Los idiomas, el sorprendente peligro oculto para el planeta

Más de un tercio de los nuevos informes científicos se publican en idiomas diferentes al inglés. Un estudio de la Universidad de Cambridge alertó sobre los riesgos que acarrean las barreras lingüísticas en la ciencia

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Para arribar a esta conclusión
Para arribar a esta conclusión se hizo una búsqueda de alrededor de 75000 estudios (iStock)

Debido a la globalización y la conexión directa con otros países, poseer un amplio conocimiento lingüístico es de vital importancia. Para el mundo de la ciencia es un factor de extrema consideración, o al menos así debería serlo. En la comunidad científica el inglés es la lengua madre, pero no todos los informes están a disposición en dicho idioma. Cualquier investigación hecha por un experto en algún lugar remoto del planeta puede contribuir a evitar ciertos peligros.

Según un nuevo estudio, difundido en la revista PLoS Biology, los idiomas siguen siendo el mayor obstáculo para la ciencia global. El fin de la revisión -a cargo de científicos de la Universidad de Cambridge- apunta a que los hallazgos con buenos resultados toman mayor difusión si están en inglés, pero se omiten otros descubrimientos por ser de otra lengua.

El proceso de análisis consistió hacer un relevo en Google Académico de todas las obras científicas existentes -estudios, tesis, informes- en los 16 idiomas principales. El criterio empleado fue que los documentos estuvieran relacionados con la conservación del medio ambiente y hubieran sido publicados en 2014.

Los resultados reflejaron que solo el 64% de los más de 75000 materiales estaban disponibles en inglés, la lengua franca en la comunidad científica. Del resto de las investigaciones, el 13% estaba en español, el 10% en portugués, el 6% en chino y el 3% en francés.

El 32% de las investigaciones
El 32% de las investigaciones fueron publicadas en un idioma distinto al inglés (Shuttersotck)

De acuerdo a lo remarcado por el enunciado, ignorar la ciencia escrita en otras lenguas que no sea la inglesa no solo omite el 36% de los conocimientos existentes, sino también puede "causar prejuicios y huecos en nuestra comprensión del medio ambiente global".

El biólogo español Juan Pedro González Varo, uno de los autores del análisis, dijo a El País que su estudio pretende "enfatizar que las revistas científicas deben implicarse", lo que traerá "amplios beneficios" en la lucha contra los problemas globales. Su equipo propone que las editoriales especializadas publiquen en sus páginas web resúmenes traducidos a los principales idiomas.

El ejemplo más elocuente

Uno de los casos más llamativos se remonta a enero del 2004, cuando varios virus de la gripe aviar reaparecieron en diferentes partes del mundo. En aquel momento científicos chinos descubrieron que una de las cepas -la H5N1- había infectado a cerdos. El hallazgo tuvo una gran envergadura porque se podía tratar del trampolín perfecto por el que transitó el virus: es decir, del ganado porcino a los humanos en la pandemia de gripe de 1918, que mató a más de 40 millones de personas en el mundo.

El problema es que ocurrió fue que muy pocos se enteraron del descubrimiento, simplemente porque estaba en chino. Al ser publicada en el lenguaje oriental no captó la atención inmediata de la Organización Mundial de la Salud ni la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura hasta que los datos fueron revelados en inglés en la revista Nature, seis meses después del descubrimiento.

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