Viajará por el espacio a 25.000 km/h, pero en su trayecto por tierra desde los laboratorios de Invap en San Carlos de Bariloche hasta el aeropuerto local, sólo fue a 5km/h, es decir, a paso de hombre.
Con sumo cuidado, con una delicadeza extrema y teniendo en cuenta una gran cantidad de detalles esenciales, el nuevo satélite argentino Saocom 1B llegó hasta el avión ucraniano Antonov AN 124 que lo estaba esperando con su nariz abierta para ser cargado.
“Desde hace varios días que el satélite está listo para viajar. Estamos esperando que llegue el avión Antonov, uno de los más grandes del mundo para que se lo lleve al lugar donde va a ser lanzado, en Cabo Cañaveral, EEUU”, dijo días atrás Gabriel Absi, gerente del Área Espacial de INVAP, a Infobae y quien supervisó los últimos detalles de la construcción y el testeo de la nueva joya tecnológica argentina.
Todo comenzó bien de madrugada. Un camión con remolque ingresó las instalaciones de INVAP/CEATSA, en las afueras de San Carlos de Bariloche, no sin antes someterse a una desinfección completa de sus ruedas, para no alterar demasiado las condiciones de extrema pureza que existen dentro de la planta satelital argentina.
Una vez cargado el satélite de tres toneladas de peso en su acoplado, cerca de las 4 de la mañana el camión comenzó a recorrer los 8,3 kilómetros que separan a Invap del aeropuerto, acompañado por otros 6 camiones que trasladaban las 42 toneladas de equipamiento y accesorios necesarios para el lanzamiento.
Después de una hora y media, el convoy de camiones, junto con móviles de Gendarmería Nacional, Bomberos Voluntarios, PSA, Aduana y policía de Río Negro, llegó al aeropuerto, donde lo esperaba el Antonov AN 124 y una grúa especialmente traída para cargar al satélite y depositarlo en la cinta corrediza que termina dentro del avión que finalmente lo depositará en las instalaciones de la empresa SpaceX en Cabo Cañaveral, Florida, para comenzar con los preparativos del lanzamiento por el cohete Falcon 9, previsto para el 30 de marzo.
Es la cuarta vez que el colosal avión ucraniano pisa suelo barilochense para cargar un satélite. Ya lo hizo en 2014 y de 2015 para trasladar los satélites Arsat 1 y 2. Y para trasladar al Saocom 1A, gemelo del nuevo aparato en julio de 2018.
Misión Saocom
Este satélite y el SAOCOM 1A, lanzado en 2018, conforman la Misión SAOCOM, y fueron desarrollados y fabricados en el país por la CONAE junto con la empresa INVAP, contratista principal del proyecto, la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la UNLP, entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país. Además contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI).
El aparato fabricado íntegramente en el país, servirá para generar sistemas de alerta temprana de inundaciones elaborar mapas de riesgo de enfermedades de los cultivos, vigilancia del mar argentino frente a la pesca ilegal, y también para dar soporte a la gestión de emergencias ambientales, como detección de derrames de hidrocarburos en el mar y seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones, entre otras aplicaciones.
Los satélites SAOCOM pueden proveer información en forma independiente de las condiciones meteorológicas y la hora del día, porque las microondas de su antena radar atraviesan las nubes y pueden “ver” aunque esté nublado y obtener imágenes tanto de día como de noche.
El proyecto Saocom, desarrollado por la CONAE, comenzó en el 2000 y luego de 18 años de arduo trabajo, con la participación de diversos organismos y más de 900 personas involucradas, se transformó hoy en un sueño hecho realidad.
Es un proyecto desarrollado en colaboración con la Agencia Espacial Italiana (ASI) e integra de manera operacional, junto con los satélites italianos COSMO-SkyMed, el SIASGE (Sistema Italo-Argentino de Satélites para Gestión de Emergencias).
El método de monitoreo satelital SIASGE -Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias- integrará dos tipos de radares: los argentinos, de banda L de microondas -que logran poco detalle pero mucha penetración- y cuatro satélites italianos, de banda X, que obtienen alto detalle pero imágenes superficiales.
El Saocom viajará a gran velocidad en una órbita heliosincrónica que dará una vuelta entera al planeta en 110 minutos, estimando un tiempo de vida útil de por lo menos 5 años. En cuanto a la órbita, se pretende obtener en ambos casos una cobertura global y contar con un ciclo de repetición orbital de 16 días para cada satélite, lo que resulta en 8 días para la constelación.
Fines científicos
El Saocom 1A es un satélite de órbita baja diseñado por CONAE con fines científicos y llevará un radar de apertura sintética. Aportará imágenes en blanco y negro, con una resolución espacial de entre 10 y 100 metros, con diferentes ángulos de observación.
El satélite proyecta sacar más de 200 fotos por día, para ser almacenadas en diversas bases terrestres. “La gran diferencia con las cámaras es que no necesita de la luz, la imagen podrá atravesar una tormenta e, incluso, penetrar el terreno en centímetros o metros, dependiendo de las características. Los objetivos principales son la medición de humedad desde el espacio y ayudar en emergencias”, explicó Nicolás Renolfi, jefe del proyecto Saocom en Invap, la constructora del satélite.
Las imágenes podrán ser tomadas independientemente de las condiciones meteorológicas y de la hora del día, de distintas zonas de la Tierra, en tiempo real, y se podrán hacer en 3D.
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