El VIH/SIDA sigue representando un grave desafío de salud pública a nivel global. Según datos de 2023 de ONUSIDA, el programa de las Naciones Unidas encargado del VIH/SIDA, 40 millones de personas viven con el virus en el mundo. Sin embargo, 1,3 millones de personas fueron diagnosticadas con VIH por primera vez, y 630.000 murieron a causa de enfermedades relacionadas con la infección.
Aunque 30,7 millones de personas tuvieron acceso a la terapia antirretroviral, aproximadamente una cuarta parte de quienes viven con el virus no reciben el tratamiento necesario para llevar una vida saludable. En América Latina, las cifras son igualmente preocupantes. En la región, las infecciones por VIH aumentaron un 9% desde 2010, alcanzando cerca de 120.000 nuevos casos en 2023.
Estas cifras, según los expertos, destacan la necesidad de reforzar la educación sexual, mejorar el acceso al diagnóstico y derribar los estigmas asociados al VIH/SIDA.
A pesar de los avances en tratamientos, el VIH sigue rodeado de desinformación y prejuicios. Estos conceptos erróneos no solo dificultan la prevención, sino que también alimentan el estigma hacia quienes viven con el virus.
En el Día Mundial de Lucha Contra el Sida, los 9 mitos más comunes sobre el VIH y las explicaciones que desmienten cada uno de ellos, según datos proporcionados por especialistas y organizaciones de salud como ONUSIDA y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Mitos comunes sobre el VIH y la realidad detrás de ellos
Mito 1 - El VIH sólo afecta a ciertas orientaciones sexuales
El VIH no discrimina. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo de transmisión está relacionado con conductas y condiciones como el sexo sin protección, compartir agujas contaminadas, y procedimientos médicos inseguros. También existen factores biológicos, como el mayor riesgo de transmisión en mujeres con genitales femeninos a través de encuentros heterosexuales debido a la exposición al semen.
Mito 2 - El VIH afecta la fertilidad y el parto
Con un tratamiento adecuado, el VIH no afecta la fertilidad ni la capacidad de tener hijos. Sin embargo, si no se siguen las pautas médicas durante el embarazo, puede ocurrir la transmisión de madre a hijo. Cuando la carga viral de la madre es indetectable gracias a la terapia antirretroviral, el riesgo de transmisión al bebé es inferior al 1%.
Mito 3 - Se puede saber si alguien vive con VIH con solo mirarlo
Es imposible identificar a una persona con VIH por su apariencia. Muchas personas no presentan síntomas específicos, o los que tienen pueden parecer vinculados a otros problemas de salud.
La única forma de saber si alguien vive con el virus es a través de una prueba de detección.
Mito 4 - Si estás tomando PrEP, no necesitás usar preservativo
La profilaxis previa a la exposición (PrEP) reduce el riesgo de contraer VIH en un 99% mediante relaciones sexuales, pero no protege contra otras infecciones de transmisión sexual (ITS) como la sífilis o la gonorrea. Por esta razón, el uso correcto de condones sigue siendo esencial.
Mito 5 - Si ambos miembros de la pareja son VIH positivos, no es necesario usar preservativo
Incluso cuando ambos miembros de la pareja viven con VIH, existe el riesgo de transmitir infecciones de transmisión sexual adicionales o incluso cepas distintas del virus. Los preservativos siguen siendo una herramienta clave para prevenir estas complicaciones.
Mito 6 - Si tienes VIH, no es necesario comenzar el tratamiento hasta estar muy enfermo
La OMS recomienda iniciar la terapia antirretroviral inmediatamente después del diagnóstico. Comenzar el tratamiento temprano protege el sistema inmunológico, mejora la calidad de vida y reduce en un 95 % la posibilidad de transmitir el virus a otras personas.
Mito 7 - Los medicamentos contra el VIH pueden curar el virus
Los medicamentos antirretrovirales no curan el VIH, pero suprimen el virus en el cuerpo. Cuando se toman correctamente, permiten que las personas mantengan una carga viral indetectable, lo que mejora su salud y previene la transmisión del virus. Aunque ha habido casos excepcionales de curación, estos son extremadamente raros.
Mito 8 - Se puede contraer VIH al compartir vasos o utensilios
El VIH no se transmite a través de utensilios, vasos, abrazos, el uso de baños públicos, piscinas, ni por picaduras de insectos. El virus solo se transmite cuando los fluidos corporales (sangre, semen, flujo vaginal, leche materna, líquido del ano) de una persona infectada entran en el torrente sanguíneo de otra persona.
Mito 9 - Tener VIH significa que tu vida terminó
Con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, las personas que viven con VIH pueden llevar una vida saludable, productiva y plena. Además, pueden mantener relaciones significativas y disfrutar de una buena calidad de vida.
Educación y sensibilización: las claves para combatir el estigma
La educación comunitaria juega un papel crucial en la lucha contra el VIH. Al derribar los mitos y ofrecer información precisa, es posible reducir el estigma, fomentar el apoyo y mejorar la prevención. Como explicó la obstetra, ginecóloga y especialista en enfermedades infecciosas reproductivas de Cleveland Clinic, Oluwatosin Goje, el conocimiento no sólo empodera a quienes viven con el virus, sino que también “contribuye a la construcción de una sociedad más comprensiva y solidaria”.
Las cifras globales sobre el VIH/SIDA recuerdan la magnitud del reto: casi 40 millones de personas viven con el virus, y desde el inicio de la epidemia, más de 42 millones perdieron la vida por enfermedades relacionadas. Sin embargo, detrás de estas estadísticas hay avances esperanzadores, como el acceso creciente a la terapia antirretroviral y la disminución en la tasa de transmisión en algunas regiones.
Al mismo tiempo, los mitos y el estigma asociados al VIH siguen siendo barreras significativas que dificultan la prevención, el tratamiento y la integración plena de las personas que viven con el virus. Desmentir estas ideas erróneas es una tarea esencial que, al igual que las cifras, exige un esfuerzo colectivo. Así como la educación sobre el VIH puede salvar vidas, también puede transformar actitudes y construir una sociedad más informada y empática.