Cada 17 de noviembre se celebra el Día Internacional del Cáncer de Pulmón, el que contabiliza mayor número de nuevos casos a nivel mundial: en 2018 se registraron más de dos millones de casos en todo el mundo según la OMS y en Argentina cerca de 11.600 personas fueron diagnosticadas y por año mueren más de 10 mil.
Es a su vez el cáncer más común en hombres y el tercero más común en mujeres. Se trata de la principal causa de muerte por cáncer a nivel mundial. Sólo el 16% de esos pacientes son diagnosticados cuando el tumor todavía está localizado en el pulmón y el pronóstico empeora para los pacientes diagnosticados en estadios posteriores.
Se estima que, en la Argentina, según datos de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), hubo en 2018 aproximadamente 12 mil casos nuevos de cáncer de pulmón, lo cual representa el 9,3% de todos los tumores. La frecuencia es mayor en varones que en mujeres.
Dependiendo del avance de la enfermedad, el cáncer de pulmón se clasifica en estadios del I al IV y los tratamientos recomendados pueden variar según estos estadios; sin embargo, debido a la manifestación tardía de los síntomas, la mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón (aproximadamente un 80%) se diagnostican en estadios avanzados (estadio IV). El cáncer de pulmón, que es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en el mundo, se divide en cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP, aproximadamente 15% de los casos), y se presenta casi exclusivamente en las personas que fuman mucho; y en cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP, aproximadamente 85% de los casos).
En relación a las causas, el médico oncólogo clínico Gonzalo Recondo, jefe de Oncología Clínica del Instituto Universitario CEMIC afirmó que “lejos, entre las causas más importantes se encuentran los agentes carcinógenos que están presentes en el cigarrillo, y el ser fumador o el uso de tabaco en todas sus formas es el factor de riesgo más importante”. Otros factores de riesgo de menor relevancia son los fumadores pasivos, la polución ambiental y ciertas exposiciones laborales como el asbesto.
La curación es el objetivo principal de cualquier abordaje oncológico, un reto más complicado cuanto más avanzado es el estadio en que se diagnostica el tumor y cuantas menos estrategias terapéuticas tengamos para evitar la recaída. La buena noticia es que, en el último año, “los avances más importantes en cáncer de pulmón vienen precisamente de la parte de prevención de la progresión de la enfermedad”, aseguró la doctora Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y Cuello y Melanoma del MD Anderson Cancer Center Madrid.
Así, por ejemplo, en pacientes con cáncer de pulmón que tienen una mutación en EGFR, los últimos datos arrojan un importante beneficio en supervivencia con la administración de un inhibidor de EGFR tras cirugía. “Estamos hablando de pacientes a los que operamos y que no tienen metástasis, pero sí ganglios positivos, por lo que tienen un alto riesgo de recaída”, explicó la doctora López Criado. Hasta ahora, para reducir el riesgo de recaída, a estos pacientes se les administraban cuatro ciclos de quimioterapia tras cirugía. “Es muy buena noticia que podamos cambiar este tratamiento más tóxico por una terapia solo con pastillas en estos pacientes que ya están curados, pero que tienen un alto riesgo de recaída”, enfatizó.
Estudios publicados recientemente sugieren que, en grupos de riesgo como ser personas mayores de 50 años con fuertes antecedentes de tabaquismo, una tomografía con baja emisión de radiación podría detectar lesiones en estadios precoces y reducir la muerte por cáncer de pulmón en este grupo de pacientes.
En cuanto a las opciones actuales de tratamiento en estadios tempranos, la más eficaz es la cirugía cuándo está indicada en casos de tumores detectados en etapas tempranas, afirmó el oncólogo Gonzalo Recondo. En esta circunstancia, la cirugía ofrece un pronóstico favorable, con tasas de supervivencia a 5 años del 70-90% para tumores pequeños localizados (etapa I).
En los últimos años hubo un gran avance en el entendimiento del cáncer, lo que permitió desarrollar terapias exitosas que prolongan significativamente la supervivencia y calidad de vida de los pacientes con cáncer de pulmón. Es importante recalcar que estos tratamientos ya se estudiaron en estadios más tempranos para aumentar la probabilidad de curación de los tumores detectados en etapas localizadas, destacó Recondo a Infobae. También se utilizan en estadios más avanzados.
El avance más significativo de este tipo de tratamientos es la inmunoterapia, que según explicó Martin, en forma simple podría decirse que son tratamientos que lo que hacen no es destruir las células tumorales, sino hacer que las propias defensas del organismo hagan ese trabajo.
Estas terapias nuevas modificaron la supervivencia de los pacientes de forma radical en el tratamiento del cáncer de pulmón, siendo superiores a la quimioterapia y en muchos casos asociado a la quimioterapia también permitió lograr supervivencia mucho más prolongadas. Incluso después de la quimio-radio terapia, la inmunoterapia permite que los pacientes vivan más tiempo con la expectativa de que se puedan curar.
Otro gran pilar de tratamiento son las terapias dirigidas, que estudian específicamente si el tumor tuvo un cambio molecular lo que permite atacarlo a través de una terapia específica, de esta manera se logra el control de la enfermedad, mejorar los síntomas y obtener reducciones de los tumores, pero están indicadas sólo en estadios avanzados, no los curan.
Una luz de esperanza
Un nuevo medicamento mostró un retraso en el avance de un tipo de cáncer de pulmón. Fue en julio de este año, y fue aprobado en Argentina, Estados Unidos, Unión Europea y Japón el uso de dacomitinib, un tratamiento en primera línea para un subtipo muy específico de cáncer de pulmón. En comparación con la terapia convencional, este tratamiento demostró mejorar significativamente el tiempo sin que la enfermedad progrese.
La nueva droga, que ya está disponible en nuestro medio, se denomina dacomitinib y se administra por vía oral, en una dosis recomendada de 45 mg en una toma diaria. Este tratamiento actúa inhibiendo una proteína (quinasa, de factor de crecimiento epidérmico humano) que participa en el desarrollo del tumor.
Dacomitinib demostró una reducción del 41% en el riesgo de progresión de la enfermedad en comparación con un TKI estándar de primera generación y también lo superó en sobrevida libre de progresión (14,7 meses versus 9,2 meses) en el estudio clínico aleatorizado, multicéntrico e internacional de fase 3, conocido como ARCHER 1050i, que evaluó la eficacia y seguridad del medicamento. Asimismo, evidenció una mejora significativa de 7,3 meses en la mediana de sobrevida global por sobre la alcanzada en el grupo que recibió la terapia convencional (34,1 meses versus 26,8 meses).
“Una mediana de más de 14 meses sin que la enfermedad avance es calidad de vida, porque gracias al efecto de la medicación los pacientes pueden continuar con su vida normal, inclusive trabajando y disfrutando de sus afectos, a diferencia, por ejemplo, de los efectos que ocasiona la quimioterapia. No perdamos de vista que son pacientes donde la enfermedad se encuentra en etapas avanzadas, por lo que estos resultados son muy alentadores”, subrayó el doctor Diego Kaen, médico oncólogo clínico, director del departamento de investigación clínica del Centro Oncológico Riojano Integral (CORI).
Este año, la conmemoración del Día Internacional se ve enmarcado por la irrupción de la pandemia por COVID-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2. Referentes de varios de los principales hospitales y centros de atención privados del AMBA advirtieron en este sentido sobre la necesidad de que la población retome las consultas médicas para atender enfermedades preexistentes a la pandemia y a no subestimar las emergencias.
Promediando los datos de las 6 instituciones de referencia ubicadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), disminuyeron un 35% las consultas oncológicas, un 40% las gastrointestinales, un 52% las cardiovasculares, 36% las cerebrovasculares, y un 54% las ginecológicas. A su vez, según algunos expertos, aumentaron las muertes en domicilios por subestimar la emergencia y por el temor al contagio de COVID-19.
Las características particulares
El cáncer de pulmón empieza en los pulmones y puede extenderse a los ganglios linfáticos u otros órganos del cuerpo. Los cánceres de pulmón generalmente se agrupan en dos tipos principales:
De células no pequeñas: Aproximadamente del 80% al 85% de los cánceres de pulmón son de células no pequeñas. Los principales subtipos de este tipo de cáncer son el adenocarcinoma, el carcinoma de células escamosas y el carcinoma de células grandes.3
De células pequeñas: Aproximadamente del 10% al 15% de todos los cánceres de pulmón son de células pequeñas. Este tipo de cáncer de pulmón tiende a crecer y diseminarse más rápido.
A- De células no pequeñas: aproximadamente del 80% al 85% de los cánceres de pulmón son de células no pequeñas. Los principales subtipos de este tipo de cáncer son el adenocarcinoma, el carcinoma de células escamosas y el carcinoma de células grandes.3
B- De células pequeñas: del 10% al 15% de todos los cánceres de pulmón son de células pequeñas. Este tipo de cáncer de pulmón tiende a crecer y diseminarse más rápido.
Los factores de riesgo
-Tabaquismo.
-Humo de segunda mano.
-Radón (gas radiactivo que se origina naturalmente al descomponerse el uranio en el suelo y las rocas)
-Exposición a agentes cancerígenos como asbesto, arsénico, diesel, sílice y cromo
-Antecedente personal o familiar de cáncer de pulmón
-Contaminación ambiental
-Suplementos alimenticios
Los síntomas
-Tos que no desaparece o empeora
-Dolor en el pecho
-Dificultad para respirar
-Sibilancias
-Tos con sangre
-Sentirse muy cansado todo el tiempo
-Pérdida de peso sin causa conocida
El diagnóstico
El Cáncer de Pulmón se puede detectar por medio de las siguientes pruebas:
-Examen físico
-Pruebas de laboratorio
-Radiografía de tórax
-Tomografía computarizada
-Citología del esputo
-Biopsia
Las Asociaciones de Pacientes juegan un rol clave entre los pacientes y familiares, las cuales buscan comunicar la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano, claves que pueden reducir las muertes por cáncer.
Muchas de las personas con cáncer reciben gran parte de sus cuidados en el hogar, en lugar de recibirlos en un hospital. Esto significa que es posible que los familiares que viven con ellos o cerca de ellos deban asumir varias responsabilidades diarias médicas y no médicas. Entre ellas se encuentran:
-Cuidar el bienestar emocional de la persona con cáncer
-Participar en la atención médica y física
-Abordar cuestiones económicas
-Abordar problemas legales
Atención integral
El equipo médico puede incluir distintos perfiles profesionales, cada uno capacitado en un área especial. Todos trabajarán juntos para brindarle la mejor atención posible. Algunos de ellos son:
-Oncólogo médico
-Oncólogo radiólogo
-Cirujano torácico
-Neumólogo intervencionista
-Patólogo
-Radiólogo
-Dietista o nutricionista
-Tecnólogo en radiación
-Especialista en rehabilitación (fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y terapeuta del habla
-Farmacéutico
-Médico de cuidados paliativos
-Psicólogo y psiquiatra
-Clero o atención espiritual
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