La transmisión del nuevo coronavirus ocurre a través de partículas en el aire por la respiración, el habla y la tos, y potencialmente por el contacto con superficies contaminadas. Las personas producen dos tipos de gotas cuando respiran, tosen o hablan. Las más grandes caen al suelo antes de evaporarse, causando contaminación principalmente a través de los objetos en los que se asientan y las más pequeñas, las que forman aerosoles, pueden permanecer en el aire durante horas.
Michael Schuit, del Centro Nacional de Análisis y Contramedidas de Biodefensa, dirigió un equipo de investigadores en un estudio que analizó el efecto de la luz solar simulada, la humedad relativa y la matriz de suspensión en la estabilidad del SARS-CoV-2 en aerosoles. Según los investigadores, tanto la luz solar simulada como la matriz afectaron significativamente la tasa de descomposición del virus.
Sus hallazgos fueron publicados en The Journal of Infectious Diseases. “El presente estudio proporciona los primeros datos sobre la influencia de la humedad relativa, la luz solar simulada y la matriz de suspensión en la supervivencia del SARS-CoV-2 en aerosoles y sugiere que la luz solar puede ser un factor importante que influye en el riesgo de transmisión de enfermedades por aerosol“, escribieron los investigadores.
Según los hallazgos revelados por la más reciente investigación, la humedad relativa por sí sola no afectó la tasa de descomposición; sin embargo, se observaron interacciones menores entre la humedad relativa y los otros factores.
Para los fines del estudio, se utilizaron 2 cámaras de aerosol de tambor rotativo controladas ambientalmente para exponer los aerosoles SARS-CoV-2, y se controlaron los niveles de temperatura, humedad relativa y luz solar. Las suspensiones virales concentradas se diluyeron en saliva simulada o medio de cultivo.
”Estos datos, junto con estudios sobre la epidemiología de COVID-19, estudios de muestreo de aerosoles en entornos clínicos y estudios sobre la dosis infecciosa de SARS-CoV-2, pueden ser útiles para comprender mejor el potencial de propagación de este virus a través de la ruta del aerosol “, concluyeron los investigadores.
A finales del mes de abril, el profesor y director del Laboratorio Estatal de Virología de la Universidad de Wuhan en China Ke Lan y sus colegas probaron la concentración de ARN, o información genética, del SARS-CoV-2 en aerosoles, partículas finas en el aire, en dos hospitales que trataban a personas con COVID-19. Además, explicaron que medidas como la desinfección de rutina y una mejor ventilación podrían ayudar a controlar la propagación del virus.
El equipo detectó niveles elevados de ARN viral en lugares como un pequeño inodoro utilizado por pacientes y vestuarios del personal. No se detectó ARN viral en las salas del personal después de haber sido desinfectado y se encontraron niveles bajos a indetectables en las salas de pacientes bien ventiladas de los hospitales. “La presencia de ARN viral en el aire sugirió que el SARS-CoV-2 tiene el potencial de propagarse a través de aerosoles”, aseguraban los investigadores.
“Los resultados de este estudio proporcionan la primera investigación en el mundo real sobre las características aerodinámicas del SARS-CoV-2 en el aire en Wuhan implementado con estrictas restricciones de cuarentena y viaje durante el pico del brote de COVID-19”, escribieron los autores. Y señalaron que sin embargo el tamaño de la muestra en el estudio era pequeño, con menos de 40 muestras de 31 ubicaciones.
“Aunque no hemos establecido la infectividad del virus detectado en estas áreas hospitalarias, proponemos que el SARS-CoV-2 pueda transmitirse a través de aerosoles”, especulan los autores, agregando que serían necesarias investigaciones futuras que exploren la infectividad de las partículas de virus en aerosol.
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