A través del uso de la Inteligencia Artificial, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desarrolló un sistema que capta la tos y discierne si es compatible con el COVID-19. El objetivo de esta herramienta es complementar el triage médico que hoy en día se hace a través de Boti, el WhatsApp de la Ciudad, para que luego la persona sea hisopada.
El proyecto busca detectar el coronavirus SARS-CoV-2 a través de algoritmos de aprendizaje automático, basados en sonidos de voz, de respiración, y de tos. De esta manera, el Gobierno de la Ciudad utiliza la tecnología para acelerar y potenciar la estrategia de testeo y diagnóstico remoto del equipo de Salud en la lucha contra la pandemia.
¿Cómo podría utilizarse? La persona que quiera saber si sus síntomas son compatibles con el COVID-19 responderá las preguntas del protocolo definido por las autoridades sanitarias y luego enviará su tos a través de una nota de voz. El chatbot podrá reconocerla y analizarla a través de una red neuronal desarrollada para diferenciar si coincide con los patrones de casos positivos.
“Todas las herramientas que faciliten el diagnostico de la enfermedad serán bienvenidas y esta viene a darnos una certeza más. Cabe destacar que además es accesible para la mayoría de los argentinos porque se utiliza a través de una aplicación que -a diferencia de lo que sucede en otros países de América Latina- tenemos casi todos en Argentina: Whatsapp”, explicaron a Infobae desde la Secretaría de Innovación de la Ciudad.
El desarrollo implicó un trabajo de recolección de 1000 toses positivas que fueron contrastadas contra otras 1000 toses negativas. Estas bases de datos se usan para entrenar una red neuronal que tiene la capacidad de aprender de los patrones de las toses de pacientes positivos, y diferenciarlas del resto. La información utilizada es absolutamente confidencial para proteger la privacidad de las personas participantes, y solo son accesibles para los médicos y las autoridades sanitarias.
El proyecto, que aún se encuentra en período de prueba, cuenta con un protocolo de estudio aprobado por el Comité de Ética del Hospital Elizalde, que validó la metodología de investigación y los modelos de diagnóstico a través de la recolección de toses en pacientes positivos de COVID-19.
“Estamos trabajando hace cuatro meses en este proyecto. Nos basamos en algunos estudios que se hicieron en otras partes del mundo y en universidades como el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Mantuvimos un diálogo constante con una universidad en Suiza pero, al revés de lo que les sucedió a ellos, de alguna forma nosotros tenemos hoy una cantidad de casos que nos permiten hacer pruebas más certeras”, agregaron.
Consultados sobre el margen de error que intuyen puede tener el sistema aseguraron: “Aún se encuentra en período de prueba. Su eficacia tendrá que ver con la calidad de los audios y severidad de cada cuadro. Hasta ahora, hemos superado el 80% del accuracy de una red neuronal y eso es muy alentador”.
La noticia de la herramienta argentina llega luego de que un grupo de investigadores de Luxemburgo anunciara la puesta en marcha de un sistema para detectar la COVID-19 a través de la voz y la tos, que permitirá un mejor diagnóstico remoto y reducirá los riesgos de contagio por el contacto físico entre médicos y pacientes.
El proyecto, bautizado como CDCVA (COVID-19 Detection by Cough and Voice Analysis), plantea un “enfoque innovador”, basado en la inteligencia artificial, para detectar el virus en función de los patrones de voz y tos de las personas afectadas, explicó en una entrevista a EFE Muhannad Ismael, responsable de la iniciativa.
“Las afecciones respiratorias, como la tos seca, el dolor de garganta y la disnea causadas por la COVID-19 pueden hacer que las voces de los pacientes sean diferentes, creando firmas de voz identificables, que pueden ser reconocidas utilizando nuestro sistema”, señala.
Pero esa tampoco es la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa similar. La universidad de Cambridge y la de Carnegie Mellon han desarrollado una aplicación y una plataforma, respectivamente, para recopilar datos y crear algoritmos de Inteligencia Artificial que permitan detectar automáticamente si una persona sufre de COVID-19 a partir de su forma de toser o de hablar.
“Tomar decisiones sin datos es jugarte la suerte”, dijo a Infobae Carlos Gavilán, ingeniero e integrante del equipo de la española Biometric Vox, una empresa de Murcia que se pasó los últimos cinco años estudiando la voz humana, y que hoy cree que la respiración de cualquier persona infectada por el COVID-19, incluso las asintomáticas, ofrece una serie de patrones comunes que permitirían su detección con una simple tos.
“Si existe algo en la voz, nosotros lo podemos encontrar. Lo que estamos buscando es una correlación entre los daños que el COVID-19 provoca en el aparato respiratorio y la voz. Aunque sea muy leve, casi asintomático, el coronavirus sí tiene una repercusión en la voz que nos permite usarla como un biomarcador no intensivo y muy rápido. Es un test rápido para decirte si eres potencialmente infectado o no", aseguró el experto.
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