A través de un encuentro virtual abierto al público, tuvo lugar la ceremonia de entrega de los Premios Científicos Fundación Bunge y Born, que cada año reconoce la labor de los investigadores argentinos que se destacan por su aporte decisivo al conocimiento y las ciencias.
Este año, la disciplina elegida fue la Neurociencia Experimental. El Premio Fundación Bunge y Born fue entregado al médico y doctor en Medicina doctor Jorge H. Medina, reconocido por sus teorías sobre la formación, expresión y persistencia de la memoria. En tanto el Premio Estímulo, fue otorgado a dos investigadores que trabajan en equipo: la doctora Noelia Weisstaub, quien se dedica a estudiar el rol de la serotonina en la cognición y la emoción, y el doctor Pedro Bekinschtein, quien estudia los mecanismos moleculares y celulares que subyacen al olvido selectivo. Los tres premiados brindaron una conferencia juntos: “Recordar un poco y olvidar casi todo: por qué y cómo olvidamos”, que fue transmitida en vivo a través de la web de la Fundación.
La ceremonia comenzó con las palabras de apertura del presidente de la entidad, Jorge Born: “Este premio es un importante incentivo a la investigación científica argentina, otorgado por decisión de un jurado independiente, es un apoyo constante a nuestra ciencia, al esfuerzo personal y colectivo de nuestros científicos. Se trata de un reconocimiento al premiado mayor, por sus descubrimientos de toda una vida y por la formación de talentos que continúan su obra, y un estímulo a los jóvenes, para que sigan avanzando con dedicación en su trabajo y compartiendo sus logros con la comunidad”.
El ganador del Premio Científico Fundación Bunge y Born, doctor Jorge Medina, agradeció a los distintos grupos de trabajo que conformó a lo largo de su carrera. En relación a su trabajo, y como parte de la conferencia, señaló: “Tenemos memorias que podemos clasificar como aquellas que duran pocos segundos, horas, días o semanas; y otras que pueden durar años. Pero también es mucho lo que olvidamos. Si les pregunto cuál fue la séptima palabra de mi último párrafo, nadie la va a recordar, y sin embargo estuvo en la mente de ustedes para que puedan entender lo que yo decía. Esas son las memorias de trabajo, que duran muy poco. Y están aquellas que duran horas, como cuando me encuentro con una persona en la calle y me presenta a su familia, no voy a recordar más tarde el nombre de sus hijos, salvo que suceda algo muy excepcional. Entonces, solo aquellas memorias que son de interés o relevantes para mi, siguen un proceso de consolidación y se convierten en memorias de largo plazo, que pueden durar días, o años. Y duran más porque sufren un proceso de refuerzo en los circuitos cerebrales. Pero, ¿alguien podría recordar qué hizo el 14 de agosto de 2009? No”.
La doctora Noelia Weisstaub, a su vez, reflexionó: “¿Será que nos olvidamos o que nos cuesta acceder a esas memorias, traer a la conciencia algunos recuerdos? Porque si de verdad los perdiéramos, entonces nunca seríamos capaces de volver a recuperarlos, porque desaparecerían dentro de los circuitos neuronales. Pero, podría pasar que estén guardados, y que lo que se pierda sea la capacidad sencilla de acceder a ellos. Siguiendo esta idea, con esfuerzo, uno puede recordar situaciones que pensó que había olvidado. Por ejemplo, si yo no recuerdo el nombre de alguien con quien me crucé por la calle, es muy probable que a lo largo del día ese nombre aparezca. Entonces, ese nombre no se había perdido, sino que simplemente su acceso estaba afectado”.
Por último, el doctor Pedro Bekinschtein afirmó: “Es posible establecer qué recuerdos son relevantes y qué recuerdos no. Pero, hay algo muy interesante también y es que lo que uno guarda también puede cambiar a lo largo del tiempo. En el cerebro hay formas de establecer esa relevancia que nos permiten quedarnos con los recuerdos útiles para el momento en que vivimos. Nosotros empezamos a estudiar hace un tiempo este mecanismo del cerebro, de olvido selectivo; es decir, lo que permite reducir la relevancia de un recuerdo viejo que queremos que sea reemplazado por uno nuevo, o lo que hace que ese recuerdo viejo no sea tan accesible. Es un mecanismo de olvido selectivo que se adecua a nuestra experiencia actual”.
Asimismo, estuvo presente el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, quien felicitó a los premiados y compartió su emoción como ganador 2012 del premio. “Los felicito, no solo por el reconocimiento a todo lo realizado, sino también por la fascinante presentación. Gracias al jurado, y gracias a la Fundación Bunge y Born que no se cansa de apoyar y promover la ciencia y a nuestros científicos, les agradezco profundamente por el esfuerzo realizado durante la pandemia, apoyando el sistema de salud y la actividad del Ministerio, haciendo una inversión única. Este Premio es un acontecimiento para la ciencia argentina”.
En el cierre, se expresó el director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera: “Quiero felicitar a los premiados y agradecerles por tan interesante conferencia. A su vez, agradecer al ministro Roberto Salvarezza, quien ha liderado junto a Fernando Peirano y Juan Pablo Paz en el MinCyT, el acuerdo histórico junto a la Fundación Bunge y Born, en el financiamiento de proyectos focalizados en COVID-19. También, agradecer a Jorge Born, y a todos los los miembros del Consejo de Administración de la Fundación, porque desde el inicio de la pandemia, decidieron sumar todos los esfuerzos y recursos para trabajar más intensamente que nunca en este momento tan difícil, y gracias al equipo de trabajo por todo lo realizado en este tiempo".
"Fueron ocho meses de arduo trabajo, tanto en acciones focalizadas en la pandemia, como en otros proyectos centrados en la innovación social en ciencia, tecnología, educación, salud y cultura. Tenemos la certeza de que un cambio paradigmático en la forma de proveer bienes públicos esenciales —el 97% de lo hecho fue para lo público—, se puede realizar con rapidez. Activamos acciones con impacto y escalables, y cuando el impacto es positivo, aspiramos a que se eleven a política pública. Gracias a todos aquellos con quienes interactuamos, educadoras y educadores, científicas y científicos, funcionarias y funcionarios; a nuestras alianzas, y sobre todo, a los profesionales de la salud por el esfuerzo y la pasión que siempre los habitan”, continuó della Paolera.
La ceremonia virtual, tuvo como presentadora a la bióloga y conductora de La liga de la ciencia, programa que se emite semanalmente por la Televisión Pública, María Eugenia López.
La disciplina elegida este año, la neurociencia experimental, se centra en el desarrollo de investigaciones originales que permiten comprender aspectos moleculares, funcionales, celulares y bioquímicos del sistema nervioso, su desarrollo, la patogénesis de trastornos neurológicos y la identificación de biomarcadores específicos, con una eventual proyección traslacional.
Los premiados fueron elegidos por un jurado de expertos nacionales e internacionales compuesto por: Juana Pasquini (UBA), quien lo presidió; Guillermo Jaim Etcheverry (UBA); Luis Barbeito (Institut Pasteur, Montevideo), Felipe Barros (Centro de Estudios Científicos, Chile); Juan Burrone (Centre for Developmental Neurobiology, King’s College London) y Bernardo Sabatini (Sabatini Lab, Harvard University, National Academy of Sciences).
El Premio Fundación Bunge y Born se entrega ininterrumpidamente desde 1964, consolidándose como uno de los principales reconocimientos a la actividad científica del país, tanto por el prestigio del jurado y de los premiados, como por su magnitud. El Premio Estímulo, que destaca los aportes de científicos más jóvenes, se entrega, ininterrumpidamente, desde 2001.
Entre las figuras galardonadas se destacan el Premio Nobel argentino Luis Federico Leloir (1965, Medicina); e investigadores como: Rolf Mantel (1993, Economía), Roberto Salvarezza (2012, Química), Gabriel Rabinovich (2014, Medicina Experimental), María Beatriz Aguirre-Urreta (2016, Paleontología), Carlos Balseiro (2017, Física), Víctor Yohai (2018, Matemática) y Sandra Díaz (2019, Ecología).
Los científicos premiados 2020
Premio Fundación Bunge y Born: Dr. Jorge H. Medina
Es médico graduado con Diploma de Honor de la Facultad de Medicina de la UBA (1976). Obtuvo el título de Doctor en Medicina, con tesis Sobresaliente, que le valió el Premio Facultad a la mejor tesis doctoral de 1982. Durante su carrera se dedicó a la investigación en neurociencias, siendo especialmente reconocido por sus teorías sobre la formación, expresión y persistencia de la memoria, además de destacarse en la docencia universitaria y formación de discípulos.
Sus contribuciones a las neurociencias —publicadas por las principales revistas científicas: Nature, Neuron, PNAS, Trends in Neurosciences, Nature, Journal of Neuroscience— han explicado cuál es el mecanismo químico-eléctrico cerebral para guardar la información, que luego se expresa o evoca, y cómo el cerebro controla que una memoria dure años, meses, semanas, días o minutos.
En uno de sus trabajos, dividió a la memoria en aquella de corta duración (corto plazo) y larga duración (largo plazo), descubriendo que ambas son debidas a fenómenos moleculares y neuroquímicos diferentes. Por consiguiente, las memorias son modulables: se pueden cambiar, agrandar, achicar o dar vuelta, muchas horas después de que se tiene una experiencia. Esto es útil para que las memorias que gratifican perduren y, por el contrario, se atenúen aquellas dolorosas. Además, descubrió que una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, en inglés) era esencial para la retención y evocación de los recuerdos.
Sus descubrimientos se aplican en clínica humana: en los trastornos de la ansiedad, ataques de pánico y condiciones del estado de ánimo que desarrollan memorias persistentes e intrusivas, que retornan permanentemente a la conciencia. También, en los mecanismos que explican la drogadicción, en el llamado “circuito de autocomplacencia cerebral” participa la memoria de recompensa.
Premio Estímulo: Dra. Noelia Weisstaub
Es Licenciada en Ciencias Biológicas, egresada de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en 2001. Obtuvo los títulos de Master of Arts (2003), Master of Science (2005) y Doctor of Philosophy (2007), por el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Columbia. Actualmente es Investigadora Independiente de CONICET y Jefa de Trabajos Prácticos en el Departamento de Ciencias Fisiológicas de la Facultad de Medicina (UBA), y dirige junto al Dr. Pedro Bekinschtein el Laboratorio de Memoria y Cognición Molecular del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (CONICET - Fundación INECO - Universidad Favaloro).
Realizó contribuciones clave sobre el rol de la serotonina en la cognición y la emoción, que tienen importancia para comprender los mecanismos subyacentes a las psicosis, la depresión, la ansiedad y la memoria, y logró establecer su grupo de investigación en Argentina manteniendo una producción científica de alta calidad.
Inició sus actividades en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI-CONICET). Luego, en sus estudios de postgrado surgieron varias publicaciones de muy alto impacto, incluyendo un artículo en la revista Science (2003) como coautora, donde se describe el rol de la neurogénesis hipocampal como mediador de los efectos conductuales de drogas antidepresivas, y otro artículo en Science (2006) del que es primera autora, donde se identifica el rol del receptor para serotonina 2A (5-HT2A), localizado en la corteza cerebral, en la toma de decisiones y ansiedad frente a situaciones de conflicto.
También es coautora de trabajos relacionados con las vías de señalización de receptores 5-HT2A que median los efectos de algunas drogas alucinógenas, y su posible rol en las psicosis.
Premio Estímulo: Dr. Pedro Alejandro Bekinschtein
Es Licenciado en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Obtuvo su Doctorado en la Facultad de Ciencias Exactas (UBA), en 2008, bajo la dirección del Dr. Jorge Medina. Realizó un posdoctorado de tres años (2009-2012) en el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.
Actualmente es investigador independiente de CONICET, Co-Director de la Maestría en Neurociencias (Universidad Favaloro), y Profesor de grado y posgrado en la Universidad Favaloro y en la Universidad de Buenos Aires. Co-dirige junto a la Dra. Noelia Weisstaub el Laboratorio de Memoria y Cognición Molecular, y es además co-director de la División de Neurobiología Translacional en el Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (INCyT)-CONICET-INECO-Universidad Favaloro.
Su interés radica en descifrar los mecanismos moleculares y celulares que subyacen al olvido selectivo. En este sentido, publicó recientemente (2018) un estudio en la revista Nature, en el que demostró que la capacidad de olvidar activamente no es una característica sólo de los humanos. En especial, se destaca el desarrollo del primer modelo animal para estudiar este proceso, conocido como olvido inducido por la recuperación, de utilidad para estudiar el fenómeno de olvido adaptativo a nivel celular o incluso molecular. Una mejor comprensión de los fundamentos biológicos de estos mecanismos facilitará el desarrollo de tratamientos destinados a ayudar a las personas a olvidar los eventos traumáticos.
Inició sus actividades en el Instituto de Investigaciones Hematológicas-Academia Nacional de Medicina. De sus estudios de postgrado surgieron varias publicaciones de muy alto impacto: en la revista Neuron (2007) y en PNAS (2008) como primer autor. En estos trabajos se describe el rol esencial del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) para la persistencia de la memoria. En su formación posdoctoral en la Universidad de Cambridge estudió cómo el cerebro forma recuerdos únicos y menos confusos: definió las bases moleculares de este proceso y analizó qué ocurre cuando se intenta evocar un recuerdo entre varios que comparten ciertas claves y otras no.
La Fundación Bunge y Born (FBB) es una organización sin fines de lucro de alcance federal fundada el 1 de agosto de 1963. En la actualidad, con un renovado plan estratégico, invierte en innovación social y promueve el desarrollo de soluciones novedosas a problemas educativos, culturales, científicos y de salud pública.
Fotos: Rodrigo de la Fuente
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