Cuando un peón de campo, hace cinco años, caminaba por las inmediaciones de Trelew, en Chubut, y vio asomarse en el terreno árido un hueso gigante, jamás imaginó que había descubierto el hasta ahora dinosaurio más grande del mundo.
Inmediatamente notificó el hallazgo al prestigioso Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), una institución chubutense asociada al Conicet. Y los expertos paleontólogos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas pusieron manos a la obra en semejante tesoro histórico mundial y durante los siguientes tres años realizaron las excavaciones que les permitieron desenterrar el más completo esqueleto de la familia de los Titanosaurios, los dinosaurios gigantes.
En agosto del 2017 lo presentaron en sociedad mediante una completa investigación publicada en la prestigiosa revista Proceedings of the Royal Society B en la que describieron los restos hallados que ayudaron a comprender aún más cómo fue la evolución del gigantismo en este grupo de dinosaurios y comprender sus hábitos.
Esta semana, el famoso dinosaurio descubierto y llamado Patagotitan mayorum volvió a ser noticia, ya que se conoció que será exhibido en el reconocido Museo Field de Chicago, en EEUU, después de una travesía que duró dos meses, con viajes en camión, barco y otra vez camión hasta el lugar por el que pasan más de 2 millones de personas cada año.
Diego Pol, paleontólogo e investigador principal del Conicet en el MEF, explicó la importancia de la muestra internacional. "Lo que hacen estas exhibiciones es mostrar y difundir las investigaciones que realizamos en Argentina desde el Conicet hacia diferentes lugares del mundo y llevar las novedades científicas al público general".
Y agregó: "También son relevantes porque son una parte más de la colaboración y la cooperación internacional con instituciones del resto del mundo, como los museos de Nueva York o el de Chicago con los que tenemos una larga trayectoria de intercambio y formación de científicos. Esto ayuda a fomentar e integrar mucho más las instituciones del país con pares de prestigio internacional".
"Se llama Patagotitan mayorum por la región y por titán, que quiere decir gigante. Mayorum hace honor a la familia Mayo, que son los pobladores de la zona que dieron aviso al Museo y nos recibieron en su campo mientras realizábamos las excavaciones", aclaró el científico que participó del descubrimiento en donde encontraron más de 150 huesos sepultados en rocas del Cretácico inferior, es decir, de hace poco más de 100 millones de años.
Gigantismo extremo
Según calculan los investigadores por al menos dos métodos distintos de medición, su tamaño era de casi 40 metros de largo, su cuello medía 12 metros y pesaba 70 toneladas. Se han encontrado otras especies muy grandes de aproximadamente la misma edad en la Patagonia y una de las cosas que descubrieron es que estos gigantes estaban muy relacionados entre sí, pertenecen a un mismo clado -agrupación que contiene un antepasado común y todos sus descendientes-.
"Eso nos indica que pasó algo especial para que estas especies hayan desarrollado un gigantismo extremo. Esta familia patagónica rompió el molde", precisó Pol.
José Luis Carballido, investigador adjunto del Consejo en el mismo Museo, aclaró que si bien no pueden precisar el porqué de este crecimiento de tamaño creen que se relaciona con otros cambios ambientales ocurridos en ese período, como por ejemplo el aumento en la temperatura a nivel global o la diversificación de las plantas con flores, que fueron sucesos simultáneos y probablemente estén relacionados uno y otro. Un mejor clima en esas latitudes podría haber provocado una flora más rica y abundante, lo que implica mayor disponibilidad de comida y recursos alimenticios para alcanzar ese tamaño.
Los paleontólogos destacan como rasgo interesante, además de sus dimensiones, la cantidad de restos preservados. Lo más común para estas especies de gigantes es que se conozcan por fósiles muy fragmentarios como el Argentinosaurus, del que solo se sabe por una decena de huesos, o el Puertasaurus, del que se conocen cuatro huesos.
"Patagotitan mayorum no solo es el más grande, sino que es de los más completos que conocemos, lo cual multiplica la importancia del hallazgo. Estos titanosaurios murieron en lo que creemos sería una planicie de inundación que son zonas anegables cercanas a los ríos. Los restos de animales que murieron ahí fueron cubiertos por sedimentos en sucesivos episodios de aumento del caudal del río. Es un ambiente ideal para sepultar animales de este tamaño. Murieron en el lugar y los huesos no fueron transportados por ninguna corriente de agua", aclaró Carballido.
Y agregó: "Sabemos que había al menos tres niveles diferentes con fósiles, lo que indica que hubo tres eventos de sepultamiento. Esto quiere decir que los animales recurrían frecuentemente a este lugar porque el modo en que fueron enterrados los fósiles indica que fueron tres momentos claramente distintos. Esta es una primera evidencia de lo que se llama fidelidad al sitio y es la primera vez que tenemos pruebas de comportamiento para un dinosaurio tan grande".
Gracias a esta excelente preservación de los huesos de buena parte del animal (patas traseras, delanteras, parte de la cintura, columna vertebral, cuello y algunos dientes) los científicos pudieron estimar la masa corporal de la especie utilizando dos metodologías diferentes.
Saber el peso y tamaño
Existen dos maneras de calcular el peso de un animal extinto, y ambas están basadas en correlaciones entre diferentes medidas y el peso de animales actuales. Una es utilizando una ecuación en donde se necesitan las medidas de circunferencia del húmero y del fémur, que son los huesos principales de las patas anteriores y posteriores y por ende sostienen el cuerpo de cualquier cuadrúpedo. Cuanto más pesado sea el cuerpo, es lógico que tengan que ser más robustos los miembros.
"Esta metodología está basada en animales terrestres actuales. El cuadrúpedo más grande utilizado es el elefante, que normalmente no supera las 10 toneladas. De ahí a las 70 toneladas que se calculan para Patagotitan hay una diferencia de 60 mil kilos, por lo que es importante corroborar estas estimaciones con otras metodologías", resaltó Carballido.
La segunda metodología se basa en la reconstrucción volumétrica del animal, para la cual se necesita generar un esqueleto digital. La enorme cantidad de material disponible de Patagotitan permitió reconstruir tridimensionalmente el esqueleto y mediante un software específico generar el tejido blando para así poder calcular el volumen. Con este dato y el valor de la densidad promedio de un animal se pudo estimar el peso por esta otra técnica.
"Lo interesante es que las estimaciones de estas dos metodologías son similares y coincidentes, lo que respalda los valores que suponíamos que tienen", reconoció el experto.
El tamaño corporal en general de los saurópodos (dinosaurios herbívoros de cuello largo) –grupo al que pertenecen los titanosaurios– se cree que está relacionado con una estrategia para evitar la predación. A mayor volumen, menor riesgo de que sea predado por un dinosaurio carnívoro.
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