Una cuestión clave sin resolver en la actual pandemia de la enfermedad por coronavirus es la duración de la inmunidad adquirida. Los conocimientos de las infecciones con los cuatro coronavirus humanos estacionales podrían revelar características comunes aplicables a todos estos virus.
Hasta la fecha, hay evidencia limitada de reinfección por SARS-CoV-2, aunque generalmente se asume que ocurren reinfecciones. Para prepararse para las futuras oleadas de la enfermedad, es importante dilucidar la duración de la protección a la reinfección para la cual los coronavirus estacionales podrían servir como modelo informativo. Hay cuatro especies de coronavirus estacionales: HCoV-NL63, HCoV-229E, HCoV-OC43 y HCoV-HKU1, que pueden causar infecciones del tracto respiratorio pero, por lo demás, son genética y biológicamente diferentes. Pertenecen a dos géneros taxonómicos distintos y utilizan diferentes moléculas receptoras con diferente tropismo de la célula huésped.
Dada esta gran variación, una serie de profesionales liderados por el doctor Arthur WD Edridge del Laboratorio de Virología Experimental del Departamento de Microbiología Médica y Prevención de Infecciones perteneciente al Instituto de Infección e Inmunidad de Ámsterdam, Holanda, se plantearon la hipótesis de que las características compartidas por estos cuatro coronavirus estacionales, como la duración de la inmunidad protectora, son representativas de todos los coronavirus humanos, incluido el SARS-CoV-2. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue investigar la duración de la protección contra las reinfecciones estacionales por coronavirus.
En su documento indican que dado que las infecciones estacionales por coronavirus pueden ser asintomáticas y la duración de la diseminación viral es limitada, los estudios epidemiológicos a largo plazo basados en métodos de detección de virus para identificar infecciones (por ejemplo, reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR)) requieren una toma continua de muestras respiratorias, lo cual no es factible.
El análisis logró mostrar que la reinfección con el mismo coronavirus estacional se produjo alrededor de un año después de la infección inicial, lo que sugiere que habría que revisar las políticas que requieren inmunidad a largo plazo, como la vacunación o la infección natural para alcanzar la inmunidad colectiva.
Segunda vuelta
Aunque hay pruebas limitadas de reinfección después de la exposición al SARS-CoV-2, generalmente se asume que ocurre una reinfección por coronavirus. Para prepararse para futuras oleadas de infección por SARS-CoV-2, es esencial comprender la duración de la inmunidad a la reinfección.
El equipo de profesionales de Ámsterdam llegó a la conclusión de que las reinfecciones se observaron con frecuencia a los 12 meses después de la inicial.
Para averiguar con qué frecuencia se producen, los autores examinaron un total de 513 muestras de suero recolectadas a intervalos regulares desde la década de 1980 de diez hombres adultos sanos en Ámsterdam.
Midieron los aumentos en los anticuerpos contra la proteína de la nucleocápside, una proteína abundante del coronavirus, para cada coronavirus estacional. Un aumento de anticuerpos detectado se consideró una nueva infección.
Así, observaron de 3 a 17 infecciones por coronavirus por paciente, con tiempos de reinfección entre 6 y 105 meses. Las reinfecciones se observaron con frecuencia a los 12 meses después de la infección inicial.
También encontraron que las muestras de sangre recolectadas en Holanda durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre tenían la tasa más baja de infecciones para los cuatro coronavirus estacionales, lo que indica una mayor frecuencia de infecciones en invierno en los países templados. Por ello, sugieren que el SARS-CoV-2 puede compartir el mismo patrón después de la pandemia.
Reinfección en modo similar
Aunque se necesita más investigación con cohortes más grandes, los profesionales concluyeron que las reinfecciones ocurren con frecuencia para los cuatro coronavirus estacionales, lo que sugiere que puede ser una característica común para todos los coronavirus humanos, incluido el SARS-CoV-2. No pudieron identificar la variación de la cepa, que podría desempeñar un papel en la susceptibilidad a la reinfección. En la pandemia actual, con cepas circulantes que varían ligeramente, lo más probable es que no sea el caso una mayor susceptibilidad a la reinfección por cepas divergentes de SARS-CoV-2.
Los científicos advierten que se debe tener cuidado al confiar en políticas que requieren inmunidad a largo plazo, como la vacunación o la infección natural para alcanzar la inmunidad colectiva. Otros estudios han demostrado que los niveles de anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2 disminuyen dentro de los primeros 2 meses después de la infección, especialmente después de COVID-19 leve.
En el informe los especialistas observaron una disminución similar en los anticuerpos antinucleocápsidos de los coronavirus estacionales. Sin embargo, los anticuerpos son solo un marcador de inmunidad, que probablemente también esté influenciado por la inmunidad mediada por células B y T. En su estudio, monitorearon las reinfecciones, que solo pueden ocurrir cuando la inmunidad protectora (celular y/o humoral) es insuficiente. Así, mostraron que las reinfecciones naturales ocurren para los cuatro coronavirus estacionales, lo que sugiere que es una característica común para todos los coronavirus humanos, incluido el SARS-CoV-2. Las reinfecciones ocurrieron con mayor frecuencia 12 meses después de la infección, lo que indica que la inmunidad protectora es de corta duración.
SEGUÍ LEYENDO: