de COVID-19 en Primera Línea’ (FLCCC por su sigla en inglés), concluyó que la ivermectina es un fármaco esencial para disminuir la morbilidad y mortalidad producida por la infección por COVID-19 y que dado los resultados alcanzados ya no es ético seguir realizando ensayos comparativos entre ivermectina y placebo, y que aquellos en curso que se están llevando a cabo deberían cerrarse.
El trabajo, denominado ‘La ivermectina reduce el riesgo de muerte por COVID-19: una revisión rápida y metaanálisis en apoyo de la recomendación de la primera línea COVID-19. Alianza de cuidados críticos’, analizó los resultados de 25 investigaciones científicas de ivermectina vs. placebo en términos de muerte (resultado primario), mejora o deterioro de la condición, tiempo de recuperación, duración de la internación hospitalaria, admisión al hospital (para tratamiento ambulatorio), ingreso a unidad de cuidados críticos (o requerimiento de ventilación) y efectos adversos graves.
Esta revisión y metaanálisis, que en total incluyó 2045 participantes como profilaxis y 1835 COVID positivos, confirmó una reducción de la mortalidad de entre el 65 y el 92% (dependiendo del estadio de la enfermedad en los pacientes tratados) y una disminución de la infección por COVID-19 entre un 82 y 92% cuando se usa en forma preventiva en los trabajadores de la salud y sus contactos estrechos.
En nuestro país, una investigación llevada a cabo por los doctores Héctor Carvallo y Roberto Hirsch, y auspiciada por Panalab, uno de los laboratorios productores de la ivermectina, concluyó que la droga fue un excelente método adyuvante para equipos de protección personal en la profilaxis del SARS-CoV-2 en el personal sanitario y sus contactos. Recomendando extender su uso no solo a todos los agentes de salud, sino también a los grupos de población vulnerables (institutos geriátricos y psiquiátricos, orfanatos y prisiones, entre otros). La investigación fue reproducida en la Plataforma Internacional de Publicaciones Científicas ‘SciVision’ y en la prestigiosa revista científica Microbiol Infect Dis.
Bajo el nombre ‘Ivermectina como profilaxis contra COVID-19. Evaluación retrospectiva de casos’, el trabajo incluyó entre el 1 de junio y el 15 de diciembre de 2020 la participación de 162 agentes de salud argentinos que recibieron ivermectina (0,2 mg por Kg de peso) como profilaxis, indicación que se extendió a los contactos estrechos de dichos profesionales, tanto en el ámbito laboral como privado. La mediana de edad fue de 51,6 años y la distribución por sexo se ubicó en un 46% de hombres y 56% de mujeres.
Como resultado del relevamiento, si bien algunos de los participantes aún están completando el esquema terapéutico (8 semanas de tratamiento y 16 de mantenimiento), a la fecha no se registraron infecciones por COVID-19 en ninguno de los 162 sujetos durante el período mencionado al principio.
“Estos resultados son particularmente importantes debido a que la literatura mundial registrada durante esta pandemia, refiere que debe esperarse un nivel de infección en no menos del 25% de los agentes de salud dedicados a la atención de las zonas infecciosas en general, y de COVID-19 en particular. Esto implica que, a lo largo del seguimiento semestral de los individuos incluidos en este relevamiento, no menos de 35-45 infecciones deberían haber sido registradas, eventos que no se produjeron”, afirmó el doctor Héctor Carvallo, médico Endocrinólogo, co-autor del trabajo, ex director del Hospital de Ezeiza (Hospital Zonal General de Agudos Dr. Alberto A. Eurnekian) y Profesor Asociado de Medicina de la Universidad Interamericana (UAI) y de la Universidad de Morón.
“Sin ninguna duda estamos hablando de estudios con grupos reducidos, que tienen por objetivo marcar un camino inicial y abrir las puertas a nuevas y más voluminosas investigaciones, pero los resultados son contundentes y nos alegramos de poder compartir la buena noticia de una pequeña luz en este camino tan dificultoso al que nos está enfrentando la pandemia”, sostuvo el doctor Roberto Hirsch, médico infectólogo, Jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Muñiz y también co-autor del estudio.
Por su parte el doctor Gastón Charas, director médico del laboratorio Panalab, expresó que “vemos con mesurado optimismo los buenos resultados de las investigaciones clínicas nacionales e internacionales sobre la ivermectina en la profilaxis y el tratamiento de las infecciones por COVID-19 y ponemos toda la evidencia científica a disposición del cuerpo médico y de las autoridades sanitarias”.
Otro trabajo interdisciplinario, también llevado a cabo por investigadores argentinos, concluyó que la ivermectina reduce la carga viral en pacientes infectados con el coronavirus SARS-Cov-2. Concretamente, luego de analizar la performance de 45 personas adultas con COVID-19 en estadios tempranos (30 recibieron ivermectina y 15 placebo) se observó una eliminación más rápida y profunda del virus cuando se inicia el tratamiento en etapas tempranas de la infección (hasta 5 días desde el inicio de los síntomas).
El estudio fue realizado por un consorcio público-privado conformado, entre otros, por representantes del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Salta (IIET, UNSa), el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (CIVETAN, CONICET-UNCPBA-CICPBA), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y la Unidad de Virología y Epidemiología Molecular del Hospital ‘Prof. Dr. Juan P. Garrahan’.
Muchos otros trabajos se han ocupado de evaluar los posibles beneficios de la ivermectina, entre otros, un estudio llevado a cabo en 2020 por científicos australianos liderados por el doctor León Caly publicado en la revista ‘Antiviral Research’ alertó sobre los posibles efectos benéficos de la ivermectina, demostrando que inhibía in vitro la replicación del coronavirus SARS-CoV-2 en cultivos celulares. Un ensayo de médicos españoles cuya investigadora principal fue la Dra. María Teresa Gómez-Hernández concluyó que el tratamiento con ivermectina puede mejorar el pronóstico de los pacientes con COVID-19.
Algunas provincias de nuestro país la utilizan como política oficial para la prevención en agentes de salud y para el tratamiento en los casos COVID positivos. Las farmacias ven incrementadas las ventas de la droga, que está disponible en Argentina a través de 4 laboratorios farmacéuticos distintos.
En paralelo, la prestigiosa revista brasilera Braz y Infect publicó una carta al editor donde un grupo de investigadores de la India solicitaba que ‘más allá de las certezas y las dudas al respecto, es fundamental que los ensayos clínicos que se realizan sobre ivermectina incluyan a pacientes con COVID-19 para comprender si esta droga puede ofrecer efectos beneficiosos en pacientes que ya desarrollaron complicaciones producto de la infección’.
Y un trabajo sobre 72 pacientes denominado ‘Un curso de 5 días de tratamiento con ivermectina reduce la duración de la infección por COVID-19’, publicado en el International Journal of Infections Diseases, concluyó que ‘aunque la muestra del estudio fue demasiado pequeña (n = 72) como para sacar conclusiones sólidas, los resultados proporcionan evidencia del beneficio potencial de la intervención temprana con el fármaco ivermectina para el tratamiento de pacientes adultos diagnosticados con COVID-19 leve’.
Otra investigación, esta vez en Florida, Estados Unidos, denominada ‘Uso de ivermectina se asocia a una menor mortalidad en pacientes hospitalizados con enfermedad por coronavirus 2019’, cuyas conclusiones se publicaron en el CHEST Journal, demostró analizando los resultados observados en 280 pacientes, que ‘la terapia con ivermectina se asoció con una menor mortalidad durante el tratamiento de COVID-19, especialmente en pacientes con compromiso pulmonar grave’, aclarando que se necesitan ensayos controlados aleatorios para confirmar estos hallazgos.
Los principales efectos adversos reportados por el uso habitual de la ivermectina, que en general son leves y transitorios y desaparecen al discontinuar el tratamiento, son mareos, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor o hinchazón estomacal, diarrea, estreñimiento, debilidad, somnolencia, temblor incontrolable de alguna parte del cuerpo y molestias en el pecho.
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