Horas después del eclipse penumbral de luna -también llamado “Luna de Trueno”- de este 5 de julio, algunos habitantes del planeta pudieron observar en el cielo un “triángulo de verano” compuesto por una luna llena y los dos planetas más grandes del sistema solar.
“Del domingo por la noche hasta el lunes por la mañana, del 5 al 6 de julio de 2020, la luna llena y los planetas Júpiter y Saturno formarán un triángulo”, escribió la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), en su actualización de eventos astronómicos para julio. Los dos gigantes gaseosos Júpiter y Saturno, además, estuvieron a punto de alcanzar su apogeo de brillo anual.
En América del Norte es donde fue más visible este espectáculo celeste, que apareció sobre el horizonte en el sureste. En Europa, el triángulo no se hizo visible porque sucedió justo cuando los tres cuerpos estuvieron bajo el horizonte.
“La Tierra tiene su satélite natural, la Luna, que se traslada alrededor nuestro a una distancia de casi 400.000 km. Por su parte, Júpiter en estos días se encuentra unas 1500 veces más lejos y Saturno está al doble de esta distancia. Sin embargo, como se situaron aproximadamente en la misma visual, los vimos formando un atractivo triángulo. Se trató de un caso de perspectiva”, aseveró en diálogo con este medio Constantino Baikouzis, investigador astronómico y director del Programa Parque Astronómico de la Matanza.
Desde el Instituto Geográfico Nacional de España, apuntaron que los “planetas Júpiter y Saturno forman un tándem en la constelación de Sagitario, justo debajo del ‘triángulo de verano’, y serán visibles toda la noche”. Por su parte, la NASA especificó que la Luna aparecería “en el sureste a unos tres grados sobre el horizonte cuando termine el crepúsculo de la tarde, con Júpiter sobre el único satélite natural de la Tierra y Saturno a su izquierda”.
Nuestro sistema solar se compone principalmente del Sol y los planetas que en orden, a partir del Sol son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. “Plutón ya perdió la categoría de planeta hace unos años”, aseveró el especialista.
Y añadió: “Las posiciones fueron tales por los movimientos propios de cada cuerpo celeste que en el día de ayer formaron un triángulo. Quien haya visto este fenómeno apenas anocheció, observó que la Luna estaba más cercana a Júpiter y quien lo haya hecho antes del amanecer la habrá visto más cerca de Saturno. Esto es debido al movimiento propio de la Luna en su trayecto orbital alrededor de la Tierra completando un giro cada 29 días y medio. La Luna tiene el mayor movimiento propio (nueve grados por día) y si hoy observan al horizonte este, van a ver que el triángulo ya no está”.
Para Mariano Ribas, periodista, docente y divulgador científico, jefe de Divulgación Científica del Planetario, “se trató de un fenómeno visual, curioso e interesante pero de ningún tipo de implicancia especial más allá de eso”. “Júpiter y Saturno se ven en el cielo relativamente cerca y la Luna pasa cerca de ellos formando así un triángulo aparente. ¿Por qué aparente? Porque la Luna está mucho más cerca de Júpiter y Júpiter a la mitad de distancia de Saturno”, explicó en diálogo con este medio.
El próximo mes, la Luna volverá a estar en estrecha conjunción con Júpiter y Saturno. “El mes próximo ocurrirá nuevamente esta conjunción; pero esta vez, el triángulo formado será más achatado ya que la Luna pasará muy cerca de la línea que une a ambos planetas. La observación de estos tres cuerpos celestes con unos buenos binoculares o un telescopio pequeño, se verá altamente recompensada. Debemos recordar que para encontrar una igual configuración de objetos a veces tienen que pasar cientos de miles de años”, concluyó Baikouzis.
Mas temprano el domingo, tuvo lugar un eclipse penumbral de Luna, que se hizo visible en gran parte del mundo, incluida América Latina. El inicio del eclipse de penumbra tuvo lugar a las 3.07 horas GMT y también se observó en África, sur y oeste de Europa, este de Norteamérica y el Pacífico sur. El fenómeno, cuyo máximo se dio sobre las 4.28 GMT terminó a las 5.49 GMT, siendo visible en sus últimas fases en el extremo occidental de África, América y el Pacífico.
Según explicó el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), se trató del tercer eclipse penumbral de Luna de este 2020. El primero tuvo lugar el 10 de enero y hubo otro el 5 de junio. El eclipse de este 5 de julio no será el último, pues habrá otro el 30 de noviembre. A este nuevo eclipse se suma el anular de Sol del pasado 21 de junio, y el eclipse total solar que se producirá el 14 de diciembre.
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