El 11 de marzo la OMS declaró el coronavirus como una pandemia. Tan solo 9 meses después, ya se otorgó la autorización de uso de emergencia de las vacunas de Pfizer-BioNtech, Sputnik V, Moderna, AstraZeneca-Oxford en varias naciones. A pesar de este alentador avance, el virus SARS-CoV-2 azota con más ferocidad que nunca a los países, sobre todo a los que encabezan las listas de territorios con más casos y muertos confirmados por COVID-19.
Es que en los últimos días se confirmó la existencia de una nueva cepa que es más contagiosa y de la que aún se desconoce su mortalidad, aunque se cree que no sería más fatal. Algunos expertos afirman que esta variación pasará a ser la dominante y que los nuevos positivos se multiplicarán con mayor velocidad.
De todas formas y según la Universidad Johns Hopkins, ya son 47 millones los pacientes recuperados por COVID-19 en todo el mundo. Por ejemplo, en Estados Unidos, país que encabeza el ranking de positivos y fallecidos por el virus (20.4 millones y 351 mil respectivamente), son 12 millones las personas que ya atravesaron la afección y cuentan con alta epidemiológica. En la Argentina, nación que cuenta con 1.6 millones de infectados y 43 mil muertos por coronavirus, los recuperados ascienden a 1.4 millones.
Ahora bien, desde el primer caso registrado y posterior irrupción del virus SARS-CoV-2 en el globo, allá por el 17 de noviembre del 2019, un interrogante comenzó a rebotar con cada vez más fuerza entre las paredes de los centros de investigación epidemiológicos y comenzó a ser motivo de preocupación en la comunidad científica: ¿es posible que una persona que ya tuvo COVID-19 se vuelva a infectar en el corto, mediano o largo plazo? Y allí los conceptos de las palabras reinfección y recontagio son claves para entender un aspecto aún poco conocido del que habrá que explorar e investigar mucho más.
Según cuenta la evidencia científica, para algunos virus, la primera infección puede proporcionar inmunidad de por vida; pero para los coronavirus estacionales -se sabe- la inmunidad protectora es de corta duración. Pero sobre el SARS-CoV-2, el mundo está conociendo a medida que transcurre la pandemia.
Consultada por Infobae, la médica infectóloga Lilián Testón (M.N.87.307), coordinadora del Departamento de Epidemiología y Control de Infecciones de FUNCEI (Fundación del Centro de Estudios Infectológicos del doctor Daniel Stamboulian), explicó: “La reinfección es un fenómeno muy debatido durante la presente pandemia y todavía no quedan clara algunos conceptos. Su diagnóstico es difícil, ya que requiere de técnicas de secuencias genómica para comparar ambas infecciones y de que en la infección primaria se haya confirmado mediante PCR, de que exista la desaparición de síntomas de dicha infección”.
“Sabemos que la PCR puede persistir positiva más allá del enfermo presentar síntomas y lo que está demostrando es la presencia de partículas no infectivas. Una vez infectados los individuos desarrollaron una respuesta inmune contra el SARS-CoV-2 que es estimada entre 2 y 4 meses, recordando que en más del 80% la infección por COVID es leve. Por lo que sabemos del virus la reactivación, recaída o infección latente parece ser menos posible y no ha sido descrita en los coronavirus”, amplió.
Según Testón, “se describieron casos de reinfección en Israel , Hong Kong, USA, Bélgica y Ecuador siendo en el caso del paciente de Nevada, USA, la primera infección leve y la segunda severa. Es importante destacar que en ninguna de estas infecciones se detectó deficiencia inmunológica y se requiere de más investigación de las respuestas inmunes preexistentes y su duración antes de la reinfección y el rol de las mutaciones que se observaron en algunos países en el último mes”.
Para la doctora en virología Laura Palermo, profesora argentina que vive y enseña en la Facultad del programa de Biología Humana en la Universidad Hunter y en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, “las definiciones científicas de reinfección y recontagio nos dicen que son sinónimos, y con respecto al COVID-19, lo que se ve hasta ahora es que cuando un paciente sufrió esta enfermedad y se recuperó, en general no se vuelve a infectar, es decir que no hay una reinfección”.
En diálogo con Infobae, amplió: “Por ahora los datos sugieren que al menos el paciente recuperado por coronavirus produce una respuesta inmunológica eficaz que dura al menos 6 meses, y a medida que vaya pasando el tiempo vamos a poder encontrar un dato más específico sobre la cantidad de tiempo que dura esta respuesta inmunológica eficaz”.
“En algunos casos, como sucede en todos los procesos biológicos que hay excepciones, hay ejemplos de pacientes de edad avanzada, con problemas inmunológicos o tratamientos oncológicos que sufrieron reinfección; es una proporción muy baja con respecto a la gran mayoría de los pacientes que se recuperan”, amplió la viróloga.
En este contexto, hay una buena noticia según la profesora del Hunter College: “Ese experimento natural que implican las personas que se infectaron y que no se vuelven a reinfectar nos brinda un dato muy positivo que sugería de forma muy fuerte que se podía obtener una vacuna, que fuera eficaz contra el nuevo coronavirus y por ahora todas las nuevas vacunas, tanto la de Pfizer y Moderna que son más innovadoras, o como las más convencionales como la Sputnik V o la de AstraZeneca-Oxford son eficaces y protegen a aquellos que se vacunan”.
Existe otra situación de excepción de acuerdo a lo explicado a este medio por Laura Palermo: “Hay algunas personas que se confunden en relación a pacientes que aparentemente se reinfectaron pero en general son casos de cuadros que nunca pudieron eliminar el virus por completo y sufren una suerte de recaída, son enfermos que se sienten mal durante muchísimas semanas, en algún momento parecen mejorar y después recaen. Esos pacientes en verdad sufren de una sola infección, la primaria, pero que se extiende más de lo común, y estos casos se denominan “infección persistente”.
También en diálogo con Infobae, el médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253), vice Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectologia Pediátrica y miembro de la Junta de la Sociedad de Pediatría especializada en Enfermedades Infecciosas, precisó: “Hoy por hoy, las reinfecciones son anecdóticas en el mundo y esto se debe posiblemente a que la pérdida de los anticuerpos en los pacientes ocurre después del año o más allá, como sucede con el SARS”.
¿Esto que quiere decir? “Hay documentación que a los ocho meses los pacientes recuperados por COVID-19 siguen estando protegidos con títulos de anticuerpos y con inmunidad celular. Posiblemente haya un proceso denominado waning immunity, es decir inmunidad menguante, en donde esos anticuerpos se van perdiendo en el tiempo, se ve una disminución inmunitaria, una pérdida paulatina de la inmunidad. Con SARS es alrededor de dos años. Por eso es que los primeros tiempos de circulación de un virus como el SARS-CoV-2 las probabilidades de reinfección son muy bajas, anecdóticas”, concluyó el infectólogo pediatra.
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, se refirió a comienzos de diciembre al consenso sobre el manejo de casos de reinfección desarrollado por el comité de expertos y las direcciones de epidemiología de las jurisdicciones. “Se considera reinfección a las nuevas infecciones por SARS-CoV-2 en personas que previamente documentaron un primer episodio de infección”, definió la funcionaria.
Además, se considera como caso sospechoso de reinfección a una persona con PCR detectable para SARS-CoV-2 después de un período mayor o igual a 45 días posterior a la primera infección durante el cual permaneció libre de síntomas y/o se obtuvo una PCR no detectable para SARS-CoV-2.
Vizzotti señaló que la información disponible al momento indica que más del 90 % de los casos generan una respuesta inmune protectora entre los 10 y 21 días, aunque “esos anticuerpos disminuyen con el tiempo sobre todo en aquellas personas que tuvieron infecciones leves o asintomáticas”. No se descarta que alguien pueda reinfectarse y transmitir la enfermedad, aunque a la fecha se estima que el riesgo es muy bajo.
Por otra parte, en los recuperados (confirmados por laboratorio) que presentan una nueva exposición al virus, es decir que sean contacto estrecho de un caso confirmado tres meses después del episodio no se recomienda el aislamiento, ni repetir las pruebas de detección pero sí el control de la evolución. “Si hay reinfección se recomienda el aislamiento, prestar cuidados y el control de los contactos”, aclaró.
En todos los casos, hayan tenido o no COVID-19, y de acuerdo a la información oficial difundida por el Ministerio de Salud, se deben continuar con todas las medidas de prevención para minimizar la transmisión del virus SARS-CoV-2 a través del uso de barbijo, el distanciamiento social y el lavado de manos.
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