Cuando en 1993 se estrenó Jurassic Park, la reacción del público fue inmediata, masiva. Eran los inicios de la magia de los efectos visuales (CGI) por computadora y se lograron escenas de una calidad y precisión hasta ese momento impensadas. De hecho, la carrera del tiranosaurio rey (T-Rex) corriendo se convirtió en un emblema cinematográfico de la época.
La cuestión es que a medida que pasa el tiempo, y no millones de años precisamente, la ciencia comenzó a derribar mitos sobre esta y otras criaturas. Entre el 93 y la actualidad, por ejemplo, se descubrió que muchos de los animales allí presentes tenían un pelaje más similar a las plumas que a la dura "armadura" con que se siguen retratando.
Ahora, un nuevo trabajo realizado por el Centro de Investigación de la Biodiversidad de Leipzig, Alemania, aseguró que no podría haber alcanzado jamás las velocidades que alcanza en el film de Steven Spielberg, los 72 kilómetros por hora. De acuerdo con el análisis, el T-Rex en óptimas condiciones podría haber alcanzado como máximo los 19 Km/h y en caso de haber superado esa marca se hubiese quebrado las piernas.
La velocidad al caminar de un humano promedio es de 5 km/h, al trotar de 6 km/h y al correr 20 km/h. En un caso extremo, Usain Bolt, el hombre más veloz del mundo, llegó a alcanzar los 44,7 km/h al romper el récord mundial en la carrera de los 100 metros.
Para llegar a esta conclusión analizaron casi 500 especies, desde moluscos a ballenas, para averiguar cómo el tamaño estaba relacionado con la velocidad.
"Nuestras conclusiones revelan que no podría haber alcanzado los 72 kilómetros por hora, como en la película. Es muy probable que el Tyrannosaurus haya sido un corredor lento", dijo la zoologista Myriam Hirt, una de las investigadoras del centro alemán.
Hirt explicó que el tamaño es crucial en esta evaluación: "Los animales de tamaño pequeño o intermedio aceleran rápidamente y tienen suficiente tiempo para alcanzar su velocidad máxima teórica, mientras que los animales grandes están limitados en tiempo de aceleración y 'gastan' mucho de su energía antes de poder alcanzar su máximo posible. En la naturaleza, los animales que corren más rápido o que nadan, como los guepardos o los marlines, son de tamaño intermedio".
LEA MÁS