Fernando Polack: “No existe ninguna enfermedad viral respiratoria en el mundo que no tenga reinfecciones”

El infectólgo señaló que los nuevos contagios son necesarios para tener memoria inmunológica

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Fernando Polack
Fernando Polack

La Universidad de Hong Kong reportó el lunes el primer caso documentado de reinfección por COVID-19 en el mundo. Según investigadores de esa universidad un paciente de 33 años fue dado de alta tras curarse del virus en abril pero a principios de este mes volvió a dar positivo en las pruebas después de regresar desde España a Hong Kong.

El infectólogo pediatra Fernando Polack, que testea en el país la vacuna contra el coronavirus que fabrican Pfizer y BioNTech, fue consultado por Infobae a raíz de la información proveniente de Hong Kong. “No existe ninguna enfermedad viral respiratoria en el mundo que no tenga reinfecciones, aunque esto no significa que las reinfecciones presenten la gravedad del episodio original ni que el virus haya mutado a formas que eluden las defensas. Para tener defensas fuertes contra las enfermedades virales respiratorias es indispensable que existan reinfecciones”, señaló Polack.

Con su habitual tono pedagógico, Polack abundó en detalles para explicar el porqué de la reinfección. “Cuando una persona ve a alguien a los 10 años y la vuelve a ver a los 70 no recuerda quién es. En cambio si la ve habitualmente sabrá perfectamente quién es. Algo similar sucede con los virus: reinfectan seguido porque el organismo va adquiriendo memoria para detectar los virus que va a enfrentar durante el resto de su vida. La reinfección en estos virus es imprescindible para tener memoria inmunológica”, dijo Polack.

Polack, que está cerca de finalizar una investigación sobre el uso de plasma de convalecientes para mitigar el coronavirus explicó que: “Es muy probable que en los tests llamados PCR (hisopado de nariz y garganta) se vuelvan a detectar casos de reinfección. Eso tiene una explicación, -señaló Polack- para mantener la memoria inmunológica el cuerpo deja libre la nariz y protege el pulmón. El cuerpo sabe que hay que proteger al pulmón porque es el lugar más sensible”.

Ocho vacunas contra COVID-19 ya
Ocho vacunas contra COVID-19 ya se encuentran en fase 3, según datos actualizados por la OMS (REUTERS)

Y dio otro ejemplo de reinfecciones: “Un chico en su primer año de vida se resfría hasta siete veces. Cómo imaginar que el coronavirus no iba a volver a causar jamás otro episodio de catarro. Si todos tuviéramos siete infecciones por virus diferentes por año, a los 50 años hubiéramos enfrentado 350 virus distintos. Suena un poco excesivo, no? El virus de la bronquiolitis es otra muestra de la reinfección común: el 10 % de los chicos con bronquiolitis tuvieron dos veces bronquiolitis por el mismo germen. Luego, toda la gente se reinfecta aproximadamente cada cinco años durante la vida”.

Es normal que los virus reinfecten. Lo que importa es las consecuencias que ello acarrea. El cuerpo permite que ocurran infecciones repetidas porque la inmunidad los acorrala en un sector seguro que es la nariz y la faringe. Para las defensas del cuerpo en todas las enfermedades respiratorias es mucho más sencillo proteger el pulmón y la sangre que proteger la nariz. El organismo se ocupa de evitar que el virus entre al pulmón. La inmunidad que requiere el pulmón para protegerse contra la gripe, y esto está documentado hace décadas, es menos del 30% de la requerida por la nariz para protegerse de la gripe. La nariz es más vulnerable por esta lógica y sirve de centinela, manteniendo viva la memoria de que este “enemigo” anda circulando”, dijo Polack. “El precio a la memoria inmunológica se paga en mocos”, sentenció Polack al recodar una frase que usaba su padre -hoy tiene 80 años- cuando ejercía la pediatría.

El médico que lleva adelante la prueba de la vacuna de Pfizer en el Hospital Militar Central aseguró que: “Las vacunas contra virus respiratorios apuntan normalmente a proteger contra la enfermedad grave en el pulmón, porque prevenir lo más leve, el resfrío, es prácticamente imposible. Hay varios virus que causan enfermedades respiratorias tanto en nariz como en pulmón. Pero los resfríos no son prevenibles normalmente por vacunas, no en la nariz. Sí, en cambio, se pueden diseñar vacunas que prevengan problemas en el pulmón.”

Y agregó: “Es lógico imaginar que en una segunda infección, que van a ser menos frecuentes que las primeras en 2020, se tendrán resfríos, ojos llorosos, catarros, algo de decaimiento pero es muy probable que haya menos cuadros graves porque las defensas del cuerpo ya conocen al coronavirus. Eso no quiere decir que no vaya a haber algunos casos de gente que pueda tener coronavirus severo.”

Polack considera que producto de la reinfección podrían aparecer dos grupos de pacientes: “El primero integrado por aquellos que no se hayan contagiado antes y se contagien de alguien que lo tiene por segunda vez. Aunque es muy probable que las personas que tienen el virus por segunda vez sean menos contagiosas -y presenten menos síntomas- que las que lo tuvieron por primera vez. Por lo que la importancia epidemiológica de las reinfecciones en los contagios aún está por verse. No hay que olvidarse que el test de PCR no es capaz de estimar la capacidad de contagio de esa persona. El hisopado detecta la presencia de trozos de virus pero no puede demostrar que hay suficiente virus para transmitirle a otra persona, y es altamente probable (y esto indican incluso los reportes en modelos de COVID en animales) que la cantidad de virus infeccioso para transmitir en la segunda infección sea menor que en la primera”.

“El segundo grupo está constituido por pacientes cuyo problema no es la enfermedad del COVID-19 sino una enfermedad de base que cualquier virus exacerbe. Si alguien tiene una severa obstrucción coronaria, una gripe le podría causar un infarto en el primer o en el décimo episodio de infección. Pero en un paciente sano, la primera vez que entró el coronavirus se encontró un cuerpo sin defensas y entró hasta donde no debía. La segunda vez ya no llega al mismo lugar. Lo que se ocupa el cuerpo es de dejar libre las áreas que requiere para mantener la memoria inmunológica contra el germen y proteger las áreas en donde el germen no debe llegar, en este caso mayormente el pulmón”, añadió.

“No es singular del coronavirus, todos los virus respiratorios de la tierra son así. En general, los virus como la gripe circulan 45 días y, por lo tanto, no llegan a causar dos episodios en un mismo año. El SARS CoV2 anda dando vueltas por aquí hace casi seis meses, así que sus chances de reinfectar sobre todo la nariz y la faringe en la misma temporada se amplían un poco. Cuando pase varias veces va a haber tanta inmunidad acumulada que prácticamente no será ni un resfrío. Mientras tanto, probablemente será un resfrío molesto para la enorme mayoría de aquellos que ya lo padecieron y aún no sabemos realmente si va a ser capaz de circular entre los previamente infectados para alcanzar otra gente susceptible. Tenemos obviamente que conducirnos con cautela, hasta que eso se entienda mejor. En un tiempo, en casos de reinfecciones, lo único que nos va a alertar de que tenemos un coronavirus va a ser que no podamos olfatear un perfume o un café por un par de semanas”, concluyó Polack.

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