A tan solo 33 kilómetros de Capital Federal, en el centro atómico de Ezeiza, se erige una imponente construcción. Se trata de uno de los proyectos más significativos y ambiciosos que beneficiará a diferentes áreas de interés como lo son salud, ciencia y técnica e industria. Con una propuesta única en el mundo -que incluye el diseño, construcción, montaje y operación -se abrirá en el 2022 un reactor nuclear multipropósito.
El Estado Nacional, a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica, desde el 2015 que lleva adelante la construcción del Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10, una instalación que tendrá un impacto estratégico para el país y la industria de las diferentes áreas.
Su construcción es un hecho muy importante dentro del país, ya que el Reactor RA-10 asegurará el autoabastecimiento de radioisótopos de uso médico, contando con capacidad para atender buena parte de la demanda de América Latina; consolidará las capacidades para desarrollos tecnológicos de punta en la industria nuclear y convencional; y abrirá un nuevo horizonte de investigaciones en ciencias básicas y aplicaciones basadas en el uso de técnicas neutrónicas avanzadas.
“Actualmente hay únicamente tres reactores en el mundo de estas características. Es decir, que estamos en un barco en donde pocos países se suben a bordo y tiene que ver con el lugar de referencia que tiene Argentina en el mundo con todo lo que este relacionado a lo nuclear”, dijo a este medio Hernán Blaumann, ingeniero nuclear y jefe del proyecto.
Según Blaumann, uno de los que vio nacer este gigantesco multipropósito, tener un proyecto de esta magnitud "es muy relevant,e ya que tendrá un impacto en la industria, en la salud y en lo que es la investigación y desarrollo en técnicas específicas que aún no existen en el sur de América”.
“Esto es mucho más que un reactor de reemplazo que fue la idea original al que actualmente se encuentra en el país, RA-3, que va a cumplir 60 años. En el 2010 empezamos a pensar en el proyecto y pasamos varios años diseñando y tramitando la licencia ambiental, la de construcción, entre otras cosas. Finalmente, en el 2015 se firmaron los contratos y un año después ya estaba todo en marcha. Hoy estamos a dos años y medio de terminar el proyecto para pasar a la etapa de puesta en marcha. Es realmente emocionante”, enfatizó el jefe del proyecto.
De esta forma, con el RA-10 Argentina se pondrá al tope de los desarrollos de este tipo de reactores, siguiendo una línea de evolución tecnológica cuya referencia inmediata es el Proyecto OPAL, el más moderno reactor de producción de radioisótopos que Argentina –a través de INVAP– construyó para Australia (2007), reafirmando su lugar como referente mundial en tecnología nuclear.
Además de la importancia que significa este valioso proyecto, las empresas que intervienen son todas nacionales, lo que supone un esfuerzo en conjunto: “Este proyecto empezó en el 2011 y fuimos pasando por distintos gobiernos. Esperamos que este nuevo gobierno nos dé el apoyo para terminarlo porque es un suceso muy importante para el país y para el continente ya que es de una magnitud única. Es de alguna manera la capacidad de demostrar lo que somos capaces de hacer como país”.
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