La pandemia debilitó los ya vulnerables sistemas de salud latinoamericanos pero también dejó grandes aprendizajes. Uno de ellos es la importancia de estar preparados para futuras emergencias sanitarias; en ese sentido, el momento de pensar cómo construir los sistemas de salud del futuro es ahora, coincidieron especialistas durante un encuentro dedicado a analizar el futuro de la salud en la región. Articulación de esfuerzos, adaptación de normativas, salud digital, infraestructura de datos y equipamiento de los sistemas de salud son algunas de las medidas que permitieron dar respuesta rápida a la crisis, según los expertos, y la clave para mejorar el acceso de los pacientes al cuidado de la salud en el futuro es impulsar e invertir más en cada uno de esos aspectos.
“Nuestros sistemas de salud no estaban funcionando bien, lo que no sabíamos era qué tan mal se estaban desempeñando y lo que COVID-19 ha demostrado es que su bajo rendimiento es dramático”, comentó Rifat Atun, Profesor de Sistemas de salud global en la Universidad de Harvard y presidente de la facultad del programa de Liderazgo ministerial de Harvard, y agregó: “Entonces, lo que necesitamos es un cambio de mentalidad; hemos estado invirtiendo en capital físico, necesitamos invertir en innovación y capital humano”. En la región, por ejemplo, hay 1,8 médicos y 4,4 enfermeros por mil habitantes, mucho menos que en la OCDE (3,5 médicos y 9,8 enfermeros respectivamente) .
Por su parte, Frederico Guanais, subdirector de la División de Salud en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señaló que “el sistema de salud necesita saber quién es su población, qué factores de riesgo tiene, quiénes son las personas que padecen enfermedades crónicas, si saben cómo manejar sus enfermedades y si están capacitadas para tratarlas”.
El intercambio se produjo durante la primera jornada del Roche Press Day 2020, organizado por Roche América Latina en formato virtual. En el panel, María del Rocío Sáenz Madrigal, médica y profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Costa Rica y ex ministra de Salud de Costa Rica, remarcó la necesidad de un enfoque intersectorial: “En la pandemia ha habido polémica entre las medidas sanitarias y las económicas, y tenemos que evitar esto, porque debemos trabajar juntos. No tenemos que trabajar solo el sistema de salud de una manera y que luego la economía tenga que lidiar con las consecuencias. Tenemos que trabajar juntos desde el principio para evaluar la situación, dar una recomendación al gobierno y a la población, y estar preparados para todas las posibles consecuencias que podamos encontrar”.
“Creo que el COVID es un llamado de atención para todos nosotros. Creo que si no nos damos cuenta de que si no dejamos de pensar en nuestra propia área, si no pasamos de un ‘egosistema’ -si se quiere- a un ecosistema, no tendremos éxito”, advirtió Jörg-Michael Rupp, director internacional de siete áreas en Roche, al referirse a cambios drásticos en los sistemas de salud, y añadió: “considero que tenemos lo necesario para que marcar una diferencia, tenemos el conocimiento, los datos, tenemos la ciencia… yo siento personalmente que es posible, pero tenemos que hacerlo juntos”.
Como expresaron los referentes convocados, la pandemia también ha mostrado oportunidades para repensar y flexibilizar algunas iniciativas, legislaciones y normativas, así como el potencial que tienen las soluciones digitales para superar barreras de atención médica. Una infraestructura de datos y digital sólida permitirá estar preparados frente a posibles amenazas. “Los sistemas de salud resilientes son sistemas que pueden planificar futuras crisis, absorber el impacto cuando se presente, recuperarse y adaptarse para ser aún mejores”, explicó Guanais. “No debemos olvidar las lecciones que el COVID-19 nos deja, porque los sistemas de salud deben salir más fortalecidos”, concluyó.
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