La psilocibina, el compuesto psicodélico de los “hongos mágicos”, mejora rápidamente los síntomas y produce remisión en un mínimo de dos sesiones en pacientes con depresión mayor, según una nueva investigación.
Los resultados de un pequeño estudio aleatorizado demostraron que el tratamiento con psilocibina se asociaba a la reducción de más del 50% en los síntomas depresivos del 67% de los participantes en el estudio. Además, el 71% demostró mejora en el seguimiento a las cuatro semanas y más de 50% logró la remisión.
“El hallazgo de que la mayoría de las personas a quienes tratamos mostró eficacia fue notable y satisfactorio, y en efecto prepara el camino para psilocibina como tratamiento de la depresión mayor”, declaró el investigador principal, Roland Griffiths, Ph. D., Oliver Lee McCabe III Professor in the Neuropsychopharmacology of Consciousness, Johns Hopkins University School of Medicine, en Baltimore, Estados Unidos.
“Tal vez el aspecto más interesante de este nuevo tratamiento es que psilocibina funciona como intervención terapéutica con una o varias sesiones, y luego los efectos son perdurables. En cambio, casi todos los tratamientos habituales para la depresión se administran por tiempo prolongado y tienen efectos secundarios crónicos”, añadió Griffiths, quien también es director del Johns Hopkins Center for Psychedelic and Consciousness Research. El estudio fue publicado el 4 de noviembre en la versión electrónica de JAMA Psychiatry.
Se trata de una base de evidencia creciente. Como se informó previamente, la psilocibina mejora los síntomas depresivos en pacientes con cáncer. Sin embargo, podría considerarse que estos pacientes tienen “depresión reactiva” a su enfermedad potencialmente letal, destacó Griffiths.
“Este estudio se basó en investigación previa ante el cuestionamiento de que psilocibina sea eficaz en pacientes que tienen trastorno depresivo mayor, que es una población mucho más grande”, agregó.
Además, estudios previos sobre el tratamiento asistido con psilocibina no tuvieron grupo de control, comentó a Medscape el autor principal, Alan Davis, Ph. D., profesor adjunto en la Psychedelic Research Unit, Johns Hopkins University.
Los investigadores crearon una condición de control al aleatorizar a 24 individuos (media de edad: 39,8 años [DE: 12,2 años]; 67% integrado por mujeres) que en la actualidad experimentaban un episodio de depresión mayor moderada o grave para recibir tratamiento inmediato (n = 13) o tratamiento tardío (n = 11).
Los participantes tenían depresión crónica, con una media de 22,4 meses de evolución en el episodio depresivo actual. Era necesario que evitaran el empleo de otros antidepresivos durante cuatro semanas antes de la selección y hasta cuatro meses después del reclutamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio, aunque “si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, o bien puede requerir medicamentos y psicoterapia profesional cuando tiene carácter moderado o grave”.
Pero lo cierto es que pese a ser un trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y que puede ser tratado, se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo.
La depresión puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave
Es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio (cada año se suicidan cerca de 800 mil personas) y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.
En el Centro de Asistencia al Suicida de Buenos Aires atienden a cualquier persona en crisis en las líneas gratuitas 135, desde Buenos Aires y GBA o al (54-11) 5275-1135 las 24 horas del día. Está disponible, también, el Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011) 4758-2554 (cafs_ar@yahoo.com.ar – www.familiardesuicida.com.ar).
En México el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono (SAPTEL) ofrece atención telefónica las 24 horas del día en el número: 0155 5259-8121. En los Estados Unidos se puede marcar el +1-888-628-9454.
En Estados Unidos, existe la Red Nacional de Prevención del Suicidio para pedir ayuda; puedes llamar al 1-888-628-9454 o al 1-800-273-8255, la línea del Servicio Nacional de Prevención del Suicidio, para hablar con alguien que te brindará apoyo gratuito y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana. Los CDC también recomiendan sus propias políticas, programas y prácticas de prevención.
Con información de Medscape
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