En un comunicado poco común, la NASA informó que el asteroide ’163373′ o también llamado ’2002 PZ39′ pasará muy cerca de nuestro planeta y lo catalogó de “objeto potencialmente peligroso”, lo que puso a la comunidad astronómica en alerta.
¿Este acercamiento representa una verdadera amenaza? Los científicos buscaron más datos para contestar esta pregunta ante la repercusión que tuvo el comunicado de la agencia espacial estadounidense en las redes sociales y medios del mundo, que no dudaron en calificarlo como un asteroide “potencialmente mortal”, que supuestamente rozará la Tierra exactamente un día después de San Valentín.
El asteroide mide aproximadamente entre 440 y 900 metros de diámetro y pasará muy cerca de la Tierra este 15 de febrero. El reporte de la agencia espacial reveló que se mueve a la velocidad de 55 mil kilómetros por hora.
Se espera que el gigante, catalogado como objetos cercanos a la Tierra, que son monitoreados como ‘potencialmente peligrosos’, pase a una distancia de unas 0.03860 unidades astronómicas, o 5.77 millones de kilómetros. Una sola unidad astronómica representa la distancia desde nuestro planeta hasta el Sol: aproximadamente 149,6 millones de kilómetros.
Aunque esta distancia parece ser suficientemente grande como para no cruzarnos, las trayectorias orbitales pueden modificarse todo el tiempo y las consecuencias de que tal roca espacial golpee nuestro planeta podría ser devastadora, según la NASA.
“Dado que sus trayectorias orbitales a menudo cruzan la de la Tierra, ya se han producido colisiones con objetos cercanos y debemos permanecer alertas ante la posibilidad de futuros acercamientos”, enfatizó NASA.
El impacto de un asteroide de este tamaño tendría consecuencias catastróficas no solo para el área que golpea sino para todo el planeta. "Si un cuerpo rocoso de más de 25 metros golpeara la Tierra, probablemente causaría daños locales en el área de impacto. “Creemos que cualquier cosa más grande que uno o dos kilómetros podría tener efectos en todo el mundo”, agregó el comunicado.
Después, si finalmente no impacta con la Tierra, 2002 PZ39 continuará su viaje a través del Sistema Solar y se dirigirá hacia Venus, que se espera que el asteroide se acerque el 14 de junio de 2034.
Para el científico ruso Alexéi Baigashov, responsable de la sociedad de astronomía de la Universidad Immanuel Kant de Kaliningrado, el asteroide no representa una amenaza para nuestro planeta. “La distancia es enorme, casi seis millones de kilómetros. Obviamente el paso del asteroide no conlleva un peligro, e incluso hipotético, para la Tierra”, dijo Baigashov, que insistió en que la probabilidad de un impacto con la Tierra es prácticamente nula.
Las probabilidades de impacto de un asteroide capaz de destruir la civilización son muy bajas en el futuro inmediato (el riesgo de devastación regional o cambio climático catastrófico por un cuerpo celeste que choca se ubican en una cada 100.000 años).
La NASA monitorea los cielos en busca de NEO (objetos cercanos a la Tierra), a través del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés), en busca de asteroides potencialmente peligrosos. De hecho, actualmente enumera unos 20 asteroides que pasarán de manera segura por la Tierra durante el próximo mes.
La última vez que un gran asteroide de más de 10 kilómetros chocó con nuestro planeta fue hace 66 millones de años y dio origen al cráter Chicxulub en México y la extinción de los dinosaurios.
Según el sitio web de la NASA , “los asteroides potencialmente peligrosos (PHA) se definen actualmente en función de parámetros que miden el potencial del asteroide para hacer acercamientos amenazantes a la Tierra”. La NASA actualmente estima que el asteroide pasará por el planeta el sábado a las 6:05 am EST.
Los asteroides nunca viajan solos, sino que lo hacen rodeados de rocas que se van desprendiendo del mismo. Estas rocas espaciales pueden tener decenas de metros de diámetro debido al gran tamaño del asteroide. Además, son más propensas a la gravedad de un cuerpo como la Tierra, por lo que una de estas enormes piedras podría alcanzar nuestro planeta.
De ser así, podría causar daños como los que se produjeron con el meteorito que cayó en la ciudad rusa de Cheliábinsk en 2013. El bólido liberó una energía de 500 kilotones, treinta veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima, y explotó aproximadamente a 20.000 metros de altura.
En cuanto a daños materiales y personales, informaron de unas 1491 personas heridas, más de 100 tuvieron que ser hospitalizadas. La mayoría fueron heridos por la onda expansiva producida por la explosión que rompió la barrera del sonido, ya que ésta provocó el destrozo de ventanales, cristales y daños materiales en edificios.
El científico ruso concluyó que los astrónomos del mundo entero siguen el movimiento de todos los objetos espaciales peligrosos y las potentes computadoras posibilitan modelar su trayectoria advirtiendo con antelación sobre posibles riesgos.
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